Mi destino es el peor, sin duda. Cualquiera diría que tengo suerte, finalmente reencontrandome con mi primer amor. Pero esta Amity era muy rara, parecía drogada. No del tipo marihuana, del tipo, pregunto cuanto es dos más dos y así. Era casi imperceptible, pues seguía teniendo esa personalidad, que cada vez se hacía más difícil de no querer, he de decirlo. Pero había algo en ella que no cuadraba, y descubriría el qué.
En cuanto al lugar, estábamos en ese bosque, que apodé "Aztaparreta". Me pareció un nombre bonito, y quedaba con el paisaje. Este bosque se caracterizaba por tener árboles muy altos y frondosos, aunque dejaban pasar la suficiente luz para que se viesen increíbles matorrales que se abrían paso haciendo del lugar una fantasía de libro.
– ¿Sabes, Mentita?– Jeong In miró a Amity, esta respondiendo al llamado de su nombre, a mi parecer Amity era un estorbo. Pero no encontraba la razón por la cual Jeong In era tan dulce y amable con ella. La tración.– Me gustan las fresas con nata.
– ¡A mi también! Están muy buenas.
Empezaron una conversación sobre las frutas y lo buenas que están, aunque yo estuve concentrada en encontrar la mansión.
– ¿Dónde está la mansión? Si esta es la cueva, tiene que estar por aquí- Quité unos arbustos del camino y me encontré con mi casa. Finalmente. Después de tanto tiempo, pude encontrarla. En los jardines se encontraban Willow y Boscha regando las plantas. Todo casual, hasta que se vieron y compartieron un beso. No puede ser, pensé, ¿estaban saliendo? ¿Desde cuándo?
– ¿¡QUÉ!?– Amity se había acercado a ver.– ¿La casi bruja tiene a Boscha como novia?– ¿Pero qué? ¿Ahora tenemos catorce años? ¿Qué cojones había pasado en las últimas dos horas?– No me lo creo. ¿Sabrá esto su madre? Tengo que contarselo.– La tomé por los hombros y la miré interrogante.– ¿Humana? ¿Qué haces tú aquí?
– ¿Qué te pasa Amity? ¿Te has dado contra algo?– Parecía que había olvidado todo.– Tenemos que-– Entonces noté como dentro de mí unas ganas enormes de vomitar se me subían por todo el cuerpo. La hice a un lado y eché todo. Algo no iba bien. El vómito no era común, pues había algunas manchas verdes en él. Era como el del dardo de hace dos años.
– M-mamá... me siento mal...– Me dí la vuelta hacia la pequeña y la ví muy pálida, y sentada en una roca. Me acerqué poco a poco a ella, no albergaba ninguna fuerza que no fuese de sobra para correr como me hubiese gustado en el momento, pero la pude coger entre mis brazos y levantarla.– Me duele la tripa.
– No te preocupes peque, ahora mismo vamos al doctor, hay uno muy bueno que yo conozco.– Gus. Era el mejor que conocía, y si, aunque no me esperasen allí, ni me apetecía verlos, mi hija estaba en peligro, y ella era la máxima prioridad.
– ¿Qué le pasa a Jeong In?– Amity preguntó. Parece ser que a ella si la recordaba. Interesante.
– Parece que lo que sea que tenemos en las venas, la está afectando gravemente. En mi caso mi organismo ha sido capaz de expulsarlo, pero el suyo... Todavía no está desarrollado y no sé que la puede pasar.
Fuimos corriendo a mi antigua casa, viendo las reacciones confundias y sorprendidas de mis amigos, no, antiguos amigos. Willow por su parte se veía sorprendida y triste a la vez. Boscha tenía su tercer ojo llorando y sus orejas bajaron a modo de tristeza. Abrí el portón que daba al jardín y ellas me recibieron, viendo a la niña que cargaba en mis brazos.
– Ok. Hay tiempo para explicaciones, pero ahora necesito ver a Gus. Ya.– Mi estómago parecía estar dando vueltas en mi interior, y quería volver a expulsarlo todo.
– Vamos, está en su ala.– Habló Boscha. Amity se vió aturdida por todo, aunque no mostró ningún signo de dolor o que le afectase.
Saqué fuerzas de donde no sabía que tenía y corrí por los pasillos de la casa en la que había vivido ya hace tiempo. Ya entendí a mi madre cuando me decía que por los hijos se hace todo. Jeong In se mostraba tan indefensa, tan débil que mi instinto maternal solo me decía que la tenía que proteger, costase lo que costase.
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Undercover [Lumity] [Mafia + Omegaverse AU]
Ficción GeneralEn el mundo bajo, donde todos los despreciables de la sociedad están, Luz tiene su negocio. Todo ha ido bien, hasta que un extraño dolor la abarca y comienza a recordar muchas cosas. Y también recordó a Amity. Todo, todo de ella. Su sonrisa, sus ojo...