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(no lectores fantasmas por favor, me gusta leer sus comentarios y saber como voy con este fanfic).
Alguien que no solía compartir su territorio era Choi Yeonjun. No hasta que esa noche su Alfa llegó a casa. Tres de la mañana estaba ahí sentándose en la cama y hundiendo la dee su lado mientras quitaba sus zapatos. Apestado horrorosamente a omega.
Pero no estaba ebrio. Solo tenía signos de cansancio, y sus ojos estaban entreabiertos tratando de recuperar la cordura y quitarse por fin los zapatos. Yeonjun no estaba dormido. Lo había esperado todo ese tiempo, el Alfa le dijo que durmiera y que llegaría 20 minutos después de la 1am. Sin embargo llegó a las 3am y eso le preocupo.
Podía ser tonto, pero no tanto para dejar pasar esos detalles.
- Apestas a omega. -Se removió en la cama levantando un poco las cobijas y empezando con su pequeño papel de actor, mientras bostezaba y sus ojos lagrimeaban.
- A-ah. -Respondió Soobin y cayó a la cama como un bebé en forma fetal dándole la espalda a Yeonjun.
Obviamente no lo dejaría pasar.
Movió el hombro del Alfa con fuerza. Estaba enojado y nervioso. ¡Tenían 3 hijos y era injusto que Soobin solo le engañara!. Y no solo eso, que fuera tan descarado.
Pero antes de que él Alfa respondiera con totalidad un sonido se escucho debajo, exactamente en la sala. No podían ser sus bebés, ellos dormían y tenían el sueño muy pesado como Soobin. El Alfa al final no le puso atención y volvió a abrazarse asi mismo mientras empezaba a roncar sobre su almohada.
Yeonjun soltó un chasquido con su lengua y quito las cobijas de encima empezando a bajar de la cama. Ya cuando sus pies estuvieron en fundados por unas pantuflas, se dirigió hacia la perilla de la puerta de su habitación y salió. El ruido seguía persistente en la parte de abajo y su corazón empezó a latir furiosamente.
¿Soobin sería tan estúpido para traer a su amante?. Mientras bajaba por las escaleras tratando de nos hacer ruido, su corazón empezó a palpitar pensando en las cosas más horribles del mundo, el olor a omega era aún más y más presente. Dulce como durazno.
Fue ahí cuando vía a un chico sentado en el sillón. Llevaba un uniforme escolar y una bandana en su cabeza. El ruido tal vez fue provocado por que cayó en seco hacia el esponjoso lugar. Mientras sus dientes morían un pedazo de pan tostado.
Ese chico no podía tener más de 18 años. Era de complexión delgada, mejillas abultadas y cabello negro, sonriendo como un tonto hacia la pantalla de su celular.
Yeonjun se acercó hacia la pared y prendió la luz. El chico brinco en su lugar mientras el pedazo de pan salía disparado hacia la alfombra.
Yeonjun conocía los gustos de su Alfa, pero no creía que lo podría engañar con alguien que apenas y había salido de su pre adolescencia.
- ¿Qué haces aquí?. -Preguntó siendo duro con sus palabras, demostrando que esa era su casa, su territorio.
Él chico pareció asustarse y tomó uno de los cojines del sillón tapando su carita. - ¡N-no me golpees!.
Un chillido salió de los labios del menor. Yeonjun gruñó. - ¿Tu que haces aquí y que hacías con mi Alfa?. ¿Acaso sabes de quien es esta casa?. -Se acercó a pasos lentos asustando aún más al estudiante. Hasta quedar frente a frente.
- ¡Y-yo no vine a robarte nada!. -Sus ojitos se cerraron tímidamente como un pequeño conejito. - Soobin es mi hermano y me dijo que podía quedarme aquí, por favor no me mates, no se quien eres. -Empezó a lagrimear un poco.
Yeonjun abrió sus labios sorprendido. ¿Hermano?. Su ceño se frunció aún, eso significaba que su Alfa le escondía más cosas de lo pensado. - ¿Como te llamas?.
- C-Choi Sunoo. - Respondió - ¿T-tu quién eres?.
- Soy Choi Yeonjun... -Contestó sorprendido pues ni siquiera los hermanos de Soobin sabían de su existencia.
- ¿Q-que haces aquí?...
- Esta es mi casa...
- Pero mi hermano nunca me contó que vivía con alguien. -Puso una mirada dudosa. - ¿Estas seguro de que no eres un ladrón? O, ¿Acaso eres su rommate? -Uno de sus dedos se dirigió hacia su barbilla pensante - Pensé que eso ya no lo hacía después de acabar la universidad.
- ¡N-no!. -Un sonrojo surco por la cara de Yeonjun mientras gritaba y hacía brincar al menor, y no solo eso, detrás de él llegaron 2 pequeños caminando mientras sostenían muñecos en sus manos y Kai siendo cargado entre los bracitos de Beomgyu. Tres niños totalmente somnolientos.
- Papi...¿Pasa algo?. -Preguntó Taehyun bostezando y limpiando sus ojitos acuosos.
- Creo que... Su tío vino a hacerles una visita.
- ¿Tío?. -Preguntó Sunoo.
- ¡Tiooo!. -Gritaron los tres niños risueños.
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