Lycoris Radiata (TG/HP)

Tragedia

Luego de toda esa conmocion una voz llamo la atencion de los jovenes —¡No mienta, señor Potter—  gritó el señor Crouch. Seguía apuntando a Ron con la varita, y los ojos casi se le salían de las órbitas: parecía enloquecido   —¡Lo hemos descubierto en el lugar del crimen!—

—Barty. . . —susurró una bruja vestida con una bata larga de lana

Son niños, Barty. Nunca podrían haberlo hecho. . . —

—Decidme, ¿de dónde ha salido la Marca Tenebrosa?— preguntó apresuradamente el señor Weasley, ignorando por completo el regreso de Harry o mas bien dicho Kaneki. La marca era lo importante ahora, luego lo interrogarían, aun que, su aspecto todo dañado no indicaba nada bueno

—De allí— respondió Hermione temblorosa, señalando el lugar del que había partido la voz

—Estaban detrás de los árboles. Gritaron unas palabras. . . un conjuro—

--¿Conque estaban allí?-- dijo el señor Crouch, volviendo sus
desorbitados ojos hacia Hermione, con la desconfianza impresa en cada rasgó
del rostro  --¿Conque pronunciaron un conjuro? Usted parece muy bien
informada de la manera en que se invoca la Marca Tenebrosa, señorita-- Pero, aparte del señor Crouch, ningún otro mago del Ministerio parecía creer ni remotamente que Kaneki, Ron y Hermione pudieran haber invocado la calavera. Por el contrario, después de oír a Hermione habían vuelto a alzar las varitas y apuntaban a la dirección a la que ella había señalado, tratando de ver algo entre los árboles.

Kaneki río, su risa era melancolíca, sabía que ninguno de ellos era el culpable, ademas de haber sabido lo hubiese capturado ¿pero que sabía el? Nada, el no sabía nada --¿de que ríes muchacho?-- pregunto el señor Crouch mirando al albino de pies a cabeza 

—por favor llámeme Kaneki, Harry Potter para mi esta muerto, me río por qué me parece irónico que no nos crea. . .no tengo ninguna razón para mentirle— su ojos visible estaba brillando de deteminacion, pero ese brillo se apago nuevamente, un aire de melancolía pura se aferraba a el , delatando que algo verdaderamente  malo había sucedido con él. Al parecer donde a donde fuese la tragedia lo perseguía "si algún día llegasen a escribir un libro sobre mí no sería mas que tragedia". Fue lo primero que pensó, recordando el momento en que su vida dio un giro inesperado. 

—Demasiado tarde —dijo sacudiendo la cabeza la bruja vestida con la bata larga de lana, sacando a Kaneki de sus tortuosos pensamientos 

—han desaparecido—

—No lo creo — declaró un mago de barba escasa de color castaño. Era Amos Diggory, el padre de Cedric —Nuestros rayos aturdidores penetraron en aquella dirección, así que hay muchas posibilidades de que los hayamos atrapado...—

—¡Ten cuidado, Amos! —le advirtieron algunos de los magos cuando el señor Diggory alzó la varita, fue hacia el borde del claro y desapareció en la oscuridad. Hermione se acerco a Kaneki observando al joven albino, su aspecto estaba realmente mal, parecía muy dañado.

—¡por Merlin! ¿Que Te paso? estás lastimado— 

—estoy bien Hermione. . .eh pasado cosas peores— Kaneki declaró dejando a todos confundidos y preocupados por el joven que tenían frente suyo

Al cabo de unos minutos  Más oyeron gritar al señor Diggory :

—¡Sí! ¡Los hemos capturado! ¡Aquí hay alguien! ¡Está inconsciente! Es... Pero... ¡caray!

—¿Has atrapado a alguien? —le gritó el señor Crouch, con tono de incredulidad—. ¿A quién? ¿Quién es?

Oyeron chasquear ramas, crujir hojas y luego unos pasos sonoros hasta que el señor Diggory salió de entre los árboles. Llevaba en los brazos a un ser pequeño, desmayado. Hermione  reconoció enseguida el paño de cocina. Era Winky. O ese nombre la escuchó susurrar, daba gracias a sus sentidos mas desarrollados, literalmente todos sus sentidos después de estar entumecidos comenzaron a estar alerta a cualquier cosa. El señor Crouch no se movió ni dijo nada mientras el señor Diggory depositaba a la elfina en el suelo, a sus pies. Los otros magos del Ministerio miraban al señor Crouch, que se quedó paralizado durante unos segundos, muy pálido, con los ojos fijos en Winky. Luego pareció despertar.