C.H.A.T.

Sentimiento involuntario.

-quedate quieto, ya casi acabo -dijo Leónidas, este estaba examinando la estructura interior del ojo que se me rompió, nos encontrábamos en un 4x4 que conducía hacia nueva York ya que íbamos a buscar recursos ahí pero no hubo tiempo de que Leónidas me revisara antes, también iba André, que conducía, un chico llamado Stain, que creo que ni siquiera es un nombre, era un chico como de mi edad de pelo largo pintado de azul cielo y unos ojos extrañamente rojos, también iba Sasha en el asiento de copiloto, la esposa de Leónidas aunque algo joven, seguía siendo adulta, era una chica peliroja y de buen cuerpo, ya veo por qué Leónidas está con ella, Leónidas terminó y me puso una gasa tapando el ojo mientras decía.
-es impresionantemente sencillo, parecía ser una cámara conectada con tu cerebro y que transmitía a tu cerebro todo lo que ve oculta debajo de una pantalla de luces, una parte de esas luces es de otro color para representar tu pupila y la poscision de la cámara. -dijo asombrado.
-como te los pusieron? - cuando escuché eso un recuerdo me asalto, era tan vivido que parecía estar pasando en el momento, estaba en una habitación oscura excepto por una luz arriba de mi que me permitía ver mi cuerpo, ya tenía el brazo biónico pero mis ojos aún se sentían normales, estaba amarrado en una silla de brazos y pies y algo que no se que era no me permitía mover la cabeza o cerrar los ojos, mis pupilas se dilataron al máximo cuando noté un movimiento frente a mí, traté de liberarme desesperadamente al notar que el movimiento se convertía en una máquina que llevaba dos cristales hacia mí, estos tenían un pico que apuntaba hacia mi cada uno hacia mis ojos, no tenía palabras, estaba horrorizado, esto avanzaba y avanzaba hasta que llegó a mis ojos, sentí metal clavandose dolorosamente en mis pupilas y dejé de ver por un momento mientras sentía como esos objetos sé insertaban en mis cuencas y sangre a cántaros salía de estás recorriendo mi cara hasta derramarse sobre mi ropa, después dejé de sentir presión en estás aunque sentía como se movían adentro de mis cuencas destrozando mis globos oculares y luego volví a recuperar la vista pero muy tarde, solo vi a un hombre que camino hacia mí y me inyectó algo.
-Dark? Dark estás bien? Dark responde -sono la voz de Leónidas la cual me despertó del recuerdo.
-lo siento, estaba pensando.
-me cuentas como te lo pusieron o algo? - el recuerdo ahora como uno normal me provocó un escalofrío.
-es difícil de explicar, y no lo voy a hacer. -en eso el coche paró.
-muy bien bajense todos para ponernos de acuerdo. -dijo André bajando del coche, yo hice lo mismo, cuando todos estuvimos fuera nos reunimos en círculo y André empezó.
-muy bien, nescesitamos todo lo que puedan encontrar, armas, comida, agua, Stain tu registra esas tiendas de allá, Leónidas y Sasha registren los departamentos que están por allá y tú Dark registra esa escuela. -dijo este al tiempo señalando las ubicaciones.
-yo cuidaré del coche, vuelvan a la puesta del sol, ahora muevanse- ordenó y nos dispersamos cada quien a su ubicación, yo entré a la escuela, empecé a buscar cosas recorriendo los salones y tomando todo lo de utilidad pero cuando subí los escalones de segundo piso namas llegar a la cima una patada impacto en mi estómago haciendo que caiga hasta abajo de las escaleras, me puse las manos en frente para evitar golpearme la cabeza, sentí como mi cuerpo chocaba con los escalones de 3 en 3 hasta llegar al suelo y caer de frente aunque me puse en cunclillas inmediatamente sacando una uzi y apuntando a lo que me había empujado, sabía que estaba en batalla pero al ver a la responsable bajando majestuosamente las escaleras y apuntandome una pistola me relajé un poco, casi bajo mi arma pero me resistí, era una chica castaña de ojos azules, pálida y una máscara de gas tapaba la mitad de su cara, aunque seguía viéndose hermosa, unos gogles sostenían su cabello y no le dejaban tapar su cara, bajaba majestuosamente con la luz de una ventana brillando detrás, retrocedí pero sentí algo extraño, al mirarla me sentía extraño, después recordé el nombre del sentimiento, amor.
