1. En un cuento de hadas

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¡Hola, guapetonas!

¡Arrancamos con todo! Porque este one shot ha quedado larguito, larguito~

Desde que publique esto estuve pensando en la idea para el del día de hoy, y costó bastante. Pero hace 3 días me acorde de la obra de arte de Zibiremu (publicidad descarada, seguidle en twitter que dibuja de putaza madre) que fue la mayor inspiración para lograr escribir todo esto.

GOKimidori (en realidad yo pero bueh) presenta: ¡Eros y Psique! Una adaptación libre y descarada del mito griego.

Y es que los mitos griegos son como cuentos de hadas, ¿No?... ¿No?

Pero bueno, esto fue lo mejor que me pudo salir, y eso que pase desde ideas como pensar directamente que película de Disney iba a copiHOMENAJEAR SÍ HOMENAJEAR hasta conceptos tales como el caballero que va a salvar al príncipe y se enamora del dragón, aunque eso iba a ser más TatsuMido xdxdxdxd.

Esto es pura diversión, humor rojo, así que les recomiendo no tomarselo en serio, y como ultimo detalle, ya que transcurre en europa yo he usado ¡Sí! Los nombres europeos, y es que Cris me pega mucho el querer usarlos xdxdx

Pero bueno ya no molestó más que ya de por sí esto es laaaaaargo

¡Gozen!

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Hubo una vez un orfanato, allá lejos en lo que se conoce como la antigua Grecia, muchísimo mejor que la joven Grecia, porque la antigua poseía criaturas fantásticas, no tanto como yo, pero por ahí venían.

En ese orfanato residían unos cuantos jóvenes, pero uno de los más mayores destacaba (y no porque aun no tuviera empleo estable o siquiera mudado), puesto que con un cabello verde capaz de camuflarse con el fresco pasto de las mañanas, brillante como si también hubiese sido rociado matutinamente, y más encima teniendo una piel como si el propio dios Helios la hubiese llenado de besos desde su concepción, uno puede resaltar bastante.

Ah, y no olvidemos los ojos, aquellos ojos sin tonalidad definida, que eran de una negrura tal que en vez de hacerte recordar las más horribles profundidades del inframundo, tenían semejante brillo peculiar que también homenajeaban mas a un espejo que solo podía reflejarte con afecto y paciencia.

Sí, Jordan era alguien que llamaba la atención, más aun siendo joven y soltero.

Pero él era más que apariencias, más que un pancete Bimbo recién sacado del horno y glaceado con sensualidad. Puesto que siempre cuando el sol estaba en una posición donde no mataba y dejaba tibia el agua del lago favorito del chico, era que este se iba a la punta del mismo para juguetear un poco con los pies y acariciar los dientes de león que crecían en las orillas. Y una vez completado ese ritual, se ponía a leer el libro que desde su nacimiento le había hecho compañía.

"Refranes de ayer y hoy"

Oh, como lo amaba, incluso se esforzó para aprendérselos todos de memoria, no importaba cuanto le costase al principio. Y eso le ganó marcar su personalidad como "el pesado que tiene algo que acotar para todas las ocasiones". No podía evitarlo, es que le encantaban.

Y eso, a su parecer, le valió también fama de filósofo, de sabio, de pensador, puesto que hombres de todas partes venían a pedirle un refrán. No un consejo, sino un refrán, algo que los inspire a hacer una acción. Y Jordan a decir verdad estaba encantado con la atención que recibía, hasta pensaba incluso escribir su propio libro ya que venían tantos hombres a pedirle palabra.

Honey HoneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora