C.H.A.T.

Baño de sangre casual.

Me encontraba en la cama de la casa, ya había empezado a arreglar la moto guiandome por tutoriales en YouTube. Era horrible usar un celular en esta época, tenía que ir hasta el búnker para cargarlo y conectarme a internet, pero algunos se están encargando de restablecer los demás servicios y tal vez en algún momento pueda volver a tener un router en mi casa, me decidí a seguir con la moto aunque lo dude un momento, cuando me levanté escuché unos ruidos abajo, me asomé para ver qué pasaba pero me aleje al ver a dos hombres que empezaron a subir por la escalera y el sonido de sus pasos se hizo más fuerte y constante lo que me obligó a meterme en el clóset antes de que lleguen a mi cuarto, escuché más ruidos abajo y calculé que eran unos 4, forastero me había advertido sobre ellos, son saqueadores, se dedican a robar, matar y quedarse con el territorio de otros supervivientes y al parecer habían llegado hasta mi casa, pero se supone que no tienen permitido saquear aquí en el suburbio de supervivientes y menos en mi casa pero me obligué a esperar la oportunidad de salir sin mucho peligro.
-gane, yo me quedo con este cuarto- dijo el primero en llegar y la rabia me subió como veneno por la garganta.
- me vale verga el que gane. -dijo el otro y se acostó en la cama
- oye ese no fue el acuerdo!, Dame el cuarto
-obligame - dijo haciéndole una seña obsena con su dedo y luego se levantó, para mí sorpresa el otro sacó una Magnum y no dudo en jalar el gatillo, sentí como una bala atravesaba mi hombro y llenaba de sangre la pared del armario sin que está salga de este, me obligué a no gritar de dolor suprimiendo lo en un sonido de desahogó y me lleve una mano al hombro, genial, ahora tenía que tratar con un balazo y 4 idiotas.
-dame... El puto cuarto... - dijo con tono amenazante y el otro le sostuvo la mirada pero su pelea se interrumpió cuando una voz sonó abajo.
-Gabriel deja de estar jodiendote la existencia y ven a ver lo que encontré en el garaje. - creo que ya saben que hay en el garaje, aquel Gabriel salió disparado hacia abajo dejando solo al otro.
-que ridículo- pensé y cuando el otro se acostó en la cama me dispuse a atacarlo, quise sacar mi cuchillo pero me di cuenta de que todas mis armas estaban hasta el otro lado del cuarto así que solo me tocaba esperar, fueron largos ratos que me parecieron años, al fin ese imbecil se durmió y pude salir sigilosamente y tomar el cuchillo, lo levanté y lo baje con dirección a su cabeza pero este extendió una mano y lo paro, abrió los ojos y me miró emitiendo una risa malvada, me empujó el brazo bruzcamente haciendo que casi pierda el equilibrio de la sorpresa, se levantó y saco su Magnum, pero antes de que pudiera hacer algo con esta yo ya me había lanzado a él, otra vez paró mi apuñalada pero rápidamente quite mi brazo y con ambos lo abraze y perfore su cuello con el cuchillo, sacando una descarga de sangre caliente sobre mi acompañado de este tratando de gritar pero solo sonó un poco su voz y luego se ahogó convirtiéndose en un borboteo.
-no me gustan los villanos clásicos, oíste?. - este obviamente no pudo responder y lo sostuve sintiendo como su sangre se derramaba en mi espalda saliendo por su boca, nariz y cuello, cuando dejó de moverse lo solté y este solo cayó muerto, esa caída alertó a uno de ellos al cuál sorprendí poscisionandome al lado del marco de la puerta y apuñalando su ojo exitosamente, también cayó muerto, bajé las escaleras y me dirigí al garaje, me recargue en la puerta y les hablé. - les gusta?, Le faltan algunos retoques, por sierto sus compañeros pelean muy mal y sacan mucha sangre de sus cuerpos. -obviamente me apuntaron y el supuesto Gabriel me trató de embestir poniendo su brazo en frente, el cual al llegar esquivé fácilmente y atravesé con mi cuchillo su cabeza desde el mentón hasta salir por la frente, este me llenó de sangre la cara la cual estaba cerca y luego apuñale su cuello cuando esté trató de sujetarme llenando de mas sangre mi cara, por alguna razón me gustó esa sensación de desahogarme de una forma tan violenta y lo deje caer, luego miré al otro y este salió corriendo como una rata. - y no invites a tus compañeros!. - dije sarcásticamente y seguí con la moto.