Lycoris Radiata (TG/HP)

pruebas inesperadas 1/2

A la mañana siguiente el albino se levanto con un repentino dolor de cabeza, los recuerdos de lo sucedido el día anterior azotaron su cabeza, mierda, estaba en problemas, debía aclarar todo con Hermione y posiblemente con Draco, aun que sería muy difícil, sabía que no podría ocultar algo tan importante para siempre, pero no estaba listo, todo había ocurrido muy rápido y de manera inesperada.

Tardó un poco en levantarse de la cama, muchos ya estaban de alistando sus cosas, mientras otros ya habían bajado a desayunar, miro el techo un poco más y luego se levantó con dificultad, su cuerpo se sentía pesado, pero, por fin se levantó.

Ni siquiera se atrevió a ir al gran comedor, solo estaba vagando, dando vueltas, perdiendo el tiempo mientras su mente estaba en blanco, era lo que necesitaba.

—al fin te encuentro—Hinami se acercó, tenía un libro en manos.

—ten supuse que tal vez necesitabas tu libro para despejarte, te ves muy mal—
Kaneki sonrío levemente y tomo el libro entre sus manos
—gracias Hinami—susurro ella se sentó a su lado disfrutando su libro.

—Hermione parece ser buena chica— el albino no dijo nada, aun debía disculparse.

—me está enseñando algunas cosas de este lugar— Kaneki sonrío levemente y acaricio la cabeza de la menor con cariño.

—acompañame ¿si? Luego iremos con Touka— Hinami asintió tiernamente, realmente ella y Touka eran un alivio, cuando no podía soportar a Hermione o a Ron, o simplemente necesitaba paz estaba con ellas, quienes siempre se ponían en sus zapatos y dejaban un ambiente de tranquilidad, también hablaban de Anteiku y los que trabajaban ahí, de Tokyo y de cosas que para el albino si eran importantes, mas importantes que ese tonto torneo al cual fue obligado a participar.

Como siempre el aula de adivinación era extremadamente perfumada —debes taparte la nariz— dijo Kaneki advirtiendo a la menor, Hermione y Ron los alcanzaron. Hinami abrazo a la castaña, quien miro con cautela al albino.

Kaneki sintió esa mirada cautelosa, reacciono rápidamente y miro a otro lado pero para su sorpresa ella le habló —¿lograste descifrar el huevo?— el albino la miro un tanto confundido y aturdido.

—lo supuse, no lo lograste.

—no, la verdad no.

—Kaneki ya lo intentó, pero solo obtiene esos resultado, hasta ahora es frustrante para el— Kaneki solo la miro sonriendo, Hinami era muy linda y siempre estaba dispuesta a ayudarlo.

Antes de perder mas tiempo decidieron entrar al aula, y como era de esperarse el olor mareo al albino, Hinami parecía estar igual de aturdida, Kaneki la sostuvo para evitar que caiga.

—lo siento Hina

—estoy bien, solo me tomo por sorpresa— ella le sonrió haciendo que el albino se sienta seguro, la abrazo antes de que La profesora saliera dramáticamente.

Kaneki y Hinami disfrutaron mucho la clase de Adivinación de aquella tarde.

Seguían con los mapas planetarios y las predicciones; pero, como Ron y él eran amigos de nuevo, la clase volvía a resultar muy divertida.

La profesora Trelawney, que se había mostrado tan satisfecha de los dos cuando predecían sus horribles muertes, volvió a enfadarse de la risa tonta que les entró en medio de su
explicación de las diversas maneras en que Plutón podía alterar la vida cotidiana.

—Me atrevo a pensar—dijo en su voz tenue que no ocultaba el evidente enfado

—que algunos de los presentes— miró reveladoramente a Kaneki —se mostrarían menos frívolos si hubieran visto lo que he visto yo al mirar esta noche la bola de cristal. Estaba yo sentada cosiendo, cuando no pude contener el impulso de consultar la bola. Me levanté, me coloqué ante ella y sondeé en sus cristalinas profundidades. . .¿Y a que no diríais lo que vi devolviéndome la mirada?