El fin de semana pasó rápidamente entre ensayos y calambrazos. El tiempo se nos agotaba pero no sabíamos como conseguir un bolo en el Orpheum. Apenas éramos conocidos, y ahí solo tocaban bandas reconocidas y con suerte.
Esta mañana me había levantado algo nostálgica, así que tras levantarme decidí recorrer los lugares por los que de pequeña me encantaba pasear y recorrer. La tienda de chuches donde siempre quería comprarme todos los dulces que estaban a mi alcance, el parque donde siempre hacía un amigo nuevo cada día.
El banco donde di mi primer beso, no fue nada romántico y mucho menos mágico, pero fue mi primera vez y por suerte o desgracia siempre estaría en mi memoria.
La escuela de baile donde iba con ocho años a practicar, pues mi madre quería que fuera una gran bailarina, y dejé con catorce años porque a mi lo que realmente me gustaba era la música.
Seguí con mi recorrido hasta llegar al callejón donde días atrás había pintado con Archie. Decidí dejar ahí mi paseo y me senté en el suelo, frente al grafitti mientras pensaba en todo lo que tenía que dejar atrás de nuevo.
- Hola...- Escuché la voz de Archie a mi lado y alcé mi vista para mirarlo.
- Hola.- Dije en un suspiro.
- Veo que no estás con el mejor de los ánimos.- Se sentó a mi lado y yo apoyé mi cabeza contra el muro a mis espaldas.
- Digamos que a una no le sienta bien saber que va a volver a perderlo todo por culpa de un fantasma con adicción al poder y que no hay nada que pueda hacer para por lo menos salvar a las personas que me importan.
- ¿No habéis encontrado vuestro asunto pendiente?- Podía notar la preocupación en su voz.
- Sí, creemos que sí. Pero es tocar en el Orpheum, como ibamos a hacer hace 25 años. ¿Sabes cuánto nos costó lograr ese bolo? Años, favores y mucha, pero que mucha, suerte. Es imposible conseguirlo.
- Nada es imposible, Evie. Debe haber alguna manera.- Intentó animarme.
- No la hay, Archie. Se acabó.- Dije conteniendo mis lágrimas.
- Evie...
- No, prefiero estar con mi hermano los últimos momentos que tengo en la tierra.- Dicho esto desaparecí.
Cuando llegué me senté en el regazo de mi hermano y este me dedicó una media sonrisa.
- ¿Qué hacéis aquí?- Pregunté mirando el ordenador de Ray.
- Ray me anima y hoy lo necesitaba.- Me explicó Reggie.
- Veo que nos hemos despertado todos de bajón.- Dije suspirando.
- Noticias sobre los fantasmas.- Habló Carlos llegando a la cocina con una caja.
- Eso sí va a ser interesante.- Dijo mi hermano girándose hacia este.
- Venga, Carlos, ya hemos hablado de esto.- Dijo cansado Ray.
- Sé que no eres creyente, pero quiero que escuches esto.- Insistió el niño.
- ¿Puedo negarme?- Preguntó su padre.
- No.- Dijo tajante y yo reí.
- Así se hace.- Le apoyó Reggie.
- Después del concierto de Julie, con sus hologramas, no pude dormir.- Comenzó a explicar Carlos.
- ¿No te sacabas las canciones de la cabeza?- Cuestionó Ray con una sonrisa de orgullo y yo le miré enternecida.
- También le gusta nuestra música.- Dijo alegre Reggie.
- Me temo que eso no cuenta.- Dijo Alex haciendo una mueca.
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Another chance
FanfictionEvie estaba a solo unas horas de conseguir completar una de las metas de su vida, cantar junto con su grupo y su hermano, Alex, en el Orpheum. Pero gracias a la magnifica idea de tomar un perrito caliente antes de la actuación, su vida cambió radica...