6. Pillow Talk

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¡Hola angelitos!

¡Quiero darles las gracias por sus bellas visitas, estrellitas y comentarios! Son el verdadero motor e inspiración para escribir, en serio que muchas gracias por tomarse la molestia de dejármelos.

El shot de hoy es bastante tranquilito y normal. Decidí dejar el titulo en su idioma original porque es todo un término para describir algo en específico con las parejas, espero haberlo utilizado de forma correcta.

Dicho eso, esto debió minimo ser 2000 palabras más corto de lo planeado jaja pero me deje llevar como siempre, igual no estoy decepcionada con el resultado.

Esta es una corta historia tranquila y relajada, y espero conseguir el efecto de que lo lean y les haga sentir bien, ya me diran :3

Disfrutenlo :D

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Desde que empezaron a salir, notaba que cada vez que le llamaba por el nombre a su pareja, este parecía guardarse las ganas de algo.

Notaba que no le pasaba con los demás, solo con él.

Con su hermana estaba bien, con los niños del Sun Garden estaba bien, con sus compañeros de trabajo estaba bien e incluso en cosas tan ordinarias como en el Starbucks o que Masaki lo tuteé con su nombre estaba todo bien, todo tranquilo y sin problema alguno.

La cosa pasaba cuando era Midorikawa quien lo llamaba, y al hombre de rodete le había llevado años entender que lo que pasaba por la expresión de Hiroto cuando repetía su nombre una y otra vez incluso en sus momentos más íntimos, como cuando lo hicieron detrás del estacionamiento de un lugar de comida rápida, eran unas ganas inmensas de corregirlo.

No corregirlo en el sentido de darle unas buenas nalgadas o tener una sesión intensa de sadomasoquismo, no, no. Corregirlo en la forma de que parecía que siempre algo en sus oraciones con su mencionada persona andaba mal.

Midorikawa sabía que esto se intensificaba en el sexo, cuando gritaba su nombre al ritmo de la pasión, pero ninguno de los dos tenía valor para aterrizar en el tema y charlarlo como la supuesta pareja sana que eran. Más encima a veces después de mantener relaciones, Hiroto le daba un beso comentando lo hermoso que era y se daba la vuelta para dormir que mañana había trabajo. Y él, culpable también, copiaba sus acciones quedándose ambos esperando el mañana, donde la rutina se repetía.

Puede que no fuese tan perceptible en cuanto a leer el ambiente se refiera como Hiroto, pero había aprendido a prestarle atención a las personas que rodeaban su día a día, porque en eso se basa la preocupación, en notar cuando un ser querido no está bien. Y Hiroto no estaba bien.

Y estuvo peor tras el aniversario de muerte de Kira Hiroto.

Una ceremonia que le confesó no le gustaba, le hacía mal. Pero cada vez que Midorikawa buscaba que se abriese con el tema, Hiroto no quería continuarlo, diciendo que a la larga no tenía importancia realmente para luego el siguiente año pasase lo mismo.

El misticismo de Hiroto siempre fue algo que lo había atraído sobre él, y es que la curiosidad mató al gato. Aunque en este caso, Midorikawa no solo no fue asesinado sino que fue recompensado con la persona más importante en su vida. Pero las relaciones eran intercambios equivalentes.

Uno puede tener sus secretos, pero cuando dichos secretos te hacen daño es correcto compartirlos, sacarlos del sistema. Hiroto en su juventud le había ayudado abrirse a lo que era el sobreesfuerzo que ponía en las cosas y donde no ponía esfuerzo en gustarse a si mismo intentando gustarle a los demás. Ahora Ryuuji buscaba hacer lo mismo por él, no como una deuda sino más por el sólido propósito de ayudar a su amigo y amante.

Honey HoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora