Solicitud de Amistad

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Algo frustrado al ver que montones de esas cosas vagaban por la calle decidí avanzar por los tejados ya que al final antes practicaba parkour así que no se me haría difícil, trepé cuidadosamente por un edificio no muy alto en el camino ayudándome con la escalera de emergencia para subir de forma más segura, al llegar al techo empezaría a correr saltando entre edificios y salvándolos por poco aterrizando en el borde, como iba sin rumbo pensé en buscar supervivientes con la mirada lo que no tardaría mucho ya que después de un rato divisaria a dos figuras colándose en un edificio, una era una chica con una cola de caballo reteniendo su pelo y el otro tenía un pelo largo color negro que llegaba hasta poco más de su cuello y llevaba en la cabeza una gorra de marinero, ambos entraron en un edificio desapareciendo de mi vista así que me dirigiría hacia este salvándolo por poco al sostenerme al borde con las manos, subiría y entraría bajando por las escaleras, sacaría mis uzis por si acaso y al encontrarme con ellos apuntaría una uzi hacia una y la otra al otro y al tiempo diciendo en casi un grito

- no disparen - ellos al darse cuenta de mi presencia cada uno sacaría una pistola y me apuntaría, el hombre preguntó con una voz semigrave en un tono con el cual apenas se entendía que era una pregunta

- ¿como sabemos que no estás infectado? - a lo que respondí

- pueden revisarme si quieren... - mi voz se empezaba a tornar neutral y me parecía difícil sentir algo pero no me preocupé, la chica me buscó algo debajo de mi ropa y yo me quedé quieto sin saber que hacía, después mostró un rostro de satisfacción y dijo con un acento argentino

- no tenés mordidas - mis brazos se relajaron y bajé mis armas para posteriormente guardarlas, el hombre hizo lo mismo y dijo

- te podemos llevar al búnker si quieres pero tenemos que salir de este desastre - dijo y noté el sonido de una puerta siendo empujada muchas veces, me asomé por la ventana y ví a cientos de esas cosas acumuladas en la entrada del edificio, la voz de la chica preguntó por mi nombre, en ese momento advertí que no recordaba mi nombre y solo mi apellido el cual es Smith, decidí inventar un apodo

- eh... Llámenme Dark... - dije

- che que ese no es un nombre - respondió la voz de la chica, voltee hacia ellos

- es que no lo recuerdo... - aclaré apenado

- mi nombre es André - dijo el hombre

- sho me llamo Ann - respondió la chica, yo sonreí y después André me indicó que salgamos por la ventana y había un hueco entre los infectados, después nos vimos corriendo hacia un museo mientras matabamos algunos infectados que estorbaban en el camino.

C.H.A.T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora