Parte 71. Propuesta

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Las mejillas de Lea estaban tan rojas como un tomate, sus manos se apretaron en un puño y lamió sus labios en forma inconsciente

-Creo que el debe estar descansado, no es bueno molestar a las personas mientras descansan. No podemos ser descorteses-

Simón la abrazo más fuerte y una sonrisa divertida se reveló en su rostro, apenas eran las 6:30 de la tarde

-Eres muy sensata- le contesto

Lea tenía hasta los oídos rojos por la cercanía de Simón, incluso ella sabía que lo que dijo no tenía ni una pizca de sentido y agradeció en su corazón que Simón la estuviera abrazando así, para que no viera su tonta cara

Ambos estaban tan cómodos en su posición que no tenían el menor deseo de moverse pero el sonido de la puerta interrumpió su tiempo, Simón la solto a regadientes y fue hacia la puerta

El señor Braham entro con una caja negra, Simón se acercó y agradeció al señor Braham este solo sonrió y volvió a salir

Los ojos de Lea se posaron en la gran caja bellamente envuelta

-¿Esto?-

Simón la coloco sobre la montaña de ropa

-Un regalo- dijo con una sonrisa

Lea volteo la mirada y su rostro volvió a sonrojarse. ¡Alguien debería detener a este terrible villano! Si esto seguía así no dudaba terminar en el hospital por un ataque al corazón. Estiro las manos temblorosas hacia la caja y sintió dolor en el pecho al desatar el lindo moño, volteo inadvertida la mirada hacia Simón quien también la veía con ojos expectantes, sus manos se detuvieron y abrió la boca sorprendida. ¡Su Buñuelo era extremadamente adorable! Su saliva casi se desborda por su boca

Cuando la gran caja se abrió un hermoso vestido blanco entro en su mirada, lo saco lentamente y sus ojos brillaron iluminados

-¿Te gusta?- le pregunto nervioso Simón casi sosteniendo la respiración

Lea asintió con mucho entusiasmo y le dio una Bella sonrisa

-¡Me encanta!- dijo llena de emoción

Simón volteo la mirada un poco avergonzado y sonrió de nuevo, no importaba cuanto tiempo pasara siempre y cuando fuera Lea su corazón nunca dejaría de latir incontrolablemente

-Ahora Buñuelo puedes...-

Simón parpadeo confuso, luego de un momento se sonrojo y abandono la habitación rápidamente

Lea se rió divertida al verlo salir apresurado, a veces solo verlo le daba una sensación de dulzura indescriptible. Tomo cuidadosamente el vestido y volvió a sonreír tontamente. "Ah... ¿Debería ponerle un collar a mi Buñuelo?"

Veinte minutos después Lea observaba su trabajo duro en el espejo, el vestido se acomodo perfectamente a las proporciones de su cuerpo y dejaban entre ver sus hermosas piernas blancas, ademas era de manga tres cuartos lo que le permitía sentirse cómoda al estirar los brazos. Por ser una ocasión especial Lea ato su cabello en una coleta alta dejando el campo abierto para ver su cuello. Incluso ella no pudo dejar de admirar a la belleza en el espejo

Mientras se contemplaba noto una mirada ardiente sobre ella que la hizo sentir los nervios de punta y voltearse apresurada, sus ojos violetas se encontraron con los ojos oliva de Simón que brillaban intensamente, ante una mirada tan ardiente Lea se sintió cohibida y bajo la vista y movió sus manos nerviosa

-Yo... Estoy lista- dijo nerviosa

Simón camino hacia ella en silencio, sus manos se posaron en su rostro terso y acaricio su mejilla, el mas que nadie sabia lo hermosa que era Lea pero verla así tan dulce y tierna casi le hacia estallar el corazón

Me robare al hermoso villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora