Santidad

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Seúl, Corea del Sur

12/10/19

Sábado

6:00

Cleopatra se interpuso en el camino de Ahn, desde el día de ayer que ella se quería sacar una gran duda. Había escuchado accidentalmente lo que él le había dicho al anciano, "...yo le asesiné". Su instinto le decía que Hyo también era parte del grupo de policías corruptos que sabían muy bien lo que había pasado con Taehyung.

—Te oí cuando dijiste que habías matado al joven Kim. —Soltó la bomba sin nada de sutileza. El hombre le observó tres segundos y de ahí le respondió serenamente.

—Lo dije, pero no lo hice. Era una táctica para que el sospechoso sepa que nosotros sabemos muy bien que él no fue el culpable. —Deula buscó sinceridad en los ojos de su compañero, pero no halló sinceridad, ni tampoco falsedad.

—Ya sé que él no le mató, los detalles que nos dio son muy precisos, la gente común no recuerda exactamente de qué lado el flequillo lo tenía su víctima, cuántos rasguños tenías, etc. Han pasado bastantes años para que los recuerde, tal vez si tenga memoria fotográfica, pero con la pregunta sobre el color de sus mantas se ha descartado eso.

Lee asintió con la cabeza y le dijo que lo mejor era que vayan en busca de la casa de Li. Cleopatra estuvo de acuerdo con ello, pero le pidió a su colega que no dijera nada al capitán. —No te preocupes. No le voy a decir ni una sola palabra. —La dama hizo el amago de irse, pero fue sujetada en la muñeca.

Ten por seguro que no tengo nada que ver en el caso Kim. Cuando el chico desapareció, yo ni estaba en Corea y me faltaba un año para graduarme de la universidad. —Cleopatra suspiró pesadamente, y al final entendió que Ahn no tenía nada que ver. Se disculpó por dudar de él y se marchó.

Ahn salió del departamento de policía, y cuando se introdujo en su auto, llamó a alguien.

—Hola, Rebriel. Cleopatra va a ir a la casa de Li, debes convencerla a que te lleve solamente a ti, sin el perro de Yue que siempre está pegado a ella como si fuera chicle.

—No te preocupes, lo haré. Ahora mejor le informo al jefe sobre eso.

—Ok. Chao.




21:34

Yoongi contemplaba las nubes a través de la ventana del avión. Su respiración era calmada y si no fuera por su pestañear se pensaría que está muerto o dormido. Su mente no paraba de pensar en el mensaje que Cleopatra le había mandado hace media hora, ese cuentito del vejete no se lo creía y estaba dispuesto ir a ese pútrido lugar para ver las ruinas donde disque falleció su novio.

— ¿No tienes sueño? —Preguntó su compañero de asiento, Jin. Yoongi le miró con algo de desconfianza.

Usted fue el primero en rendirse con la búsqueda de Tae, y también fue el primero en darlo por muerto. ¿Por qué? —Jin desvió su mirada y la enfocó en los asientos de adelante, donde estaban Jimin y Jungkook durmiendo.

Porque quería llegar a ser fuerte para consolar al maknae. —Susurró con temor a ser oído en ese silencioso ambiente.

— ¿Lo quieres? —Preguntó Min observando como Hoseok se iba al baño mientras era seguido por Namjoon.

No es de tu incumbencia. —Respondió y se marchó con los dos anteriores.

Yoongi sin saber bien el por qué, agarró el celular olvidado por su hyung, y se alegró al ver que estaba desbloqueado. No sabía qué buscar, pero la llegada de un mensaje le dio el comienzo.

NI VIVO NI MUERTO. (YoonTae) (JiKook) (NamSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora