Vuelo a la muerte.

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Entré por una puerta, me encontraba en el aeropuerto, había ido ya que André me había pedido que buscará vehículos, iba a ir al estacionamiento, pero noté que todos los autos estaban destruidos y quemados, me dirigí a las pistas ya que se me ocurrió que podría encontrar algún camión o incluso un avión o helicóptero, aunque manejarlos sería un problema para mí, y aterrizarlos peor, mientras caminaba escuché el sonido de un motor que se hizo más fuerte, rodé los ojos y al girarme ví un coche llendo directo hacia mí, solo pude saltar pero me golpeó el parabrisas y rodé por este hasta terminar en el suelo, no estaba herido, solo había sido un golpe, mientras se me pasaba el aturdimiento escuché que el vehículo se paraba, me levanté algo adolorido y mi mirada se cruzó con el conductor, un chico con cara psicótica y este habló.

-veo que sigues vivo, pero ahora vas tarde para tu vuelo a la muerte.

Este aceleró y llegó tan rápido que el auto me golpeó nuevamente mandándome a volar y casi me aplasta una llanta, me levanté como pude y este se había alejado más, solo se me ocurrió correr hasta allá mientras este aceleraba, pero esta vez salté y usé el pie para impulsarme en el capó y conseguí el impulso para saltar el auto aunque el movimiento de este me hizo dar un giro, caí y rodé y salí corriendo, este me persiguió y casi me atropella, corrí hasta donde dejé mi moto y subí, me fuí de ahí, cuando pensé que todo había terminado, volví a escuchar un motor y algo golpeó la moto desde atrás, rodé por encima del auto y caí atrás rodando más todavía en el suelo rasposo, el auto se paró, estaba muy adolorido para levantarme enseguida, nescesitaba recuperarme, ví los pies de la persona hacercarse y uno de ellos me pateó sin que pudiera reaccionar, rompiendome la nariz.

-parece que aguantas más de lo que parece, por sierto, soy Kurosu. -dijo este despues de reirse.

-interesante presentación me díste, tienes suerte de que no me pueda levantar ahora por que te partía las piernas. -le dije casi sin aire.

-oh vamos, bueno te dejaré en paz para que te recuperes, adiós. -dijo este y se giró, tomó su coche y se fue evitando aplastarme.

Me quedé en el suelo tirado un buen rato, maldiciendo a Kurosu por haberme hecho aquello, luego logré levantarme y me subí a la moto y volví a casa, de nuevo con las manos vacías.

C.H.A.T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora