XIX

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[H]

La caminata de vuelta al hotel había sido realmente corta, ahora parecía que habían tomado confianza. Ninguno de los dos parecía poder callar al otro.

Pero no importaba, eso era interesante para ambos.

-Antes dijiste que vivías en los santos, no sabía que vivías en el mismo lugar que yo... -Dice Horacio abriendo las puertas del hotel para Volkov. Cuando entra, va tras él.

-A las afueras, en la zona rica... -Lo dice de manera burlona, como si fuera su intención presumir y reírse de ello.

Horacio ríe con levedad, ambos caminaban hacia el elevador juntos.

Horacio se sentía realmente cómodo, aquella sensación de estar relajado ahora predominaba más que hace un rato. Realmente no se imaginó poder hablar o bromear con él como lo hacía por teléfono, ellos dos lucían más que diferentes.

Eran de distintas clases sociales, distintas inteligencias y distintas maneras de hablar, hace un rato Volkov le había preguntado a Horacio que significaba "modo diablo", el de cresta decidió no decírselo, solo rió ante su pregunta y continuaron hablando de otra cosa.

Sin embargo, parecía realmente divertido poder hablar con Volkov de esta manera. En persona. Mirándolo y pudiendo ver sus expresiones. Algunas eran algo graciosas, lo que le parecía lindo a Horacio.

-Eso explica porque no nos hemos encontrado -Responde siguiéndole el rollo.

Volkov continua sonriendo, sin embargo se detiene frente al elevador para mirar a Horacio de una manera más atenta.

-Es extraño porque de cierta manera me pareces conocido -Menciona mirándo cada pequeña cosita en su rostro, analizándolo, tal vez -, siento como si te hubiera visto antes, pero en realidad no recuerdo donde...

-¿En Instagram? -Pregunta de manera obvia, presiona el botón junto a las puertas y espera a que se abran.

-No, -Niega con la cabeza manteniendo su mirada en él, frunce el ceño como si intentara recordar - no recuerdo haber visto ninguna foto de tu rostro en Instagram. No soy un acosador, quiero dejarlo en claro...

Horacio ríe, las puertas se abren y ambos entran en el pequeño espacio. El de cresta presiona el número nueve en el teclado del elevador, con la intención de ir hasta su piso. Las puertas se cierran en sincronía después de unos segundos

-Siento que... de alguna manera te he visto sonreír antes. -Le responde, trata de acercarse, pero no demasiado -, tus labios tienen una especie de grieta aquí...

Volkov acerca su mano al rostro de Horacio, siendo cuidadoso de no tocarlo para no incomodar la situación. Señala al medio del labio inferior de Horacio.

Las manos de Volkov aún olían a plátano y chocolate, era delicioso...

Horacio levanta su mano y choca su mano con la de Volkov al querer tocar sus propios labios. El ruso parece sobresaltar y tener una especie de raro escalofrío, aunque no dice nada al respecto...

-¿Tengo una? -Pregunta lamiendo sus labios.

No le quita la mirada de encima. Volkov lame sus labios de manera inconsciente también al ver como Horacio lo hacía. Asiente con lentitud y de un momento a otro se encuentran más cerca de lo que ambos quisieran...

Horacio puede sentir el aliento de Volkov, él respiraba por la boca y tenía un leve aliento a café.
Por alguna razón no lució asqueroso para el de cresta, lució, más bien apetitoso...

-No sabía... que la tenía -Menciona bajando la voz. Horacio tragó saliva, apunto de levantar su mano para ponerla sobre la mejilla del ruso, las cuales estaban levemente rosadas.

Café Mentolado || VOLKACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora