Las dos caras de una misma moneda...

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Unos meses después la madre de Shang Qinghua muere, y el pequeño omega se encuentra destrozado por la pérdida de su madre, y como si fuera poco su padre ha decidido mudarse por unos años a Estados Unidos, para que su hijo termine su primaria y secundaria, y de ser posible inicie sus estudios universitarios en aquel país, así que los pequeños se deben separar, quien sabe por cuánto tiempo.

-¿Es necesario que te vayas?

-Papá dice que es por un tiempo...tiene negocios que atender allá y además quiere alejarse de todo lo que le recuerda a mi mamá

Dando un largo suspiro – bien entonces tendremos que escribirnos, mientras mi tío me permite tener mi cuenta en Facebook

-Papá también me dijo eso, cree que es buena idea que nos mantengamos en contacto...

- ¿Cuánto tiempo estarás fuera?

-Bueno – haciendo cuentas con sus dedos – tengo ocho años, voy en tercero de secundaria – girándose para ver a MoBei-Jun con una ceja levantada – es una ventaja de ser un sabelotodo – dando una enorme sonrisa – la carrera en la universidad tarda más o menos seis años...yo creo que unos ocho años más

-Es demasiado tiempo – haciendo cuentas – yo estoy en primero de secundaria, además de que quiero estudiar administración...bien para cuando llegues y nos casemos tendré al menos dieciocho años

- ¡Eso es genial Dawang! – dando una enorme sonrisa

-Bien pero espero que no se te olvide que serás mi omega...

- ¡Claro que no! – formando un puchero – yo voy a mantener mi promesa...

-Más te vale – mirando de reojo al omega

Shang Qinghua parte hacia Estados Unidos a la mañana siguiente; y siempre fiel a su promesa se mantiene en contacto con MoBei-Jun mediante mensajes de correo electrónico, allá en Norteamérica hace nuevas amistades, y pasa sus días entre la secundaria y la sede de la empresa de su padre, y sobre todo ha encontrado un hobbie que poco a poco se vuelve su verdadera vocación, ser escritor y comparte con sus nuevos amigos sus ideas para futuros libros.

Seis años después...

-Es mucho fanservice ¿Por qué no lo cambias?

- ¿Eh? Pero hermano pepino...

-Qingqiu tiene razón – mientras da una mordida a su emparedado – es mucha complacencia deberías escribir más lo que a ti te gusta, después de todo es tu libro

- ¿De verdad crees eso Qingfang?

-Deberías escucharlos, o acaso ¿quieres que te golpee?

-Qingge no es justo, ¿Por qué siempre me amenazas?

-Porque eres muy torpe – levantando sus hombros

-Que cruel eres – mirando hacia su portátil – está bien, le haré algunos cambios – viendo como sus amigos asientan

-Por cierto Qinghua...

-Eh ¿Qué pasa pepinito?

- ¿No le has escrito a tu novio? – sonriendo levemente mientras observa al omega sonrojarse por completo

-Ayer le envié un correo no he mirado mi bandeja de entrada, así que lo haré en la noche...

- ¿Cómo puedes aceptar ese compromiso? – cruzándose de brazos...

-Bueno mis papás y los de Dawang lo hicieron cuando éramos pequeños...

-Por eso mismo, ustedes eran niños...no tenían derecho a opinar así que...

MIRADA FRÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora