Capítulo 4

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Capítulo 4

Sin embargo, fue la señora Macide quien llamó a Sureyya.

- Hola, linda- dijo la señora.

- Buenas tardes, señora- saludó ella cordialmente.

- Dime, hija, ¿todo bien?

- Creo que sí, señora. Ya hablé con Kerem- dijo la joven.

- ¿De verdad? Me alegro mucho- insistió la señora.- ¿Y ya lo viste?

- No, de hecho, creo que después nos veremos. Por ahora, creo que está algo ocupado, no quiero molestarlo.

- Pero si no es molestia...

- No se preocupes por mí, señora. Donde estoy me encuentro muy bien. En cuanto se pueda, veré a su hijo.

- Está bien, Sureyya, pero me gustaría mucho saber que no estás sola allá.

Sureyya asintió y se quedó pensando un momento.

- No, señora, no estoy sola, de hecho ya conocía algunas chicas aquí y estoy muy bien. En cuanto pueda, me comunicaré con Kerem, yo misma le diré que le llame.

- Está bien, Sureyya, me siento más tranquila. Cualquier cosa, no dudes en llamarme.

- Claro, señora, pierda cuidado.

La llamada terminó. Sureyya se dirigía de nueva cuenta al departamento de estudiantes, pero Sila la llamó.

- Sureyya...

- ¿Eres tú, Sila?

- Sí, soy yo. Oye, dime, ¿en dónde te encuentras?

Sureyya le dio la dirección del lugar donde se encontraba.

- Pues no te muevas de ahí. Ariadna, sus amigas y yo vamos por ti en el auto del novio de nuestra compañera.

- Está bien, pero, ¿a dónde vamos?

- Vamos a la casa de una de las amigas de Ariadna. Vamos a festejar tu llegada, ¿recuerdas que lo hablamos ayer?

- Sí, pero...no sé...-comentó Sureyya- tengo tarea.

- No te preocupes, sólo es un ratito.

- Bien, sólo porque no quiero quedarles mal y no quiero que vengan a buscarme y no me encuentren- sonrió.

- Gracias, Sureyya. Vendrán los chicos del otro edificio, así que nos podrás conocer a todos.

Sureyya asintió y les dio la ubicación.

Mientras ella esperaba, Kerem se preparaba con Selim para salir.

- ¿A dónde vamos?

- A casa de Giorgos, el novio de Ariadna. Ahí nos vamos a reunir todos.

- Pensé que iba a ser aquí- comentó Kerem.

- No, es que de última hora decidió Ariadna que las chicas se reunieran ahí y su novio nos mandó la ubicación.

Kerem se mesó la barba.

- Bueno, está bien, pero no vamos a tardarnos, ¿eh?

- Claro que no, sólo será un rato. Anda, vámonos.

Las chicas se dedicaban a colocar globos y a acomodar los bocadillos.

- Ya casi está todo listo- dijo Sila- fue buena idea venir al departamento de tu novio, Ariadna.

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