Parte 78. segunda parte.

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Lisa llego apresurada al hotel donde se encontraba Rima, camino tranquilo hacia la suite y toco el timbre, no había señales de vida adentro y frunció el ceño, volvió a tocar el timbre, pero no hubo respuesta, su semblante se volvió sombrío, saco su teléfono y confirmo el número de habitación, al ver que era el mismo entrecerró los ojos.

Volvió a tocar el timbre nuevamente, pero esta vez escucho pasos acercándose, se abrió la puerta y frente a ella esta Rima con el cabello mojado y una bata blanca encima, había obvias marcas rojas en su cuello y en sus hombros, Lisa bajo los ojos sumisa ocultando una mirada de regocijo que se asomó en su rostro.

— ¡Tarde! — hablo con desprecio en la voz.

Lisa se mordió el labio inferior.

—Señorita... Hoy es sábado...— hablo lentamente y con suavidad

—¿Y? — Respondió con altanería Rima — ¿No eres tu mi asistente? Porque te justificas tan pobremente, ¿Traes lo que pedí?

—Si señorita. Aquí tiene— le dijo mientras le entregaba una bolsa rosada perfumada.

Rima tomo la bolsa y cerró la puerta sin consideración. Lisa levanto el rostro y no se vislumbraba en el mismo ningún tipo de inferioridad como el que mostro hace unos momentos frente a Rima; saco el teléfono y apago el audio.

Lisa espero pacientemente a que Rima se arreglara, escogió específicamente una blusa de cuello alto y manga larga para ocultar las marcas rojas de su cuerpo, cuando salió después de 45 minutos estaba tan deslumbrante como siempre.

—Se ve tan hermosa señorita— halago Lisa a Rima

Esta sonrió burlonamente, por supuesto que era preciosa ella más que nadie estaba en la cima del mundo del entretenimiento, nadie podía ser más bella que ella.

—Vamos. Hoy tengo una cita programada.

Lisa volvió los ojos a la habitación y noto el abrigo que estaba en el suelo y sonrió.

—Un momento señorita, su abrigo lo buscare rápidamente.

Rima arrugo el rostro

—Apúrate—le ordeno mientras se encaminaba hacia el ascensor.

Lisa entro rápidamente tomo varias fotografías de la habitación, tomo el abrigo y antes de salir tomo una última fotografía a la espalda de Rima. Hoy fue un buen día para ella.

Allen por su parte estaba desayunando tranquilamente en la mansión de la familia Trent, su padre estaba sentado frente a él comiendo en silencio, su madre por su parte estaba más animada que nunca.

—Créeme cariño no puedo creer que tuvo el descaro de ir a esa reunión, aun sabiendo todo lo que el mundo sabe de su romance con Thomas Foster. No cabe duda que esa Lynda Wang es una mujer despreciable. Hubieras visto los ojos de la esposa del señor Thomas ¡Estaba hirviendo! ¿Y cómo no cariño? Imagínate tener en frente a la mujer que casi le robo a su esposo ¡Que Espantoso!

—Come más Allen — se interrumpió para un par de vegetales más a Allen.

—Pues te iba diciendo cariño, esa mujer es una sinvergüenza y sabes que es lo peor que el viejo señor Foster la adora ¡Imagínate tal desfachatez! Si fuera yo estaría en el hospital tan enferma de ira que no podría ni levantarme de la cama.

Víctor Trent comía en silencio mientras escuchaba los parloteos de su esposa, ahora debía ir a trabajar pronto ya que él había tomado el control de la empresa desde que Allen derrumbo a su padre, claro que era Allen quien realmente maneja todo desde las sombras y a quien todos terminan, incluso el como su padre no sabía el límite de su hijo y para ser sincero con el mismo no quería descubrirlo nunca.

Me robare al hermoso villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora