No lectores fantasmitas por favor ❤️ me gusta leer sus comentarios y ver como va mi fanfiction.
Beomgyu metió sus manitos entre el suéter rosa de lana que traía. Esa mañana, les mintió a sus padres.
En vez de ir a la escuela como todos los días, se dirigió hacia un consultorio en el centro de la ciudad donde le darían ciertamente las pruebas reales sobre si estaba en cinta o no. Temió muchísimo por su situación, aún era joven y tenía un futuro por delante.
Cuando él metro paro en la estación del centro, se levantó y bajó pasando entre la muchedumbre, la cual lo empujaba y lo ajetreaba. Sentía su espalda tensarse cada vez que se acercaba más al lugar, sentía su corazón palpitar con dolorosa anticipación. No quería un bebé, no quería cuidar un bebé.
Cuando por fin estuvo frente al consultorio, abrió la puerta y entró, el aire acondicionado pegando en su cara. Una mujer alta y esbelta, al parecer alfa, le saludo y dio una guía para pasar al consultorio el cual estaba en el segundo piso. Beomgyu agradeció y rápidamente fue, pues pasaban dos minutos de la hora de recepción.
Ya cuando subió al elevador y este mismo lo dejó en el piso indicado, un hombre alto salió, vistiendo una bata y unos lentes en su cara.
— Choi Beomgyu. —Grito el doctor y el adolescente rápidamente corrió ante la mirada curiosa de algunos pocos pacientes que esperaban su turno en el lugar.
Beomgyu entró al consultorio y cerró por detrás, el aire y el olor a medicina arrasó llegando hasta su sentido olfativo.
— Tome asiento por favor. —Él doctor dijo arreglando su bata y tomando asiento en su silla de cuero. Él hombre por apellido Hwang miró su computadora y abrió algunos archivos antes de mirar hacia el muchacho de 16 años.
Beomgyu se encontraba nervioso. Era notable después de que empezará a sudar estando en un lugar frío como esa habitación. Él doctor puso sus lentes y tomó una postura adecuada. — ¿Quieres saber los resultados?
Preguntó el doctor y Beomgyu Asintió tímidamente.
— Bueno. —Asintió— Choi Beomgyu, 16 años, de Daegu. ¿Estamos bien? —Beomgyu Asintió de nuevo— Usted no presenta ninguna anomalía. —Contesto y Beomgyu se quedó callado tratando de descifrar a lo que se refería. — Me refiero a que usted no está embarazado. El examen de sangre no detecta otros cromosomas, no hay nada.
Beomgyu mira con incredulidad al doctor y siente sus ojitos picar por la felicidad, o tristeza, no lo sabe. Lleva una mano a su boca y mira al suelo blanco del lugar.
— Los vómitos y los mareos fueron un desvalance en la hemoglobina. Se lo explicare de esta manera... —Hwang habló. — Usted es un omega recesivo. Por lo cual, será muy difícil que llegue a quedar en cinta, aun lo intente 10 veces, no lo haría, seria un milagro si fuera de esa manera.
Beomgyu mordió su labio, ¿no iba a poder tener hijos...? ¿Era un omega defectuoso?
— No es un omega defectuoso. —Dijo el doctor Hwang como si leyera sus pensamientos. — Solamente un Alfa pura sangre ayudará a que sus feromonas y su nivel de hemoglobina estén en par.
Esta vez sollozo y se hizo un ovillo en la misma silla. El doctor miró con tristeza al omega y empezó a buscar algo en los cajones del escritorio hasta sacarlo y ponerlo frente al omega.
Era un folleto.
— Puede asistir a esta academia especializada. Ayudan a omegas como usted, a superar el recisismo. No se encierre en este mundo, es mejor que... Lo deje pasar señorito Choi.
— Beomgyu, ¿Te encuentras bien? —Preguntó Taehyun el cual miró al chico más deprimido de lo normal en su cama.
Ya no era él mismo. Beomgyu se había vuelto tristeza andante de un día a otro y eso preocupo a sus hermanos menores.
Beomgyu dejó de mirar el techo como siempre y presto atención hacia Taehyun en el marco de la puerta. Una lagrima salió por sus ojos y cayó en su ropa. Después de Taehyun, llegó Kai, él cual al igual que preocupado se recargo en el marco de la puerta.
Ambos alfas al ver sollozar a su hermano mayor se acercaron y Beomgyu abrió sus brazos recibiendo los abrazos de los chicos. Los alfas correspondieron rápidamente regocijandose en el pecho del omega oliendo su suave fragancia.
Beomgyu llevó su nariz a ambas glándulas de olor de los alfas y gimió de felicidad sintiendo a su lobo brincar extrañamente ante la cercanía. Sus ojitos se abrieron aún llorosos y se sintió tensar cuando sintió a su lobo gritar por primera vez, respondiendo ante aquellos impulsos.
“Alfas”
¿Por qué su Omega respondía a aquellos olores?
Se apartó rápidamente y miró a ambos chicos ya dormidos en su pecho. ¿Qué diablos pasaba?
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