Saturno

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Seúl, Corea del Sur.

19/10/19

Sábado

14: 30

Hoseok agarró la mano de Yoongi fuertemente cuando uno de sus secuestradores, apodado Efiáltis, les contó una de sus tantas fantasías sexuales que había tenido con el bailarín principal. Esas "narraciones" eran tan repugnantes, que a J-hope le daba terror dormirse por lo que no lo había hecho por tres días, mientras que Yoongi cada vez les daba más ganar de saltar hacia la yugular de ese depravado.

— ¡Oye, Efiáltis! Es hora de llevarles a su revisión médica —Gritó otro de sus secuestradores, quien con la ayuda del depravado agarraron a los idols y por unos pasillos, bastantes lúgubres y algunas veces llenos de gritos, se dirigieron a una de las tantas puertas de metal que habían ahí, pero que tanto Yoongi como J-hope conocían bien: el consultorio del doctor.

Bien, sus heridas de bala parecen no haber empeorado o estar infectadas, es un gran avance, chicos. —El doctor se retiró sus guantes. Suga le observó fijamente, queriendo encontrar algo que ver, algún trozo de piel, pero como todos en ese lugar, el doctor llevaba puesto una especia de máscara. Cada persona aquí a dentro tenía su propia y única mascara; Yoongi al ser tan observador había notado que un diseño y el color representaban sus jerarquías; por ejemplo, sus guardias tenían máscaras de animales con los colores primarios, el doctor tenía en cambio una máscara humanoide con bordes de plata.

— Doc., ¿no cree que será bueno hacerle una revisión anal? —Preguntó Efiáltis apuntando a Hobi, quien se sintió palidecer mientras se escondía atrás de la espalda de su hyung, quien pese a estar en una posición desfavorable, les mandó una señal de amenaza a sus captores.

El doctor negó con la cabeza —Recuerda que el gran señor no los quiere para eso. — Efiáltis gruñó mientras que su compañero se acercaba para agarrar a los idols de sus cadenas, pero justo en ese momento la puerta fue abierta, y una señorita entró con una nena en brazos

—Ayúdeme, no ha parado de tener fiebre toda esta mañana y ha estado vomitando todo lo que ingiere. —Suga analizó a la hermosa chica, quien a diferencia de los demás no traía puesto una máscara, por lo que todas sus facciones podían ser vistas, incluido un lunar bastante peculiar que estaba en su frente. Suga miró inmediatamente a Hoseok, quien como él tenía una cara de sorpresa.

Marchando. —Efiáltis ordenó y les sacó de ese cuarto. Sin embargo, los ojos de Suga no se despegaron de la chica, ganándose una breve pero significativa mirada por parte de ella.

Las frías paredes recibieron los cuerpos empujados de los chicos, quienes veían como sus cadenas eran conectadas a otras por un enorme candado, y su libertad se les era arrebatada otra vez al cerrarse esa fea puerta de metal.

Hoseok apoyó su cabeza en el hombro de su hyung mientras luchaba para no dormirse. En cambio, Yoongi tenía sus ojos fijos en el grupo de ratas en la esquina de ese mugriento cuarto, las cuales devoraban un trozo de pan mohoso y viejo, pan que Min Yoongi anhelaba comer, a pesar de que eso significa empezar una pelea con sus compañeras de habitación.

Debes dormir, él no te hará daño mientras yo esté aquí. —Aseguró el mayor. Hoseok al estar tan cansado tanto físico como mentalmente, obedeció a su hyung, durmiendo por fin después de tanto tiempo.

Yoongi soportó el dolor y la incomodidad que sentía al ser utilizado como almohada, su cuerpo herido le estaba gritando por ello, pero su corazón se sentía de maravilla al ver al fin la paz reinar en la faz de su dongsaeng.

Repentinamente, la puerta fue abierta con el típico chillido irritante, cosa que le hizo despertar a Hoseok con pavor y maldecir a Yoongi por la intromisión. Efiáltis apareció con una bandeja de comida, un pan seco y un vaso de agua —Bien, putitas es hora de su única comida al día. —Con desprecio dejó la comida cerca de ellos no sin antes acariciar el muslo del menor, quien soltó un gimoteo de miedo. —Sé que quieres más, sé que te encanta, no te hagas, sé que te gustaría que te obligue a comerte mi gordo pene, perra. —El secuestrador agarró por el pelo a J-hope y le acercó a su miembro, mientras que éste lloraba. De repente, un grito de dolor se oyó por todo el cuarto cuando Suga alcanzó a patearle la canilla izquierda.

NI VIVO NI MUERTO. (YoonTae) (JiKook) (NamSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora