Reencuentro

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Haenam, Corea del Sur

13/10/19

Domingo

23:00

Jimin miraba el paisaje oscuro a través de la ventana del auto de Jin, quien se encontraba manejando sin decir una sola palabra y con un cierto toque de pesadumbre. El menor se cansó de mirar, casi todo el día había estado en ese carro sin saber cuál era su destino, solo con la promesa de su hyung, promesa que aún seguía rondando en su cabeza, "verás a Taehyung".

¿En verdad lo iba a ver? Un par de lágrimas cristalinas empañaron sus mejillas cuando una imagen de Taehyung apareció en su mente. Sus ojos cansados no soportaron más, y sin que lo pueda evitar se durmió. Perdiéndose en un mundo oscuro y frío.

Al pasar veinte minutos más, despertó tras el golpe de una puerta cerrándose, era Jin quien había salido del auto. Con una seña le dio a entender que él también debía salir. Sus ojos analizaron el lugar, y un escalofrió recorrió toda su espina dorsal al sentir un déjà vu, había estado ahí, lo sabía. Además, reconoció un trozo del paisaje de la foto que algún desconocido le había mandado junto a un extraño texto.

Número desconocido.
Chim, sabes quien soy, y más en esta noche tan nublada, nuestra noche.

Su vista se enfocó entonces en la gran y ostentosa mansión que estaba a su frente

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Su vista se enfocó entonces en la gran y ostentosa mansión que estaba a su frente. Jin se dirigió al portón y sacó una llave, el gran candado que estaba ahí se salió, de ahí colocó la contraseña para abrir el cerramiento. Ingresaron y se toparon con otra compuerta, Jin repitió el anterior proceso. Siguieron andando por un pasillo estrecho hasta que se toparon con una gran puerta de hierro. El mayor puso la contraseña y esta vez pasó una tarjeta.

—Ayúdame a abrirla. —Ordenó Kim. Y así entre los dos la puerta pudo ser abierta. Jimin veía incrédulamente todo eso, y se preguntaba por qué había tanta seguridad para poder entrar a esa vivienda.

Sus ojos se ampliaron enormemente al ver el ornamento del interior de ese lugar. No había palabras para describir lo elegante y cara que se veía. Jimin se sentó en uno de los sofás blancos, mientras que Jin fue a la cocina a preparar la cena. Park se sentía inquietamente cómodo ahí, como si esta no fuera la primera vez que está allí.

— ¿Hyo hyung? —Una voz adormilada vino desde el pasillo que conectaba a la sala. Jimin levantó su vista y miró a un muchacho usando el pijama de Chimmy. Su cabellera castaña, algo larga, le cubría la mitad de la cara, y la oscuridad del pasillo dificultaba visualizar quién era, pero el corazón de Jimin ya sabía de quién se trataba. Siempre le reconocería.

—N-no, s-soy J-Jimin,...Tae.







NI VIVO NI MUERTO. (YoonTae) (JiKook) (NamSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora