Me robare al hermoso villano

Parte 35. Encuentros Predestinados

El tiempo en la Academia Delmont fue muy agradable para Lea y Simón, conocieron a varios niños e hicieron varios amigos, aunque en los descansos y horas de juego; Simón buscaba a Lea y Jay buscaba a Simón casi por inercia, a estos cuatro pequeños se agregaron dos amigos más y terminaron siendo seis los inseparables amigos

El primero se llamaba Gary Wang, hijo de unos empresarios en crecimiento dentro del país, su familia era bastante rica y el pudo asistir a Risort School pero sus padres se enamoraron de la vista del muelle, así que prefirieron inscribirlo en la Academia Delmont, Gary tenía la misma edad que Simón y estaban en la misma clase, aunque Simón era muy popular en su clase, muchos no se acercaron a hablar con él por su aura intimidante, Gary por su parte era un chico libre y alegre que sintió que Simón era alguien agradable y lucho por ser su amigo, aunque al principio Simón lo ignoraba poco a poco empezó a abrirse a Gary y ahora eran muy unidos, claro que Jay no dejaría que su puesto como amigo incondicional de Simón fuera ocupado fácilmente

Al final después de varios episodios cómicos los tres niños terminaron siendo inseparables, por la otra parte Holly Anderson era una niña linda y amable que Lea conoció el primer día de clases, sus padres eran dueños de una cafetería y siempre llevaba postres para su merienda; por lo que es fácil imaginar cómo conquistó el corazón de Lea

La pequeña Kari también hizo muchas amigas rápidamente en la Academia Delmont pero en los tiempos de descanso siempre busco a Lea y Holly, después de todo ellas se convirtieron en sus mejores amigas

El tiempo pasó y pronto el cumpleaños del Buñuelo se acercaba, Lea empezó a sentirse ansiosa, si recordaba bien el primer encuentro entre Simón y Rima ocurrió cuando el tenía 10 años, aunque estaba muy curiosa por saber como era la protagonista femenina tenía un poco de miedo por la reacción de Simón al conocerla

Aunque eran varios sus pensamientos no se olvido de planificar una grandiosa fiesta para su Buñuelo, los invitados no eran muchos pero los detalles y recuerdos fueron hechos con tanto cuidado departe de Lea que fue fácil ver el amor en ellos.

Claro que la fiesta debía ser una sorpresa para su pequeño, y aunque ella no era muy buena mintiendo y todo el mundo pudo darse cuenta que estaba ocultando algo, nadie dijo nada para aún mantener la emoción

Incluso Simón noto los preparativos de la fiesta cuando un día Lea habló en sueños sobre los dulces y los adornos, Simón sintió tanta calidez en su corazón al escucharla que esperaba pacientemente el día de su cumpleaños por primera vez en su vida, nunca antes le importo el día de su cumpleaños, es más si no fuera por el hecho de haber visto esa información antes de irse del orfanato nunca sabría la fecha de su nacimiento, pero al ver a una persona tan entusiasmada por ello hizo que alguna parte de él despertará después de un largo sueño

Cuando llego el emocionante día, Lea había hecho un plan con Jay y Gary para llevarse a Simón y distraerlo, claro que Simón noto lo ansiosa que estaba y dejo que Gary y Jay se lo llevaran

Lea estaba encantada de que Simón se fuera sin preguntar, había pasado semanas difíciles tratando de ocultar el secreto y hoy por fin haría que su pequeño buñuelo fuera feliz, incluso cuando se despertaron había luchado con cada fibra de su cuerpo para evitar lanzarse sobre Simón y gritarle ¡Feliz Cumpleaños!, "Solo un poco más mi pequeño"

Lo único que Lea no sabía es que pronto las ruedas del destino harían entrelazar algunas vidas, Simón fue llevado por Jay y Gary al pequeño parque cerca del muelle, era un lugar tranquilo y relajante que llenaba de felicidad el solo hecho de estar cerca, Gary era un niño alegre y efervescente, siempre fue muy imperactivo, tanto Jay como Simón sabían que el era la chispa que ellos nunca tuvieron, Gary fue criado en un lugar con mucho amor y cariño por parte sus padres, Jay y Simón dentro de su corazón sintieron un poco de envidia de conocer a alguien tan amado como el, pero la alegría de Gary fue un soplo de vida para el grupo de amigos