El gran señor

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Seúl, Corea del Sur.

02/12/19

Lunes

4:45

Después de que Jungkook se durmiera profundamente, Jimin se levantó y fue en busca de su hija. La nena se alegró de verlo y Jimin sonrió hacia ella. Era tiempo de volver a donde realmente pertenecían. Agarró a su hija por la mano y se marcharon de esa casa, lejos muy lejos de Jungkook. En el camino una camioneta con los vidrios polarizados le esperaban tranquilamente. La puerta se abrió y apreció Jin y Rebriel quienes hicieron una reverencia a Jimin.

- ¡Tío Jin, tío Rebriel! - Gritó la niña con felicidad mientras se abalanzaba a ellos. Jimin fulminó con la mirada a Jin y en un instante una fuerte cachetada fue dada a él.

- Inútil. Eres tan inútil que ni cuidar de mi hija eres capaz. - Rebriel abrazó a la nena quien se asustó de ver a su padre tan enojado. Jin bajó su mirada y no se atrevió a masajear su mejilla adolorida.

- Rebriel infórmame de todo lo que me he perdido por haber estado durmiendo y por el estúpido de mi otro yo estando al mando. - Rebriel inmediatamente comenzó a resumir todo y Jimin asentía y daba órdenes de como proceder en ciertas cosas. Jin solo se dedicaba a manejar, al fin y al cabo él no tenía ni voz ni voto ahí. Su padre había decidido que su próximo heredero para el cargo, el más indicado era Park Ji Min. Su hijo biológico era un simplón débil que no merecía ni ser llamado por su nombre. Seokjin sabía muy bien que su padre y Jimin eran la misma cara de una moneda , la misma maldad, la misma crueldad. Eran el uno para el otro. Ambos seres despiadadamente malvados.

- Mata al capitán. - Esa fue la última orden que dictaminó Jimin y al menos esa orden le quitó un terrible peso a Jin. Jungkook no necesitaría preocuparse por ese maldito nunca más.

Haenam, Corea del Sur
20:00

Jimin ingresó a la mansión e inmediatamente su hija fue corriendo a buscar a Taehyung. Jin tragó saliva mientras fumaba marihuana...lo peor estaba por venir. Jin cerró los ojos cuando pasos se oyeron. Rebriel miró a Taehyung y sonrió diabólicamente, quería ver un espectáculo. Ni bien Taehyung vio a Rebriel, supo que el gran señor había vuelto. Sin esperar un segundo más, se arrodilló y de esa manera de acercó a Jimin. Taehyung besó la mano izquierda de él y con voz fuerte y clara saludó - Bienvenido, gran señor. - Jimin asintió seriamente y ordenó a Rebriel llevarse a su hija por una hora, cosa que Rebriel lo hizo de inmediato. La nena se quejó porque quería quedarse con Tae, pero Rebriel no le hizo caso y se marchó junto a ella. - Tú, Jin, regresa a Seúl y enfrenta a Jungkook. Si él te acusa a la policía con las pruebas que tiene, es tu problema a partir de ahora. Recuerda que no eres más que un simple chivo expiatorio para mí, si debes podrirte en una cárcel así será... Claro si es que quieres que nadie toque a tu preciado Jungkook y a tu madre. - Jin retuvo sus lágrimas y sin más se fue, girando por última vez para mirar a Taehyung. Sus ojos se encontraron y ambos sintieron la infelicidad y desesperanza del otro.

- Adiós, Jin Hyung. - Taehyung pronunció con tristeza.

- Adiós, Taehyung. - Esas fueron las últimas palabras que intercambiaron estos dos hombres que por última vez se vieron.

Ni bien quedaron a solas, Jimin desnudó a Taehyung para poseerlo una y otra vez. Hace mucho tiempo, Taehyung había aprendido a aceptarlo y a buscar su propio placer. Si no luchaba, no dolía... no le lastimaría. Eso había aprendido después de muchos golpes, azotes, quemaduras, estrangulamientos, ahogamientos, violaciones, entre otras cosas más.

Seúl, Corea del Sur

10/12/19

Martes

15:23

Jungkook no se había quedado cayado después de que Jimin y la nena habían desaparecido misteriosamente. Había avisado todo de la memoria a Suga, Hoseok y Namjoon y ellos habían avisado a Big Hit. Y de ahí fue una cadena, ahora toda la policía de Corea del Sur buscaba a Kim Seok Jin. Incluso el FBI se sumó a esa misión. Army se había sentido desgarrada al enterarse de los pecados de Kim Seok Jin. No podían creer todas las atrocidades que él había hecho. ¡Era un maldito! ¡El mismo Satanás! Jungkook lo odiaba, Namjoon lo odiaba, Suga lo quería masacrar pedazo por pedazo y Hoseok solo quería preguntarle el por qué.

