Sin Humanidad.

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Sentí que algo metálico me apretaba las muñecas, cuando comencé a ver me dí cuenta de que yo estaba atado a dos cadenas que inmovilizaban mis manos cada una de un lado, estaba hincado y no logré pararme, de repente todo se aceleró, aquel lugar estaba destruido y casi en penumbra pero en un momento empecé a ver todo en blanco y rojo, al mismo tiempo sentí un dolor insoportable que me hizo gritar horriblemente mientras veía que algo salía de mí por trozos, alcé la cabeza y grité por el desgarrador dolor que sentía, no sabía que estaba pasando, en un punto todo paró y volvió a la normalidad, me dejé caer y las cadenas me sostuvieron, me quedé mirando al suelo y resollando entrecortadamente de la impresión, dolor y cansancio que sentía, sentí cómo mi cara se aflojaba y no podía moverla, subí la mirada lentamente y vi mi reflejo en algo frente a mí, mi rostro mostraba una expresión neutral combinada con rencor, luego escuché una voz, grave.

-Dark, Dark!, nos están atacando!, despierta!. -era la voz de Leonidas, abrí los ojos y lo vi mirándome preocupado, me levanté y hablé con un tono desanimado que no pude cambiar por más que lo intenté.

-que?, quien?

-los saqueadores, vienen con su líder, tomaron de rehén a Scarlett.

-que?, oh no tengo que ir. -tomé mis armas y corrí a la salida, esperé entre las sombras, en medio de la entrada estaba un saqueador que tenía una armadura, pero esta era diferente, tenía marcas de pintura y era mucho más pesada, tomaba a Scarlett con el brazo alrededor del cuello y apuntaba con una pistola al costado de su hermosa cabeza, tenía una expresión de horror en su rostro y tomaba el brazo del hombre como si tratara de zafarse, salí de las sombras y le apunté con mis dos uzis.

-sueltala.

-y te crees que lo voy a hacer?, tu debes ser el niñito que mató a uno de mis sub líderes, pues te voy a decir algo, si quieres que la suelte ven por ella. -dijo amenazadoramente.

-Dark, no lo hagas, solo desperdiciaras, tu vida. -dijo Scarlett, su tono aterrado me hizo enojar, al menos eso creo, sentí que algo ardía en mí, tenía que salvar a Scarlett.

-tu... eres un gran hijo de puta!. -le grité y corrí hacia él, planeaba hacerle la misma maniobra pero en eso, ví algo negro ir directo a mi rostro, aquello me golpeó y me tiró al suelo sacandome algo de sangre en el camino, traté de levantarme pero no lo logré, sentí la sangre salir de mis cuencas, nariz y boca mientras solo podía ver cómo aquel villano se llevaba al amor de mi vida acompañado por una risa malvada.

C.H.A.T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora