21. Lavando algo

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Hola, tanto tiempo, espero te encuentres bien.

Este shot es tranquilo, ¿Quizá algo dramático? No tengo idea, pero para mí sigue siendo igual de dulce porque ellos lo son el uno con el otro.

De antemano muchas gracias por leer y darle una oportunidad, espero disfrutes la lectura.

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No era tan incomodo como lo habían esperado, de hecho no era en lo absoluto incomodo. Siempre tuvieron esa buena vibra entre ellos a pesar de que la cortaron por voluntad hace tres años.

Reina había organizado una fiesta en su casa, y había invitado a su círculo más cercano para celebrar que finalmente quedó embarazada después de muchos años intentándolo. Y pese a que no bebió en lo absoluto, se terminó cansando igual que el resto y necesitaba urgente una cama.

Fue por eso que Hiroto, su hermano de toda la vida, se ofreció a lavar los platos mientras el resto de adultos dormitaba por la casa. Estaba todo silencioso esa noche de verano, al menos hasta que unos pasos y una brusca inhalación lo distrajeron de la tarea.

No habló con Midorikawa en toda la noche, y allí estaba el mismo queriendo excusarse. — Quería lavar los platos...

. — Puedes ayudarme si aun quieres—. Y le sonrió, porque jamás le tendría manía a ese hombre que alguna vez estuvo en sus brazos.

Y ahí estaban, tiempo presente, con Hiroto teniendo las manos enterradas en la pileta de la cocina restregando unos utensilios para pasárselos al matcha que esperaba para secarlos y guardarlos donde correspondía. El silencio era absoluto y reconfortante.

Hasta que Midorikawa decidió romperlo. — ¿Cómo has estado? —. Se escuchaba cansado, y es que quizá comió y bebió de más al ver que su ex marido estaba en la misma fiesta que él.

. — He estado bien, sí... ¿Tú?

. — También, también... ¿Está bien Kariya?

. — Sí, este año incluso se ha graduado y se prepara para los exámenes de entrada a la universidad, ¿No lo sabías?

. — No hablo con él hace dos años—. Había intentado mantener el contacto con el chico el primer año de separación, pero le pegó tanto la culpa de sus acciones que directamente se salió de la vida de los dos. Se arrepentía.

Y Hiroto ató cabos con aquellas palabras. — Eso explica porque deje de recibir noticias tuyas...

. — ¿Preguntabas por mi? —. Su tono mezcla de incredulidad y fascinación lo decían todo.

. — A cualquiera que pudiera saber algo.

. — Hiroto...—. No lo miraba a la cara, no podía. Siguió secando los platos antes de apilarlos uno por uno. Estaba tan concentrado en la faena que casi dejó caer el siguiente por rozar la mojada mano del pelirrojo. — Perdóname.

Lo dejó ir con una cansina risa. — Todos podemos ser despistados de vez en cuando.

. — No, no me refiero al plato—. Su respiración se hizo errática de los nervios, porque siempre le tuvo pánico a los escenarios ficticios que se hacía. — Hiroto, en serio perdóname.

. — Ryuuji...

. — Me arrepiento de habernos divorciado—. Soltó la bomba, procediendo a dejar de limpiar el plato quedándose quieto. — Te hice pasar por todo eso para ahora yo arrepentirme, en serio-

Honey HoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora