*5.- We Need That Concert*

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Las semanas pasaron y ya estábamos a catorce de diciembre. Los exámenes finales nos habían alcanzado, por lo que ensayábamos con la banda entre semana, a parte de ensayar el baile con Luke y este fin de semana lo dejamos para el estudio. Pero por suerte solo quedaban tres exámenes el lunes y acabaríamos.

Llevaba encerrada en mi habitación todo el día, apenas había salido veinte minutos para ir al baño y comer con mi familia. Estaba harta de biología, pero era la última página que me faltaba por estudiar y por fin podría tomarme un descanso hasta el día siguiente.

Repetía las frases una y otra vez, sin descanso, intentando memorizarlas. Pero parecía que mi cerebro no podía más y me estaba costando más de lo normal.

Unos golpes en mi puerta hicieron que levantara mi cabeza de mi libro y me acercara a la puerta mientras me estiraba.

- ¿Qué ocurre?- Pregunté abriendo mi puerta.

- Preguntan por ti.- Me informó mi padre y yo fruncí el ceño extrañada.

- No esperaba ninguna visita.- Estiré mi brazo para tomar una chaquetilla de deporte que le había robado a mi hermano y bajé a la entrada de mi casa.- ¿Luke? No sabía que ibas a venir.

- No lo tenía planeado, pero estudiar no es lo mío y supuse que vosotros ya habríais terminado.

- Me queda una página de biología, pero no soy capaz de memorizarla.

- ¿Llevas todo el día estudiando?

- Sí, Alex creo que ha terminado. Ven pasa, está en su habitación.- Me hice a un lado invitándole a entrar.

- ¿No te vas a tomar un descanso?- Preguntó mientras me esparaba en las escaleras.

- Solo me falta una página, no creo que tarde mucho, o eso espero.- Comenzamos a subir las escaleras y yo me acerqué a mi puerta.- Ya sabes cual es la habitación de mi hermano. Termino y voy para allá.

- De acuerdo, no te satures.- Besó mi frente y se dirigió a la habitación de mi hermano.

Una vez volví a encerrarme en mi cuarto me quedé apoyada contra mi puerta, no entendía que me pasaba, pero una leve sonrisa se me escapaba de mis labios y notaba algo de calor en mis mejillas. Al mirarme en el espejo pude ver mis pintas. Llevaba la sudadera de mi hermano que me quedaba bastante ancha, unos pantalones de pijama algo desgastados, mi pelo recogido en un moño improvisado que tenía todos los pelos por fuera y mis calcetines calentitos.

¿Luke me acababa de ver con estas pintas? Noté como mis mejillas comenzaban a quemar y apoyé mi cabeza contra la puerta con algo de fuerza consiguiendo dar un golpe contra esta.

Tras unos segundos conseguí borrar todos los pensamientos que rondaban por mi cabeza y me concentré en estudiar.

Si antes me estaba costando ahora era el doble, pero tras unos minutos conseguí memorizarlo y cerré el libro con fuerza.

- ¡Por fin!- Grité contenta mientras me levantaba para cambiarme de ropa.

Me puse ropa deportiva y volví a la habitación de mi hermano, esta vez con mejores ánimos y presentable.

- Hola, chicos. ¿Qué hacéis?

- Le comentaba a Luke sobre el baile de invierno.- Me contestó mi hermano desde su escritorio.

- Es cierto, con tantos exámenes no me acordaba. ¿Es el veinte no?

- Sí, le he dicho que debemos conseguir tocar ahí. Si los de nuestra clase nos escuchan nos haremos más conocidos. Y tengo entendido que el instituto paga un poco por actuar en el baile.

Another chanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora