Capítulo 9

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Cap. 9

Mientras el novio de Ariadna entraba a verla, Sila y Selim conversaban.

- Qué bueno que pudimos venir a verla- dijo Selim.

- Sí- respondió Sila- realmente creí que no llegaba a tiempo.

Sureyya añadió.

- Pasó una mala noche, sobre todo porque el médico que la revisó no fue el que la intervino, ¿cierto, Kerem?

- Así es, no tuvimos noticias en un buen rato. Por eso dormimos un poco en lo que llegaba el médico de turno.

Sila entrecerró los ojos. El novio de Ariadna salió. Todos entraron.

- Vengan, quiere vernos a todos.

Avanzaron hasta la habitación.

- Gracias a todos, por venir- dijo la joven.- Como decimos en mi tierra, "eukaristos".

- De nada- dijo Sila- nosotros decimos Teserküller.

- Pues como se diga, pero realmente les agradecemos mucho- dijo su novio.

- Bueno, ahora hay que dejarla descansar hasta que la den de alta- dijo Sureyya- ¿cuándo saldrás, linda?

- Pues me dijeron que hoy mismo.- contestó Ariadna.- Pero yo no quisiera darles molestias.

- No será así- dijo Sila- te cuidaremos nosotras.

- Y yo también iré a verte- dijo su novio.

Kerem sonrió. Todos estarían al pendiente de la muchacha.

- Lamento interrumpir la reunión- dijo el médico- pero la enfermita tiene que descansar.

Todos hicieron un gesto de desanimación pero aceptaron de buena gana.

Afuera, Kerem se estiró.

- Tienes sueño, ¿verdad?- preguntó Sureyya.

- Sí, un poco- dijo él- tú también debes estar cansada. Ven, vamos para que vayas a descansar.

- Sí, está bien.

- Espera, voy a hablar con Selim un momento.

Sila se acercó a hablar con Sureyya.

- Así que...durmieron juntos- dijo incisiva en tono de broma.

- Para nada...aunque sí, él estaba en una silla y yo en otra.

- Ah, ya...pero de todos modos se quedaron aquí durmiendo. Qué tierno de parte de Kerem, ¿no crees?

- ¿Por qué lo dices?

- No sé, fue un bonito detalle. Acompañarte mientras esperabas noticias de tu compañera enferma.

- Lo hizo porque también la aprecia- dijo Sureyya- pero no tienes que decirlo en ese tono.

Kerem dijo.

- Creo que darán de alta a Ariadna en un rato. Selim dice que él y Sila la esperarán. Ven, te llevo a descansar, Sureyya.

Sila le dio un codazo.

- Anden, váyanse tranquilos. Selim y yo nos quedamos un rato.

Sureyya asintió.

- Está bien, estoy que me caigo de sueño.

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