Esa tarde, los chicos fueron avisados que Jin había sido encontrado y ahorita estaba atrapado en el bosque. Cuando ellos llegaron al lugar exacto, los policías estaban rodeando a Jin quien reía y lloraba a la misma vez. Era un loco, su cordura había muerto. La policía ordenó que bajara su arma y se entregara, pero Jin negó su cabeza y río y lloró una vez más hasta que sus ojos encontraron a Jungkook entre la multitud. Su raciocinio despertó de su profundo sueño y Jin quiso acercarse a su maknae, pero los policías le estaban apuntando, y Jungkook dio un paso atrás. Kim Seok Jin no quería recordar a Jungkook con esos ojos temorosos por él. Jin quería recordarle como el maknae que tenía esos ojos inocentes de Bambi que le sabían mirar con tanta admiración.

- ¡Yo te amo! ¡Te amo, Jeon Jung Kook! - Jin gritó y sus ojos derramaron más lágrimas. El maknae no respondió solo le miró con asco. Jin pasó saliva y cerró sus ojos, haciendo que más lágrimas bañen sus pálidas mejillas.

- Te amo tanto Jungkook, que por ti fui capaz de sacrificar una persona inocente. ¡Te amo! Y por eso hice lo que hice... No querría que tuvieras el destino que V tuvo, tiene y tendrá. ¡Tú no mereces vivir eso! ¡No lo permitiré! Y por eso... Este es mi último sacrificó, Kookie.

Jin se pegó un tiro en la cien y cayó muerto.

Los gritos no se hicieron de esperar y la policía rápidamente se acercó al cadáver.

Haenam, Corea del Sur

01/01/20

Miércoles

6:12

Después de un intenso análisis, la policía confirmó que Kim Seok Jin era el jefe de una gran banda criminal que manejaba desde tratas de blanca a venta de órganos. También se confirmó que él fue el responsable del secuestro de Kim Tae Hyung, quien fue desaparecido en 2013. Otro caso de secuestro que se le suma a Kim Seok Jin es el de Park Ji Min y una niña quienes desaparecieron a comienzos de diciembre. Hasta ahora sus paraderos son desconocidos, pero están siendo buscados por tierra y mar por la policía y—

Taehyung apagó la televisión y deshizo los puños que había formado inconscientemente. Esto era mucho para él. Se levantó y fue a hacerse un té, necesitaba calmarse o explotaría en llanto. No podía verse débil ahorita, no, ahorita tenía la responsabilidad de ser un buen modelo para ella, su querida niña.

Unos fuertes brazos le abrazaron por detrás y un beso fue depositado en su nuca. El gran señor no espero que Taehyung apagara la cocina, le tomó en ese mismo instante.

Al yacer en el sofá, Taehyung escuchaba los latidos del gran señor. Tantas veces V había soñado con no escuchar esos latidos otra vez. Quería que su maldito corazón deje de latir, lo quería muerto. Lo quería en el mismísimo infierno donde pertenece.

- Hoy vamos a ser "encontrados" por Rebriel... él nos va a "salvar". ¿No estás feliz?...Vas a volver a la sociedad, Tae.

Taehyung apretó sus labios y retuvo sus lágrimas. Eso no iba a ser una bienvenida a la sociedad, no, no, esto iba a ser una exposición de cómo en Correa o no, atrapado o no, Taehyung pertenecía al gran señor. Taehyung nunca iba a ser libre, no si quiere proteger a su madre, su padre, Jungkook, Namjoon, Hoseok, su niña y a.... Min Yoon Gi.

Jimin le besó en la cabeza y preparó todo para la nueva farsa.


Seúl, Corea del Sur.

14:00

BTS corría hacia la clínica, la noticia había sido recibida y ni tan pronto la oyeron, fueron a verlos. El FBI, específicamente el equipo de Rebriel, había encontrado a Jimin, la niña y a Taehyung. Yoongi no podía creerlo, necesitaba verlo para creerlo, no podía creer que después de tantos años al fin podía ver y tocar a Taehyung. Quería verlo ahora mismo. Tenía miedo de que fuera un simple sueño de esos que tantas veces ha tenido.

Le cedieron el paso y llegaron a la habitación donde se encontraban los ex secuestrados. La policía ya había preguntado todo lo que querían y se habían marchado, los de BTS entraron inmediatamente y los vieron.

Yoongi cayó al suelo de rodillas y se tapó la cara mientras lloraba y negaba. Namjoon y Hoseok se lanzaron a abrazarlos y lloraron en sus hombros. Jungkook se abalanzó a abrazar a Jimin quien le recibió con una sonrisa forzada.

Taehyung no le devolvió el abrazo a nadie ni si quiera sé atrevió a mirarlos. Sus ojos siempre estuvieron en contacto con los del gran señor, quien sin que nadie lo notara, puso su dedo índice en sus propios labios.

-Shhh.

NI VIVO NI MUERTO. (YoonTae) (JiKook) (NamSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora