8︙✿ Ordinary World

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Pasión o coincidencia.
Una vez te incité a decir:
"El orgullo nos separará",
bien, ahora el orgullo
se fue por la ventana,
cruzó las azoteas y se escapó,
me ha dejado en el vacío
de mi corazón.

–Duran Duran (Ordinary world).

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Nadie dijo nunca que fuera fácil, nadie esta absuelto de todos los males o las desgracias del universo. Lo más triste es que por lo regular las personas que más sufren son las que han llegado a entregarte todo y más, aquellas que han estado contigo... ¿Por qué era tan injusto?

Durante los ángeles y los demonios han acompañado a la humanidad en casi cada aspecto de la vida de los siglos individuales y sus acciones, tapando sus ojos cuando descubren la verdad, o arrastrándolos hasta las fauces de un pozo de mentiras y daños colaterales sin remedio.

Una sonrisa burlona; Samael conocía al hibrido perfectamente solo a través de la voz de otros demonios que le hablaban de él, ellos lo vigilaban de cerca en algunas ocasiones, pero al Dios exiliado nunca le llevó suficiente importancia, ya que él solito se condenaba la mayoría del tiempo, como aquella vez en que, si no mal recordaba, estaba a semanas de contraer nupcias con un hombre de ojos purpura. A Samael se la sudaba por completo en aquel entonces, pero seguramente ahora hubiera deseado estar atento o presente, cosa que para su suerte, su encierro en el inframundo estaba por terminar.

Recordaba cada palabra dicha de su situación: "Acaba de costarse con aquella chiquilla estúpida" ó "Pobre de ese infeliz que lo despose", eran el alimento de boca en boca de cada espectro que comentaba su pecado más sonado, aunque no era el único; de hecho, su favorito era aquel de un par de hermandades oscuras, siendo una real y otra de mentira pero que ambas compartían un mismo objetivo: hacer el mal. El orgullo en cada alma oscura que vagaba por el inframundo, y después, la oportunidad de ser libre con el paso de los años, de ahí, las ganas inmensas de divertirse por el mundo, antes de ir contra los Dioses, antes de ponerse serios, queriendo conocer al pueblo de Karmaland en su máximo esplendor, conocer al dichoso hibrido que la había liado de la manera más estúpida de todas, conocer a sus famosos héroes, pero sobre todo; a la imponente hermandad... pero no hizo todo tal cual, pues el destino claramente tenía preparado otros planos.

«—¿Quién eres tu? —preguntó el héroe con inquietud.»

«—Soy quien va a ayudaros a dejar de ser la puta burla de todos en el infierno.»

Aquellas líneas de una charla "amistosa" se plasmaron en su mente cuando durante la fiesta de pacotilla, había logrado divisar a de algunos guerreros del pueblo, comprendiendo que incluso la cercanía era inesperada, y aunque no se quejaba, sentía que podría lograr más que solo entregar la vida de Samuel De Luque a cambió de su estancia en la tierra.

Samael continuaba mirando a través del vidrio purpura de la mansión, deleitándose con la discusión marital de ese par de gilipollas.

«—Toma esta espada, vas a necesitar encantarla con más que filo e irrompibilidad.»

«No te preocupes... tengo amigos que la volverán chetadísima.»

Empezó a silbar una melodía que había escuchado en quién sabe dónde un día, mientras que de su espalda desenfundaba dicha arma blanca, queriendo prepararla para cortar el cuello del castaño en unas horas. Deseaba observar la no tan impecable hoja con algunos rastros de sangre seca de hace un par de días; esta noche otro Dios moriría.

Pᴇᴛᴀʟs Fʀᴏᴍ Iʀɪs || ᵘⁿᶠᵃᵈⁱⁿᵍ ᵉʸᵉˢ ⸽⋆ ʳᵘᵇᵉᵍᵉᵗᵗᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora