Un poco de Theo.
Theo escuchó la alarma a todo volumen. Maldita alarma. Maldito colegio. Maldito el día que no nació siendo hijo de un narcotraficante. Bueno lo último no, solo exagera.
Pero realmente odia levantarse temprano.Reviso su teléfono, marcaban las seis y cuarenta, aún tenía tiempo. Salió de su habitación hacía el baño, se dió una ducha rápida y preparó un café.
La puerta de madera fue tocada fuertemente. Frunció el ceño.
No se le ocurre quién podría molestarlo a estas horas.
El desayuno silencioso acabó.
—¡Theo! ¡Oye niño abre la puerta!
Reconoció la voz. Se acercó a la puerta y la abrió con cara de pocos amigos.
—¿Que? Ya te pagué la renta de este mes. —dijo de mala gana.
Hace tres meses se había mudado a ese pequeño departamento. No era incómodamente pequeño ya que él era el único que vivía ahí. Estaba bien.
No se molestó en intentar hacerse amigos con los vecinos. No soporta a sus compañeros y menos a sus vecinos chismosos.
El señor de mayoría de edad y bastante charlatán le venía a cobrar la renta el dia acordado y no había problemas. Excepto cuando no lo dejaba irse por hablar tanto.
Theo era un buen pagador, jamás se retrasaba, no hacía escándalos, no traía gente desconfiable ni nada. Así que no entendía por qué tocaba la puerta tan temprano.
El viejo (como le dice Theo) por alguna razón siempre era amigable con él, no es malo pero a veces no lo soporta. Inclusive aunque Theo suele ser seco y mal hablado, él seguía tratándolo con amabilidad.
En realidad no soporta a nadie, pero lo disimula de vez en cuando sólo porque lo deja entrar muy tarde al edificio.
—¡No es eso niño! Hace unos días una chica muy bonita vino a ver un departamento ¡Creo que lo tomará! — dijo alegremente, sólo lo vio sin emitir ruido.
—¿Y eso que tiene que ver conmigo? —bufa irritado por haber interrumpido su silencio con noticias que le importaban poco.
El señor abrió los ojos. —¿Como que tiene que ver? ¡Así la invitas a salir! —Y guiño un ojo.
Quiso reir. Que descaro.
—No necesito pareja, además ¿Quién le dijo que puede meterse en mi vida amorosa?
El señor lo vio de arriba abajo.
—¿Tienes vida amorosa? —Theo apretó los labios y el señor hizo un ruidito—. Ya te digo yo, debes tener novia. —Theo contó hasta diez y evitó una mala cara—. ¿Ya puedo seguir vistiendome para ir a la secundaria?El viejito asintió—. Ah! Tienes clases. Suerte muchacho y estudia mucho, yo no quiero vagos. —dijo divertido.
Fue caminando hacia las escaleras mientras divagaba sobre la importancia de estudiar y otras cosas que no escuchó.
"Que loco" Pensó.
Vio con desgano la mitad del café en la taza. Ya se enfrió y no tiene sentido preparar otro. Tomó su mochila y sus llaves. Siempre las olvida.
Eran muchas calles para caminar así que debera tomar el autobus.
Lo odiaba.
Demasiada gente, mucho ruido, bebés llorando, señoras muy malhumoradas, estar de pie porque estar sentado no es una opción, siendo empujado cada dos segundos por gente que entra y sale.
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Extravagante. (Thiam)
CasualeLiam busca una «verdad» y sobrevivir a la secundaria. Theo tiene sus propios «objetivos» y una adaptación a los adolescentes terrible. Dos partes nacidas para odiarse, pelearse y rechazarse en cada situación, se ven envueltas en escenarios cada vez...