-que haces aquí
-perdon, no sabía que había gente aquí.
-me podías ver desde la ventana genio.
-no lo hice. -mi cara luchaba por mostrar una expresión pero la reprimí fácilmente, está se hacerco y me miró muy de cerca.
-por que tu ojo está así?
-es difícil de explicar, como te llamas?
-Scarlet, y tú?
-soy Dark.
-Dark?
-si.
-es no es un nombre genio.
-bueno es que no recuerdo mi nombre.
-pues que imbecil -dijo con tono burlón y se separó.
-y que chingados haces aquí? -dijo mirando a otro lado impaciente.
-buscaba recursos, para la gente de la granja y el búnker.
-granja?-pregunto curiosa volteandome a ver.
-una granja en el estado de Oregón, la estamos preparando para que sea un refugio.
-y por qué buscas los recursos aquí?
-por que vivo aquí, en Nueva York, en el suburbio de supervivientes.
-suburbio de supervivientes?.
-si, es un suburbio que limpiaron para que la gente viva ahí, me sorprende que no sepas de eso.
-pues no te sorprendas, básicamente soy una antisocial así que no sabía.
-oye, vine con un grupo, quie... -una estruendo me interrumpió, algo había derribado la puerta, ambos le apuntamos, era un zombie, pero era más largo, tenía una coraza gris oscuro encima de su cuerpo que cubría todo su cuerpo excepto por su boca, hasta cubría sus ojos, igualmente de alguna manera nos logró ver y soltó un rugido mostrando una hilera de dientes afilados que ya no parecían humanos y una boca que babeaba sin cesar, Scarlet trato de dispararle a la cabeza pero su bala rebotó en su cuerpo y este molesto empezó a correr violentamente hacia nosotros, nos hicimos hacia un lado pero este tiró un tajo con una mano qué terminaba en picos grandes, igualmente lo esquivamos, este se estrelló contra la pared bruzcamente y pareció atontarse por un momento.
-una degollador! -exclamó Scarlett.
-sera mejor que sea algo importante para interrumpirme de esa manera. -dije apuntando hacia este, vi que bajaba la cabeza y se le descubría un punto en el pecho, traté de darle pero se movió justo cuando di el disparo y empezó a correr hacia mí furioso, lo esquivé rodando hacia un lado y este se estrelló contra un escritorio, habíamos entrado a un salón, se había quedado aturdido y salí antes de que vea a dónde me fuí y cerré la puerta, me quité del rango de visión de la ventana y se escuchó como la golpeaba violentamente tratando de romperla.
-no aguantará mucho, tenemos que escondernos e idear un plan. -dijo Scarlett y yo asentí, nos separamos y yo me escondí dentro de un casillero que estaba abierto, no alcance a ver dónde fue Scarlett, solo vi que doblaba la esquina y desaparecía de mi vista, la puerta se rompió y el miedo me invadió cuando ví al degollador caminar por mi zona a 4 patas, parecía estar buscando mi olor con unos orificios que atravesaban su coraza de la cara, se hacerco lentamente a mí y se quedó frente a mi casillero mirándolo, luego se fue a otro lado y lo perdí de vista, parece que no me vio por mi ropa negra y la oscuridad del casillero pero un estruendo metálico me alertó y me levanto los nervios, seguramente estaba golpeando los casilleros uno por uno, mis nervios fueron aumentando mientras los estruendos se hacercaban rítmicamente, pude verlo golpear el último casillero antes que el mío y luego ví como se ponía en frente de este y alzaba un puño para derribar el mío, sabía que el impacto y la deformación me mataría partiéndole en 2 así que cuando empezó a mover su puño abrí la puerta del casillero golpeandolo con el hombro y corrí con dirección hacia donde se fue Scarlett esquivando un razguño por poco, doble la esquina y corrí desesperadamente, sentí su aliento caliente atrás del cuello mientras corría.
-caiste! -grite mientras sacaba mi katana volteandome y la metí en su boca llegando al cerebro matándolo, la saqué y su cuerpo se desplomó ante mí, lo miré jadeando y guardé la katana para tocar mi hombro con el que había abierto la puerta,  mientras notaba que Scarlett se hacercaba.
-creo que me disloque el hombro... No solo eso, me duele todo. -me quejé mientras ella ponía mi brazo sobre su hombro para que me apoye y empezamos a caminar a la salida.
-no seas así don quejumbroso, eres hombre te ves ridículo así. -dijo ella mientras caminábamos a la salida.