NI VIVO NI MUERTO. (YoonTae) (JiKook) (NamSeok)

Papá

Busan, Corea Del Sur.

1/12/13

Lunes

16:35

Taehyung estaba hecho bolita en un piso de cemento. Sus pies y manos encadenados, su única fuerza la ocupaba para respirar. No había nada a su alrededor, ni una ave ni mosca. Sus ojos tan hinchados por la paliza de ayer le impedían llorar. El gemido lastimero que dejó salir le hizo sentirse tan vacío, tan miserable. Su vida había cambiado tanto en estos tres meses. Hace tan solo poco tiempo, había estado entre los brazos de su novio, disfrutando del amor juvenil y ahora estaba más muerto que vivo.

—Vamos, apura. — oyó esa tétrica voz y quiso desaparecer. No le parecía justo seguir respirando cuando lo único que iba a recibir era maltrato y cosas peores.

–L-lo siento. N-no me pegues. –Una suave voz de chica llamó la atención de Taehyung. Sus ojos se abrieron dolorosamente y ahí frente a él, una chica fue empujada a sus pies. Una linda chica con un peculiar lunar. Ella también estaba golpeada, no tanto como lo estaba él, pero se notaba que sus heridas no iban a sanar tan rápido.

–Par de putas, no deben hablar. Son solo mis perras, ¿Entendido? –Taehyung sintió el típico odio que solía sentir con esa persona detestable. Lo odiaba, quería verlo muerto. Quería el mismo asesinarlo con sus propias manos. Lo odiaba.

–Lo so-somos, a-amor. – V miró el temor de la chica y la sonrisa de satisfacción del bastardo ese, quién le agarró bruscamente la cara a la chica y le dio un beso. De ahí, se marchó felizmente. V escupió la sangre que se había acumulado en su boca y con su voz casi rota le habló a la primera persona, a parte de su secuestrador, que veía.

– ¿Cómo te llamas? —La chica le miró con extrema tristeza y sin poder evitarlo posó su mano en el tobillo destrozado del chico, tan sangriento. Ella casi pudo jurar que se podía ver el hueso.

– Li Mei Soo y yo supongo que eres Kim Tae Hyung. –El chico se sorprendió al ver que la chica le conocía. Su expresión fue tan clara que la chica decidió explicarle las cosas. –Él me contó sobre ti desde que te conoció. –V se sintió asqueado al saber que él había estado en la mente de ese enfermo desde el primer segundo en que se conocieron.

– ¿Desde cuándo estás aquí? –La chica con sus ojos llorosos respondió que desde el 2010 y fue ahí donde V no pudo más y lloró lo que pensó que ya no podía llorar. En esos meses había llorado tanto que pensaba que nunca más podía sentir otra sensación.

–Con el tiempo, no duele tanto. –Fue el único consuelo que la chica le pudo dar, pero V no creía en eso. No quería creerlo ni descubrirlo. Todavía tenía esperanza de salir de ahí. De estar en navidad con su familia y para año nuevo con BTS.

–Saldré, de año nuevo no paso. Ya lo verás.

Haenam, Corea del Sur

30/10/19

Martes

14:23

Taehyung miraba el pequeño bonsái que estaba en el centro del jardín interior. Fue lo primero que había sembrado al llegar a esta casa. Ya hace más de tres años. Ahora el bonsái seguía ahí como Taehyung. E iban a seguir ahí hasta que se mueran. Sus vidas iban a terminan ahí, sin que nadie lo sepa.

El sonido de la puerta abriéndose, le hizo levantarse e ir a saludar a sus invitados, porque sí, está era su casa y ellos eran los extraños. En la sala, sentados conversando tan tranquilamente estaban Jin y Ahn. El último sonrió al verlo y le aventó una bolsa de frituras. Taehyung las empezó a comer y pasó de largo, no le interesaba escuchar los asuntos de esos dos. O siempre eran sobre las granjas o sobre Jungkook. Ya estaba harto de ambos temas. Se fue a la habitación donde Jimin se estaba quedando y lo encontró durmiendo tan pacíficamente. Sintió envidia y a la vez sintió nada. Cómo si solo tuviera capacidad de sentir algo por un muy corto tiempo.

– No metas al maknae en esto. –Pidió suplicantemente y se retiró de ahí. Al regresar a la sala, vio a Jin levantándose, listo para ir a tomar a Jimin al mundo exterior. No era casualidad que se halle durmiendo. Taehyung le había drogado para hacerle dormir y así que salga de ahí. Una vez más, V se quedaría con su soledad.

—Está todo listo, vaya. –Jin se fue sin esperar nada más y Ahn se quedó ahí.

–Soy el psicólogo de tu novio. Es obvio que todavía te ama. –V no mostró expresión alguna y se marchó a la segunda planta. En el ventanal pudo soltar el gimoteo que estaba reteniendo y observó la altura que le separaba del piso. Era una gran altura, ¿Cuántas veces V había pensado en quitarse la vida de ahí? Muchas de hecho, pero él nunca tuvo las suficientes fuerzas. Nada.

Sus ojos se posaron en ver cómo Jimin era sacado de esa casa y desaparecía junto a Jin y a Ahn. Taehyung no pudo ver más y suspiró. Después de un rato volvió a su cuarto y se puso a estar abriendo las bolsas de ropa que Jin le había comprado. Con un suave murmullo empezó a probarse las ropas, feliz o eso parecía. Pero en verdad, era lo único que Taehyung podía hacer. Sonreír con ropas caras mientras que otras personas podían sonreír estando con sus seres amados.