Cap.5 - Triste pasado-

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Junmyeon – Suho

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Junmyeon – Suho

Seguí besando la blanquecina piel de su pecho dejando algunas marcas sin darnos cuenta que con mis acciones y mis feromonas incite el celo de mi ovejita, poco a poco se puso más caliente y su olor a caramelo comenzó a expandirse por todo el cuarto.

-Ovejita- dije sorprendido alejándome de su cuerpo viéndolo a los ojos su celo comenzó.

-No sé qué me pasa, aún faltaba mucho- dijo entrecortado jadeando por el deseo y apretando sus piernas, sabía que si seguía en ese lugar era imposible no marcarlo como mío, sin embargo teníamos un plan con los chicos aun no podía hacerlo, estaba tan envuelto en mis pensamientos que no me di cuenta que el lado omega de mi ovejita había tomado el control y comenzó a dejar besos en mi cuello.

-Ovejita debo traerte supresores, a pesar de que te deseo con mi vida no podemos aun no- le dije reteniendo a mi lado alfa que luchaba por salir.

-No Suhito si te tengo no necesito supresores- señalo con un dulce puchero y esos ojos repletos de inocencia, estaba volviéndome loco no debía ceder aún no.

-Ovejita por favor aun no primero quiero casarme contigo- dije con las ultimas fuerzas que me quedaban no obstante todo se fue a la mierda cuando al tratar de alejarlo toque su piel y el soltó un fuerte gemido, olvide lo sensible que se había vuelto, sabía que estaba arruinando algunas y cosas y quizás los chicos me matarían pero ya no podía contenerme.

De un empujón lo volví a acostar en la cama, mi lado alfa y mi celo habían caído por esa dulce carita de ángel, comencé a torturar sus bellos y ya medio rojizos botones con mi boca mientras una de mis manos comenzaba a deshacerse de las prendas restante.

Al dejarlo completamente expuesto vi su cuerpo, era como una bella flor que se abría solo para mí.

-No sabes cuánto me enamore de ti, desde el primer momento en que te vi- le dije con la única parte racional que me quedaba, a pesar de que no era aficionado a las cosas dulces, su aroma a caramelo era el mejor que había sentido en mi vida, me podía volver adicto a él.

-Mi alfa, ven a mi alfa- eran los balbuceos que salían de su preciosa boca.

-Cariño tranquilo debo prepararte esto te dolerá si no lo hago con delicadeza- señale sabía que mi ovejita era virgen, que yo sería su primera vez, además de eso sabía muy bien que no debía ser brusco con él, pero cuando roce su hermosa entrada con mis dedos, lo sentí estaba muy lubricada más de lo que me imaginaba- estas mojado ovejita- señale llevando mis dedos embarrados con su esencia a mi boca.

-Alfa, mi alfa- decía con jadeos, ya no podía jugar más mi lado animal comenzó a nublar mi razonamiento, al principio metí un dedo a su apretada entrada escuchando un pequeño quejido de la boca de mi ovejita, con calma trate de distraerlo besándolo de nuevo, con calma metí otro dedo haciendo movimientos de tijera para dilatarlo sabía que a pesar de mi trabajo le dolería bastante, pero al menos seria menos.

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