Cap. 16
Sureyya se volvió y lo miró.
- Ah, Kerem, él es Yusuf Rehsan, el nuevo compañero de la Universidad.
- Sí, ya nos conocimos- afirmó Kerem, con mal talante.
Yusuf sonrió ligeramente. Sureyya notó que Kerem estaba extraño.
- Yusuf nos comentaba que cocina muy bien.
- Qué bueno- dijo Kerem- ahora, si me disculpan voy a seguir estudiando.
- Muy bien. Yo también me disculpo, voy a acomodar mis cosas- dijo Yusuf.
Sila le sonrió.
Sureyya y ella se marcharon.
- ¿Ya viste? Es bastante guapo.
- No me fijé.
- Obvio que no. Porque yo sé que Kerem te gusta.
- Claro que no, no es eso, lo que pasa es que tú ves de más.
- Yo sólo digo lo que veo.
- Ya déjame en paz, ¿quieres?
Sila se marchó sonriendo, pero segura de lo que había dicho.
En tanto, Kerem estaba molesto. No sabía cómo reaccionar. Le había molestado ver a Yusuf con Sureyya.
- Pero, ¿por qué me molesto? Uf, si Sureyya y yo no somos nada. No, eso está mal.
Se dispuso a seguir estudiando, pero no se podía concentrar.
Sureyya también estaba concentrada, pensando en lo que Sila le había dicho.
Pero no, ella bien sabía que debía olvidarse de Kerem, a como diera lugar.
Para despejarse un poco, bajó por un café. Ahí encontró a Kerem.
Éste se sorprendió al verla. Ella iba a marcharse, pero Kerem la detuvo.
- Espera...¿querías algo?
- Sólo café. ¿Y tú?
- No podía concentrarme. Pero aquí vengo a estudiar mejor.
- Ya veo, Selim no te deja.
Kerem negó.
- Selim salió.
- Ya veo. Pero está Yusuf arriba.
- Sí, exacto. No quería estar ahí solamente.
- Pensé que Yusuf te haría compañía- observó.
- No, no es necesario ahora.
Sureyya notó algo rara la actitud de Kerem pero ya no ahondó en ella.
- Siéntate, te sirvo.
Pero Kerem negó.
- No, deja, yo quiero atenderte, ¿ok? En la casa, cuando vayamos, verás que vamos a ocupar mucho tiempo la cocina. Soy muy bueno en eso.
- ¿En serio? Bueno, me imagino. ¿Qué tal eres para las matemáticas?
- Casi tan bueno como tú. Y quizás ahora más, he practicado mucho- añadió dándose importancia.
Sureyya sonrió.
- Pues, creo que sí te voy a creer.
Estuvieron riendo un buen rato. De pronto, Kerem se quedó estático.
- Sureyya...no sabes lo mucho que ha cambiado mi vida desde que volvimos a reunirnos.
- Para mí también ha sido muy agradable.
Aquel idilio lo rompió Yusuf.
- Perdón...no sabía que estaban aquí.
- No te preocupes, Yusuf- dijo Sureyya.- Kerem y yo sólo vinimos por un café. ¿Gustas uno?
Kerem no estaba para nada contento con la llegada de Yusuf.
- ¿Padeces de insomnio muy seguido?- preguntó Kerem.
- No mucho, ¿por qué?
- Es que pensé que querías descansar.
Sureyya notó que Kerem estaba un poco agresivo.
- Tal vez el café está muy cargado.
- Así me gusta- dijo Yusuf.
Kerem arqueó los labios.
- El mío me gusta más ligero- aseveró Kerem.
- Son diferentes.- dijo Sureyya.
- Aunque creo que tenemos los mismos gustos- dijo Kerem.
- ¿Perdón?
Yusuf intervino.
- Sí, creo que a los dos nos gusta el café, ¿cierto?
Sureyya recobró la tranquilidad. Pero Kerem casi lo fulmina con la mirada.
- ¿Piensas pasar mucho tiempo en Estados Unidos, Yusuf?- preguntó Sureyya.
- No lo sé, depende del avance de mi carrera.
- Pues tal vez no te podremos acompañar más tiempo. Sureyya y yo volveremos a Estambul pronto, ¿cierto, Sureyya?
- Sí, así parece- dijo ella.
- Qué lástima. Digo, son los pocos amigos que he conocido hasta ahora en Estados Unidos, y que se tengan que ir.
- No te preocupes. Estarán Sila y Selim- agregó Kerem- nosotros pronto nos marcharemos.
- Y...¿ustedes son novios?
Ambos palidecieron.
- No, somos amigos desde la infancia- dijo Sureyya.
- Pero somos...muy unidos, ¿cierto, Sureyya?- insistió Kerem, acercándose a ella.
Yusuf notó que Kerem estaba celoso. Sureyya se sentía feliz por un instante de lo que creyó era una manifestación de amor del heredero de los Haktanir.
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Mi Estrella
FanfictionKerem Haktanir se encuentra en Estados Unidos y allá vuelve a encontrarse con una amiga de la infancia: Sureyya. Para ella es el amor de su vida. Él parecía no verlo...¿será que Sureyya jamás llegará a quererla?