Ni comienzo ni fin

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Seúl Corea del Sur

31/01/22

Sábado

23:55

Taehyung estaba sentado en el filo de la terraza de su departamento y el del gran señor. Públicamente habían declarado su relación hace un año y medio y aún recuerda el dolor en los ojos de Yoongi...recuerda sus gritos de desespero y sus reproches. Taehyung había sentido que su corazón se hacía polvo y eso le había sorprendido. Él había pensando que no podía sentir más dolor de lo que ya ha sentido, pero una vez más la vida le demostraba que le podía hacer sufrir más y más.

Jungkook, después de enterarse, había llorado como un niño pequeño en los brazos de Hoseok quien se había quedado pasmado ante tal noticia. Él siempre creyó que si Taehyung regresara, él retomaría su relación con su amado Yoongi. Como los tontos enamorados que siempre fueron juntos. Namjoon solo había asentido y había tratado de apaciguar la incomodidad del ambiente.

El gran señor había ocultado su sonrisa hipócrita tras ver lo destrozado que se hallaba Yoongi. Había disfrutado verlo sufrir como un perro callejero. El perro mugroso que siempre fue. Taehyung era suyo y siempre lo será. Yoongi solo había sido un estúpido impedimento. No por algo Jimin había declarado en todos los medios, que le entrevistaron después de su "rescate", que él y Taehyung eran almas gemelas que siempre se buscaron hasta volverse a encontrar. Taehyung había querido reírse en su cara por tan semejante mentira, pero no podía o si no...

- ¡Papi! - Los pasos de su niña retumbaron por la terraza e inmediatamente Taehyung se bajó del filo y cargó a su niña entre sus brazos.

El gran señor aparte de anunciar su relacion al público había rápidamente obligado a Taehyung a adoptar a la niña. Ahora ella era su hija oficialmente ante los ojos de la ley. V siempre se preguntaba si nadie notaba como al crecer, la niña se iba pareciendo más y más a Jimin. Ante los ojos de Taehyung, la niña era casi una copia del padre pero también podía ver en ella a su madre. Su querida Li Mei Soo quien tantas veces le dio fuerza y ánimo para continuar viviendo, quien a pesar de estar en su misma situación siempre le ayudaba a reír sinceramente. La extrañaba y esperaba algún día reunirse con ella nuevamente ... esta vez sin cadenas ojalá.

La niña sonrió ampliamente cuando su otro padre apareció. Taehyung inmediatamente le cedió la niña al gran señor, quien la cargó y miró el cielo que se estaba iluminando por los fuegos pirotécnicos. Muy pronto comenzaría la cuenta regresiva.

Taehyung aprovechó que el gran señor estaba inmerso en el paisaje para observarle detenidamente. V no sabía si sentirse feliz o triste por jamás haber caído ante el síndrome de Estocolmo. Jamás se enamoró de su captor, jamás sintió que el gran señor era su salvador y solo le hacía un bien al tenerlo retenido, no. Taehyung siempre odió y odiaría al gran señor. ¿Cuántas veces no pensó en envenenarlo o en matarlo mientras dormía serenamente a su lado? ¡Perdió la cuenta hace mucho! Taehyung nunca se atrevió a hacer eso porque el gran señor le había dejado muy en claro que sí le mataba, su gente destrozaría a sus seres queridos empezando por su madre y acabando con su mascota.

V al menos había esperado que Jungkook se diera de cuenta de quién era Park Ji Min en realidad y quién fue Kim Seok Jin, a quien merecía realmente amar y llorar por él. Eso no había pasado, el día después de que a Taehyung le dieran el alta, Jungkook le había mostrado el papelito que había enviado a través de una paloma y le hizo pedazos, botándole a la basura.

Usted escribió esto porque el maldito de Jin hyung le lavó el cerebro.
Esa había sido su deducción ante las palabras escritas por Taehyung. Y él no había podido hacer nada para hacerle cambiar de opinión. Si Jungkook quería taparse los ojos él mismo, tenía todo su derecho, era su vida y su decisión.

Sin embargo, eso no quitaba el hecho de que Taehyung era el único que siempre visitaba la tumba de Jin para limpiarla, orar por el y dejarle sus flores favoritas. Ni su propio padre ni su madre jamás habían aparecido para hacerlo... Solo algunas veces iba su hermano mayor.

Todos pensaban que Taehyung hacia eso por algún daño psicológico que el estar secuestrado por tantos años le dejó, ya que, nadie en su sano juicio visitaría la tumba de su secuestrador. Solo que Taehyung no era todo el mundo, él sabía muy bien que Jin nunca fue su secuestrador, nunca fue el que le cortó las alas, su Hyung solo había sido una víctima más del gran señor.

- Diez
- Nueve
-Ocho

Nadie sabría la verdad. Nadie sabría quien es el victimario y la víctima.

-Siete
-Seis
-Cinco

Nadie sabría de cómo Jin le salvó tantas veces de los maltratos, golpes y abusos del gran señor. No solo a él le había protegido si no a Li Mei Soo. Al final, Jin pudo darle la libertad que tanto ella había querido. Libertad que Taehyung también anhelaba.

- Cuatro
- ¡Tres!
- ¡Dos!


Al fin y al cabo, Kim Tae Hyung tuvo que aprender a aceptar lo que la vida había preparado para él: estar ni vivo ni muerto.

- Feliz año nuevo, Tae Tae.

NI VIVO NI MUERTO. (YoonTae) (JiKook) (NamSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora