De manera sorprendente durante toda la clase de arte, me la pasé callado. Y creo que hasta Gerard pudo notarlo, ya que no dejaba de lanzarme una que otra mirada. No es que estuviera particularmente molesto, más bien, estaba pensando.
—¿Frank? —miré a mi alrededor parpadeando hasta darme cuenta de que todos se habían ido y que Gerard estaba de pie cerca de mí—. ¿Estás bien?
—Sí, lo siento. Al parecer estaba soñando despierto —asentí mientras hablaba.
Arqueó una de sus cejas y me entregó un nota.
—Te dejaré ir pero, ve aproximadamente a las cinco —dijo sonriendo, luciendo un poco tímido al decirlo.
—Okay —respondí encogiéndome de hombros.
Salí de la escuela y me encaminé como todos los días hacia el cementerio. Con un suspiro pesado, me senté. No sabía qué era lo que pasaba conmigo. Por un rato era el idiota más feliz del mundo -o eso es lo que yo creo-, y después me encontraba pensando demasiado en las cosas hasta quedarme callado. Siendo sincero, esto sucede muy seguido, así que no podía ver cuál era el problema. Pensaba que era un inútil y muchas más cosas, ¿por qué no pensar que también era una puta?
Solté una carcajada, y comencé a hurgar en mi mochila en busca de cigarrillos... Sí, sólo voy a fumar, molestar a mis maestros, hablar mal de mi papá, y no hacer nada con mi vida. Suena como un plan. Brevemente me pregunté si Gerard fumaba, luego recordé que él huele a cigarro, lo cual es una gran probabilidad de que lo haga.
Envidiaba a mi padre. Era tan fácil para él. La muerte le fue tan fácil a él. Después de todo, él decidió cuándo, cómo y dónde morir -porque se suicidó-. Puso una pistola contra su cabeza y luego apretó el gatillo; para que, posteriormente su cuerpo fuera encontrado por un constructor de la zona. He pensado en hacer lo mismo desde hace tres años, pero nunca he tenido las agallas como para hacerlo. Por lo que fue una gran sorpresa cuando la policía me contó que mi padre había pensado lo mismo que yo. Eso fue hace dos años, cuando yo tenía quince años.
Encontré la nota que Gerard me había dado, la cual tenía la dirección de su casa escrita. Sabía en donde quedaba, era a unas cuantas cuadras de mi casa. Sólo que, no sabía si debía de ir.
Oh, ¿a quién engaño? Claro que iba a ir. Mi pene ya lo había decidido por mí, quisiera o no.
Así que fumé hasta que era hora de irme, y luego me paré. Palmeé la lápida de mi padre, y susurré 'nos vemos, hijo de puta', para después tomar mi mochila y partir hacia la casa de mi profesor de arte. No me molestaba decirle a mi mamá que estaría fuera; no es como si lo fuera a notar de todos modos, y si lo hacía, probablemente me interrogaría toda la noche sobre a que 'casa' de mi 'amigo' fui. Y no creo que le agradaría escuchar que mi amigo tiene veinticuatro años, es muy sexy, y que me enseña arte en la escuela.
La casa de Gerard era de un tamaño decente -no muy grande, y no muy pequeña-. Pintada de un color blanquecino, o más bien como un gris muy ligero; con una ventana en el piso inferior y dos en el superior. En la parte de en frente, se encontraba un camino hecho de piedras agrietadas -pero geniales-, y el césped de hierba era limpio, aunque éste mantenía un aura desaliñado como el de Gerard. Había una cerca negra alrededor del jardín delantero, y cuando miré de nuevo la casa, la puerta también era negra. Al parecer también tenía un marco negro alrededor de toda la casa, así que era como una casa gótica en blanco y negro. Tal vez ésta no era la casa de Gerard. Tal vez un vampiro vivía aquí.
Y en eso, la puerta delantera se abrió, y una voz dijo:
—¿Vas a pasar, o sólo vas a observar mi casa toda la tarde?
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Tell Me I'm A Bad Man (Traducción-Español)
FanfictionFrank siempre ha sido el chico callado. Se metía en peleas en las que no debía de estar, frecuentemente no hacía su tarea y tenía un hábito de llegar tarde a clase. Sin embargo, seguía siendo el chico callado. Aún así los profesores le tomaron cari...