Diecinueve.

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Sólo es una lluvia. Habrá tormentas peores.

Ve la pared. Se ríe de él.

Estaba recostado, podría estar leyendo el libro que tiene encima o en un parque con sus hermanos, cocinando algo que seguramente le saldrá mal o muchas cosas.

Pero esta pegado a la cama pensando en que se debe hacer cuando ya no hay más que hacer.

Y tampoco le gustaría pensar tanto en eso, pero el mundo parece volverse en su contra o tal vez es muy paranoico.

Pero Bianca tiene un moño en su cabello, y tiene el mismo color que los ojos de Theo. O parece, porque cada vez que lo ve, solo puede pensar en eso.

Dylan terminó una naranja, aún seguía con hambre. "¿Quieren manzanas?" les ofreció.

Liam rogó que dijeran que no, porque ahora no quiere pensar mucho en las manzanas. Ni en la comparación de esas con sus mejillas, creada por alguien que siente lejano.

Ahora el pequeño niño come manzana tan lentamente, que juraba que era burla. 

Los dos más pequeños estaban en su izquierda y en su derecha hablando sobre una película con tranquilidad.

Isaac, sentando a sus pies, fue el peor.

Por los nervios que le causaron, movió su pie de manera inquieta, eso irritó al chico que estaba ahí.

"Deja de mover el pie Liam. Es molesto"

Sí, fue dicho por Isaac, pero la oración le pertenece a Theo. Solo a él.

Porqué solo a él le irrita cómo se inquieta, sólo él puede decirle directamente a los ojos que dejé de ser molesto.

Verlo fijamente y decirle que si sigue molestándolo, lo golpeará.

Cosa que jamás hizo. Ni siquiera un sólo golpe, nada.

Theo tiene otras formas de golpear a alguien, y él lo averiguó. Formas que no son para nada amables.

Ve a Isaac, él se asusta por como lo está viendo. Tan intensamente.

No es para menos, pareciera que hubiese cometido un crimen horrible, y solamente había dicho que no se moviera.

Apartó la mirada de él rápidamente, cerró los ojos intentando que los días anteriores no fueran tan pesados.

Quizás así, podría revertir sus torpezas. Pero ni cerrando los ojos, ni deseándolo podrá cambiar todo. El mundo no funciona así.

Los tres niños ven a Liam cerrar los ojos con fuerza. Intercambian miradas entre ellos. Dylan hace señas. "¡¿Que le pasa?!" Mueve sus labios.

Bianca lo ve sin comprender que dice e Isaac se encoje de hombros, sabe que Liam suele ser dramático.

Era viernes, aproximadamente la una de la tarde. Ya habían comido y su madre ordenaba.

Una princesa-guerrera, daba saltitos por la casa, intentaba buscar la corona que había perdido. Al pasar por la habitación de Liam, se le ocurrió hacerle una "visita". Sí, iba a obligarlo a jugar con ella y luego hacerle mariposas en el rostro.

La puerta estaba cerrada, cosa que no pasa seguido. Movió su vestido y acercó su pequeña pero útil oreja.

Música.

Intentó reconocer los tonos, la letra o la canción. No entendió nada. Se sentó en el suelo para esperar la próxima canción, intentando entenderla o recordarla. Nada.

Extravagante. (Thiam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora