ᴜ ɴ ᴛ ɪ ᴛ ʟ ᴇ ᴅ #1

6

La confusión que sentí cuando caí de sentón al suelo fue sustituida por el miedo que me provocó ver el rostro enojado de la madre de Lesly y Nathan.

"—¿Qué haces aquí? —me gruñó la mujer al abrir la puerta de la casa.

—Vine a ver a Nathan —murmuré, algo intimidada por el tono de voz.

Sin embargo, en ese momento no me importaba el miedo quien e pudiese sentir. Estaba ahí para pedirle disculpas a Nath por la discusión de dos semanas atrás. Había dicho que mandaría a la mierda mi estúpido orgullo y que aceptaría que no tuve que haber sacado los trapos sucios.

Pero no tuve oportunidad.

—Está en el hospital, tuvo un colapso por su enfermedad.

Ahí, el mundo se detuvo para mí.

¿Enfermedad? ¿Qué enfermedad? ¿Estábamos siquiera hablando de la misma persona?

Por un segundo, creí que sería una mentira, pero su rostro me decía lo contrario. Podía odiarme, pero ella era madre y el hecho de que su hijo menor estuviese sufriendo le impedía deleitarse con mi desgracia. Balbuceé algo que ni yo misma pude entender.

—¿Nunca te lo dijo? Tiene leucemia, se la diagnosticaron siete años. Está muy mal, posiblemente no sobreviva.

Realmente quise que su crueldad hacia mí la hiciera tan buena actriz. Dio una larga perorata, pero yo solo escuché frases aisladas.

Posiblemente no sobreviva.

No queremos que vayas a verlo, no le harás bien.

Desaparécete. No te queremos aquí.

Y solo pude huir".

Una fuerte bofetada surcó mi rostro. Los gritos de la mujer reprochándome llegaron con un una estridencia sin igual a mis oídos. Me levanté como pude, noté a Lesly paralizada en la puerta, su gesto de espanto y a Nathan sosteniendo a su madre por la cintura. La mujer tiraba de mi cabello, vociferando.

—¡Mamá, suéltala! —pidió Nath, al borde de las lágrimas, tirando de ella para alejarla de mí, lo cual hizo que la intravenosa se tensara. Sin embargo, no cedió.

Era todo tan rápido, tan borroso, tan estridente...

Entre mi forcejeo, logré soltarme y alejarme. Mi espalda chocó contra la pared fría, mi respiración estaba agitada. Mis ojos enfocaron a un par de enfermeras sosteniendo a la madre de Nath. ¿Cuándo habían llegado?

Una tercera enfermera trataba de hacer que Nathan se acostara, siendo ayudada por Lesly. Pero él no se dejaba, chillaba mi nombre y trataba de soltarse empujando su cuerpo en mi dirección.

¿Qué está pasando?

El cable de la intravenosa se tensó mucho más, terminó soltándose.

Un par de gotas de sangre cayeron al piso. Mi mente le hizo una pausa al mundo.

La máquina que monitoreaba los latidos de Nath pitaba como loca. Me había acostumbrado a ella tanto que mis sentidos la omitían. Tal vez empezó a sonar más de lo normal desde unos minutos atrás, y por eso las enfermeras habían llegado, así como la madre de Nath.

Mierda. ¿Tenía que tener tanta mala suerte? ¿Y tenía que ser Nath una víctima de eso? Desde que se me había confesado, solo habían pasado cosas malas en su vida. El divorcio de sus padres, la traición de su mejor amigo, las burlas de sus compañeros, y ahora, estar ingresado por la leucemia. En poco más de un año, había sido tan desgraciado como nunca antes en su vida.

Era mi culpa, estaba convencida de eso. Sentía todo darme vueltas, el mundo me pesaba.

Era horrible, abrumador.

"—¿Pasó algo? —se sentó a mi lado en el suelo de tierra. Abrazando mis rodillas, negué—. Entonces, ¿por qué te escondiste cuando venía con los demás?

—No quiero que estés conmigo, Nath —mascullé, sorbiendo por la nariz. Su rostro se deformó por el miedo—. Si estás conmigo, van a empezar a pasarte cosas malas. No quiero que mi mala suerte te afecte, todo el mundo termina yéndose por eso.

—¿No quieres que yo me vaya? —negué, avergonzada—. Entonces no lo haré, te lo prometo."

Yo era una miedosa. Una miedosa con mala suerte.

Nuestras miradas se cruzaron. Pude ver el miedo en sus ojos, y él en los míos algo que nunca he podido determinar. Todo volvió a su velocidad para mí cuando alguien me sacó de la habitación a tirones.

Mi alma se comenzó a desgarrar, pero yo estaba totalmente convencida de que era lo mejor.

Lo mejor para Nath, porque para mí no lo era.