NI VIVO NI MUERTO. (YoonTae) (JiKook) (NamSeok)

Creer

París, Francia

11/10/19

Viernes.

8:34
Yoongi se despertó bruscamente. Giró por todos lados su cabeza en busca de Taehyung, lamentablemente no halló nada, excepto a Hoseok sentado en una silla incómoda a lado de la cama. Despertó al menor para pedirles explicaciones sobre el por qué Taehyung no estaba aquí. Explicaciones que obviamente Hoseok no sabía cómo responder.

— ¡Taehyung! ¡Amor! ¡Kim Tae Hyung! ¡KIM TAE HYUNG! — Se rasgó la garganta gritando el nombre de su amado, pero no hubo respuesta. Lo único que consiguió fue que los chicos de BTS vinieran a su habitación muy preocupados.

—Hyung, el día de ayer estaba delirando de fiebre tirado en un callejón. Tal vez eso hizo que viera a Tae. —Comentó Namjoon algo nervioso por la actitud que tenía su hyung.

— ¡No! ¡No! ¡Yo lo vi! ¡Tomó mi mano! ¡Me habló! ¡Era su cara! ¡No fue un invento de mi imaginación! ¡No lo fue! ¡Alguien créame! ¡CRÉANME! — Gritó desesperadamente. El maknae no pudo soportar la imagen de su hyung a un paso de romperse; así que, buscó con ansias la mano de Jimin para que le dé confort.

—Yoongi hyung va a estar bien, no te preocupes, Kookie. —Susurró Park dulcemente, mientras sacaba al menor de la habitación.

Los dos fueron a hacer el desayuno. Jimin abrazó a su dongsaeng cuando éste estaba haciendo algo de ramen. Ambos sonrieron y sin poder resistirse unieron sus labios. Apagaron el ramen y se marcharon a la habitación temporal del mayor. El cuerpo del menor fue acostado en la cama. —Eres demasiado hermoso, Kookie. —Murmuró el hyung y no dudó ni un segundo en retirarle el pijama.

Sus dedos recorrieron delicadamente los abdominales de Jungkook, quien se estremeció. Sus gruesos y suaves labios trazaron un camino desde la barbilla hasta la pelvis. Y su corazón se sincronizó con el contrario. —Hyung, te amo. —Suspiró con cariño, y Jimin casi muere de ternura. Jeon Jung Kook le tenía perdidamente enamorado, ni siquiera Taehyung pudo lograr eso.

Acarició con amabilidad los muslos del pequeño mientras se metía entre sus piernas. Jungkook lo observaba con amor, preocupación y miedo. Era su primera vez. Jimin se dio cuenta de ello y le besó la naricita. —Si no lo quieres, o aún no te sientes listo dímelo, yo esperaré. —Esas palabras tan compresivas le quitaron la preocupación, y la reemplazaron por una enorme determinación. Estaba listo.

— Hyung, ¿es también su primera vez? —Jimin detuvo los besos que estaba esparciendo por las caderas del menor. Se quedó helado. Esta no era su primera vez. Su primera vez no la recordaba muy bien, lo único que su memoria le daba era escenas muy cortas de él tocando la suave piel de Taehyung, y como éste gemía su nombre.

— ¿Hyung? —Llamó Jungkook al ver al mayor ido. —Hyung. —Lo intentó otra vez, pero no hubo caso. Park estaba en su propio universo. — ¡Hyung! —Gritó hartado y justo en ese preciso momento el mayor volvió en sí y la puerta se abrió dando paso a Jin, quien se quedó un rato corto pasmado, pero al ya pasarle la sorpresa, puso rostro de enfado.

—Jungkook, anda a desayunar. En 15 minutos debemos ir a ensayar para el concierto de hoy. —El maknae lo obedeció al instante. Quedando solamente Jin y Jimin. El ambiente estaba tenso, demasiado.

Seok le pasó unas ropas para que se vistiera, y ni bien Jimin estuvo nuevamente cambiado, el mayor le abofeteó. — ¡¿Te parece gracioso?! —Bramó con extremo enojo mientras agarraba al menor por el cuello. —Hyung, ¡suélteme! —Pidió mientras respiraba con dificultad. El mayor tomó toda su paciencia para soltarle, y se alejó un par de pasos, evitando con eso hacerle daño.