V

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[H]

Horacio se había levantado cerca de las 6 p.m. del siguiente día, con un pie empujando su cara.

Quejó y se dio la vuelta cayendo del sillón, después, aún adormilado se levantó y vio en aquel lugar a su querido hermano, inconsciente y sin planes de despertar.

—Gustabo... —Habló Horacio con la voz más grave del mundo —, levántate...

El rubio dio la vuelta ignorando totalmente al contrario, Horacio talló sus ojos, bostezó y caminó hacia la cocina, donde se sirvió un vaso de agua y buscó su teléfono dentro de la mochila que ha iba usado el día anterior, cuando salió con Ford.

Se sentó sobre el sillón y dio un trago al líquido cristalino.

"¿Te apetece ir a comer algo?". Era el primer mensaje que se podía ver entre las notificaciones de Horacio.

El de cresta presionó la pantalla del teléfono, llegando a su chat con el señor Ford.

—Lo siento —Respondió Horacio en un mensaje —, tengo trabajo, pero podemos salir la próxima semana si usted quiere.

Luego de eso envió el Sticker de un gatito sonriendo con un corazón entre sus pequeñas patitas.
Ahora iba a dirigirse a Instagram, como todas las mañanas.

¡Tienes 10 notificaciones en Instagram!

Horacio abrió la aplicación y fue directamente hacia los avisos que le aportaba la red social. Entre ellos había lindos comentarios, like's en las últimas fotografías y demás cositas, sin embargo había un mensaje que había sido dejado esa misma tarde, unos minutos antes.

¡Viktor_V te envió un mensaje: "Espero que mi comentario no te haya ofendido, no lo he escrito yo. Lo ha escrito un gillipollas que cree que puede crear una vida social para mi".

Horacio presionó el perfil de usuario de aquella cuenta.
Oh, ahora lo recordaba, él no tenía ninguna foto. Era la persona que en su penúltima foto había hecho el comentario de "lindo...",

¿Cómo podría Horacio siquiera olvidarlo?, eso había sido algo extraño, pero en realidad no le ofendió ningún sentido.

Horacio se dirigió a la caja de mensajes, comenzó a escribir.

"Hahaha... no te preocupes, el que me llames lindo me hizo sentir bien, me gustan los cumplidos :)". Envió el mensaje con una leve sonrisa.

Dejó su teléfono sobre la mesa y se dirigió hacia la alacena, donde sacó una caja de cereales, (de esos que los niños comían, los que tenían diferentes colores en cada cereal), saco la leche y después mezcló ambos en un plato.

Un estruendo a otro lado de la habitación hizo que Horacio volteara la cabeza, Gustabo quejó estando ahora recostado en el suelo.

—¿Que hora es...? —Preguntó el rubio sin hacer esfuerzo para levantarse.

Horacio encendió su teléfono, ahí vio la notificación de un nuevo mensaje.

—Cerca de las 6:30 —Le respondió dejando de lado su cuchara, abriendo el  nuevo mensaje en su teléfono.

"¡Preparame uno de tus mejores experimentos!", el mensaje era de Ford y se refería a que hoy, como casi todos los días, iría al trabajo de Horacio tan solo para visitarlo.

Horacio prometió no enamorarse, pero  su perspectiva acerca de Ford cambió de un día para otro, ahora ya no lucia aterrador, era más bien... adorable.

¿Estaba bien mantener su promesa?.

Gustabo lo miró fijamente, después sonrió con una mirada pícara.

Café Mentolado || VOLKACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora