Who Said Anything About Falling In Love?

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Y finalmente llegó la esperada hora para su encuentro en el único de los lagos del Valle que seguía intacto y bello como siempre fue.

Greed caminó alrededor de este, con su camisa y tirantes de siempre, la única diferencia era que se había quitado la corbata y su sombrero se había quedado en el escritorio de su oficina, al igual que sus guantes, los cuales no se había sacado en un largo tiempo.

Respiró, apreciando el paisaje, que aunque no dejaba ver las estrellas era hermoso, porque era una de las pocas zonas que la devastación del capitalismo aún no había alcanzado, y era únicamente por la luz de la luna que era lo suficientemente brillante como para traspasar el humo.

Y ahí en tal hermoso paisaje, observó la figura alta y delgada del oji-azul, el cuál llevaba una sonrisa que brillaba incluso más que la propia luna que había sido testigo por más de una ocasión de la relación en desarrollo de estos dos. Vestía igual una camisa blanca, y pantalón de jean. Realmente nada formal ni fuera de lo común, pero Greed no podía evitar que los colores se le subieran a las mejillas.

Caminaron el uno al otro hasta que se sentaron al filo del lago, observando los reflejos del otro en este.

- Greed.- Habló Once para romper el silencio finalmente y de una vez por todas, no había tiempo que perder, es más el tiempo se agotaba.

- ¿Uhm?- Se limitó a mirar el lago ligeramente sonrojado, sin saber qué le diría el contrario y sin hacerse muchas esperanzas tampoco. Algo en los interiores del avaricioso esperaba que fuera una declaración o incluso explicación de por qué estaba a su lado después de todo este tiempo.

- Quería... hablar de algo importante, por eso te cité aquí.- Se rascó la nuca, nervioso. No le iba a decir que lo amaba, pero estar así con él era algo nuevo. Nunca habían tenido tiempo de hablar a solas, es que incluso el mismísimo mundo se detuvo para ambos.

- Espera, antes de que digas algo...- Habló el oji-verde por fin lo miró a los ojos, con la mirada más seria que ha tenido en su vida. - Yo...- Pero a través de esa seriedad se camuflaba una tristeza que solo Once pudo notar. - Lo siento tanto.- Sonrió con ese par de ojos cristalinos que amenazaban en ponerse a llorar.

Y ante la disculpa, el oji-azul solo le sonrió como siempre lo hacía, sin siquiera forzarlo.

- Está bien.- Le acarició la cara y cambió su sonrisa por una expresión preocupada, definitivamente ahora ya no tenía el corazón ni las agallas para decirle lo mierda que era su familia, pero tenía qué.

Si lo amaba tenía que sacarlo de esa fantasía para que no lo lastimaran más.

- Yo... quería hablarte sobre tu familia.- Retiró su mano del rostro pecoso contrario al ver la expresión de Greed cambiar a una incluso ligeramente enojada. - Sé que no tengo el derecho de meterme en tu vida, mucho menos con tu familia.- Siguieron viéndose a los ojos con seriedad y fiereza, a la expectativa de que diría o haría el contrario. - Pero necesito que te des cuenta del daño que te han hecho todo el tiempo.-

Greed frunció el ceño, casi viendo al contrario de forma irónica.

- Lo sé, ¿cuál es el punto?-

- A lo que quiero llegar es que, si queremos hacer algo por el Valle, y no sólo por el Valle... Si no, por ti; debemos alejar a tu familia y acabar con todo esto.-

Y esa fue la gota que derramó el vaso de la paciencia de Greed.

- Es decir, ¿quieres que decepcione más a mi familia? Pensé que entre los dos encontraríamos una manera de salvar el Valle y dejar de cortar árboles de Trúfula sin perjudicar la empresa.-

¿Qué?

- Ahora que por fin había conseguido la aceptación mínima de mi familia, ¿haces esto?- Continuó el millonario.

- ¿Hacer qué? ¡¿Preocuparme por ti?!- Frunció el ceño de igual manera, esto no podía salir peor, debía tratar de mantener la compostura, pero era casi imposible.

Solo quería cuidarlo y amarlo como se merecía, entonces... ¿Por qué? ¿Por qué no lo entendía?

- ¡Exacto!- Greed se llevó el cabello hacia atrás, claramente frustrado. - ¡Ni siquiera entiendo por qué sigues aquí!-

- ¿A... qué te refieres?-

- ¡Me refiero a que no entiendo porque sigues a mi lado, o por qué te preocupas por mí!- Las lágrimas que antes había guardado para sí mismo salieron. - No entiendo por qué sigues perdiendo tu tiempo conmigo...- Greed-ler se levantó seguido por el contrario.

Y Once entonces empezó a llorar también, solamente que su llanto era de rabia. Su cara estaba roja, y sin pensarlo dos veces le gritó a la cara.

- ¡PORQUE TE AMO!- Y seguido se tapó la boca, la había cagado, se supone que eso no debería haber salido. Respiró profundo, cerrando los ojos, queriendo que la tierra lo tragara.

- Y-yo...- La voz profunda de Greed se rompió en mil pedazos, sin saber qué hacer. No lo entendía, para nada. Después de todo el daño, después de ser una carga para él... ¿se había enamorado? Su corazón estaba acelerado, sus mejillas tintadas del rojo vivo. Temblaba, tenía miedo de lastimarlo, pero sentía que todo lo que dijera lo iba a hacer de todas formas, ¿cómo expresarle el miedo que tenía a abrirse a él y que lo lastimara? Así que dijo lo primero que sus sentimientos conflictivos le permitieron. - ¿Quién dijo algo de enamorarse?-

- ¿Qué...?- Casi y se podía oir su alma y corazón rompiéndose al unísono.

- Debes estar confundido, es una pérdida de tiempo y un error enamorarse de alguien como yo.- Bajó la cabeza.

- Greed...- Continuaron llorando, llenando con sollozos la bella noche carecente de estrellas.

Oncie tomó la cara contraria entre sus manos, para hacer que lo viera.

- Este es mi error.-

Up To No Good - Oncest. [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora