Parte 74. Para siempre mía

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Simón apretó la mandíbula y se quedó en silencio mientras Lea miraba todo tranquilamente. No se atrevió a decir ni una sola palabra y esperaba que Lea hablara. Los minutos seguían pasando y Simón estaba tenso. Lea lo miro de reojo y se mordió el labio, de verdad no quería reírse pero al verlo así, despertó un instinto extraño en ella,  vio a su buñuelo a punto de desmayarse del estrés y sonrió, ¡Cómo podía verse tan lindo así de nervioso!

Dio un enorme suspiro, y se llevo la mano derecha al rostro, "¿Como puede tomar esto?"  analizo sin prisa, debería tomarlo como una oportunidad de los cielos y amarrar al Buñuelo a su lado, para ser sincera con ella misma eso no sonaba tan mal,  pero aún así se sintió un poco incomoda al recibir esta propuesta, ¿Debería aprovechar el momento?, su corazón realmente estaba muy confundido, ademas ella no quería una  propuesta pensada por otra persona, incluso si esa idea provino de ella. 

¿Debería o no debería?. su corazón se sintió congestionado. Simón que era ajeno a su contradicción interna realmente  no pudo soportarlo mas y abrió la boca tembloroso.

— Lea ... Yo— Su voz salio ronca y con un toque de pánico 

Lea levanto al vista con sorpresa mientras le dio una gran sonrisa, ¡Oh Dios! ¿Como podría retrasarlo más? Aunque no estaba muy contenta por la propuesta ella es una fiel creyente de que si la vida te da limones, ¡Pues haz un gran pastel de Limón! 

— ¡Si buñuelo!—

Simón parpadeo confundido 

—¿Que?— 

Lea sonrió, corrió hacia el y se lanzo encima, Simón se asusto y abrió los brazos para sostenerla apresurado, sus manos estaban sudorosas y temblaban nerviosamente

—¡Que Acepto Buñuelo! ¡Quiero ser tu esposa!— dijo Lea mientras su sonrisa se profundizo 

Los brazos de Simón la enroscaron mas fuerte, su corazón comenzó a latir incontrolable

—Yo...yo—  

Lea toco su rostro con ambas manos, y miro sus profundos ojos de color oliva, ello lo acaricio dulcemente, mientras lo examinaba, estaba muy nervioso, y eso le dio una sensación de felicidad, este amor que le ha llevado tantos años, que ha crecido como un manantial desbordándose por todos lados, la había calado hasta lo mas profundo de su alma

Bajo el rostro lentamente mientras sus labios presionaron los labios fríos y casi secos de Simón, se formo una sonrisa en ambos. Desde la primera vez que lo vio, desde que toco sus manitas cuando era niño Lea estaba decidida ha pasar el resto de su vida con el, nadie podría pensar lo profundo de su amor, cuanto había cambiado por esta persona. Ella que vio como sus padres se separaron, como sintió que había perdido el lugar al cual  pertenecer, cuando se le dio otra oportunidad y tuvo que comenzar en un lugar extraño, su corazón estaba agradecido, ahora sabia que todo los sinsabores de su otro yo fueron  necesarios para poder encontrarlo a él

Simón respondió a su beso lentamente y ambos se dejaron llevar por la fuerza de sus emociones, el la estrujo en sus brazos creyendo que estaba en un sueño, aunque su corazón estaba extrañamente tranquilo, como si llegara por fin al lugar al cual pertenecer. 

Su beso, duro tanto que Lea sintió que el aire ya  no pasaba por sus pulmones, ademas Simón la había apretado tanto hacia él que realmente sentía que iba a ser aplastada, le mordió el labio inferior en señal de protesta y Simón tembló levemente

 — Buñuelo...—  protesto Lea 

Este la soltó lentamente mientras vio sus pestañas temblar, trago saliva inconscientemente y se aclaro la garganta. Lea estaba tan roja como un tomate, no sabia si era la vergüenza o la falta de aire en sus pulmones,  miro a Simón con un poco de furia, ni siquiera estaban casados y casi lo deja viudo, ¡Dios imagínense morir por un beso! ¡Que vergüenza!, se cubrió el rostro sonrojado. 

Me robare al hermoso villanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora