IX

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Una semana ha pasado desde que Tae y sus amigos quedaron en reunirse en la casa del nombrado. Es fin de semana, un día fresco frío porque pronto será invierno. El cielo estaba despejado, la brisa helada estaba presente. En si, era un un sábado muy lindo.

La pareja Kim, especialmente el Omega, estaban realmente emocionados. Todo lo que estaban viviendo con su hijo, les haca volver años atrás. Más aún, porque no tuvieron esa oportunidad con Nam.


🐻

El menor de los Kim corría por las escaleras, subiendo y bajando con cosas. Estaba toda la familia preparando la casa para recibir invitados, desde Taehyung hasta Siwon. No le vieron de mal gusto hacer una reunión más grande, con los amigos de cada integrante de la familia. Esta era la primera vez que un extraño pisaba la casa Kim.

El patio era amplio, lo suficiente como para que todos los invitados estuviesen cómodos. A la reunión estaban invitados los doctores más importantes, los chicos populares de la universidad y, bueno, los amigos de Tae.

- ¡Kim, no encuentro las servilletas! ¡¿Dónde las guardaste?! - A pesar de que todos llevaban el mismo apellido, sabían a quienes se referían cuando los llamaban por este.

Después del gritó de su esposo, Sungmin subió las escaleras del sótano para acercarse a la cocina. - Pues... - Dio un vistazo por encima de la cocina. - Allá - Señaló un rincón a lado del lavadero.

Won las tomo y se acercó para darle un beso en la frente. - Tienes superpoderes, amor.

- Ish... - Chisto Namjoon, quién tenía varias cajas encima.

Ambos se sonrojaron y rieron. - Algún día me quejaré en frente de ti y mi yerno. - Bromeó Sung.

A Nam se le escapó una sonrisa, anhelaba con ansias el día en que el Omega paliducho lo acepte como su alfa oficial. Porque si, desde ese día no se ven tanto, se escriben si, pero no han salido ni una vez formalmente.

Taehyung bajo la escalera apurado y con una cara de preocupación.

- ¿Que paso? - Cuestionó su hermano al verlo.

- Una tira de los bombillos del patio está quemada. Ninguno de las bombillas enciende. - Dijo esto como si fuera el peor problema del

El chico asintió y corrió hasta la puerta del garaje, tomo las llaves que estaban en la mesita de un lado y salió rápidamente.

La tienda quedaba un poco lejos de su casa, por ende fue un camino un tanto largo. Para no sentirse solo prendió la radio, canciones pegadizas estaban en el aire. Con mucha emoción cantaba algunas.

Después de un rato en camino, llegó al supermercado. Bajo del auto y entró. No era la primer vez que iba solo, ya que su hermano le guío y enseño como hacer las compras. Aunque parezca una tarea fácil, estamos hablando de Kim Taehyung, un Omega que nunca tuvo contacto con el mundo.

Dentro del edificio el joven tarareaba la canción que venía escuchando. Definitivamente cuando llegue a casa a descargará.

Se paseaba entre los pasillos observando los productos, un momento se olvidó de su propósito original. Al recordarlo, camino hasta la zona de ferretería, donde una chica alfa le atendió.

- Muy buenos días, ¿En qué puedo servirle? - Buenos modales, pensó Taehyung.

- Hola, vengo en busca de seis bombillas de tono amarillo. Por favor. - Pidió amablemente.

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