Tell Me I'm A Bad Man (Traducción-Español)

Capítulo 1 - They Gonna Clean Up Your Looks

—No uses delineador. Piercings, fuera. Usa tu corbata de forma adecuada, trae los pantalones escolares y zapatos apropiados. Guantes, fuera también —¿Algo más?, ¿Quiere que me corte el cabello?, ¡Oh!, ¿Qué tal mi pene?, ¡Tengo una mejor idea!, ¿Qué tal si vengo vestido como travesti mañana?

—¿Cuál es el punto, cuando sabe que sólo voy a ignorarlo? —dije burdamente con una mirada de aburrimiento hacia el Subdirector. Él frunció aún más el seño, como si fuera deliberadamente insolente. Lo cual no era; sólo le dejé en claro un hecho muy obvio.

—Está bien, si mañana vuelves a venir vestido de esta manera, tendrás detención, ¿entendido? —Claramente no quiere cargar con la molestia de discutir conmigo, lo cual dice mucho sobre esta escuela. 

—Sí, Señor. 

—Bueno, vete a clase que ya vas tarde.  

Oh, ¿de quién fue la culpa esta vez? Como sea, aún así comencé a caminar por un corredor, mis zapatillas sin hacer ruido al hacer contacto con el suelo de azulejos. ¡Dios! ¿Por qué mi mamá pensó que sería buena idea cambiarme de escuela en mi último año? Nunca lo sabré. Espera un segundo, ya recuerdo el porqué. De todos modos, ella no tenía razón alguna para cambiarme tan abruptamente de escuela. Por lo menos en Pencey no tenías que usar uniforme. Aquí en la Preparatoria Bellevile, nos hacen usar una camiseta blanca con una corbata a rayas azul y rojo, y para complementar esta vestimenta unos 'lindos' pantalones y zapatos escolares. Todo eso se puede ir a la mierda. Usaré la camiseta y la corbata, y tal vez el saco cuando haga frío -lo cual en New Jersey lo implica todo el tiempo-, aún así seguiré siendo fiel a mis zapatillas y jeans ajustados, gracias por su participación ropa escolar.

Ya odio esta escuela. En realidad, parecía más una prisión que una escuela. Con tan sólo diez minutos de haber entrado en el edificio, me llevaron -digo llevaron, aunque debería de decir 'obligaron' a seguir- al Subdirector, que inmediatamente comenzó a decirme que toda mi apariencia estaba mal. Le informo, Señor, que la idea de tener una escuela amorosa y cariñosa sirve para celebrar que todos somos diferentes, y no hacernos unos malditos clones.

Miro a mi alrededor, deteniéndome en los trofeos deportivos (pueden irse al carajo si creen que voy a participar en algún deporte o equipo escolar) y en todos los demás de los nerds de matemáticas (lo mismo va para los concursos de matemáticas), preguntándome cómo rayos era esta escuela, y paré en seco cuando choqué contra alguien.

—¡Lo siento, viejo! —dije mirando hacia la cara sonriente de un chico que parecía de último año. Espero que lo sea. El chico tenía ojos oscuros, una sonrisa cálida y un muy buen afro.

—Nah, está bien. Casi siempre tropiezo con perdedores —Cuando vio el gesto de mi cara comenzó a reír—. Estoy bromeando, me llamo Ray —Me tendió su mano y yo la estreché.

—Frank —contesté alzando mis cejas.

—Supongo que eres nuevo aquí, ¿no? —preguntó y yo asentí—. ¿A dónde te diriges? Vas un poco tarde...

—Uh... —dije un poco confundido mientras sacaba de mi mochila el horario de las materias que tenía, frunciendo el seño al intentar ver que clase era en la que debería de estar—. Música, con el Señor M. Way.

Noté que Ray se sonrojó, pero aún así siguió sonriendo. 

—Me dirijo a esa clase. Ven conmigo si quieres.

Accedí a su invitación ya que estaba totalmente perdido. La caminata fue corta y en completo silencio. Llegamos a una larga aula llena de gente, y la cara de Ray se tornó aún más roja cuando entramos.

—Perdón si tardé demasiado, Señor; pero es que me topé con Frank —dijo Ray, y un hombre alto y desgarbado al frente levantó su mano.

Tenía el cabello rubio y con aspecto de haber sido teñido anteriormente, pero sin verse extravagante. Además de que lo tenía peinado hacia atrás, así no cubría su rostro. Se desencorvó y sonrió al vernos.