Capítulo 11

2.1K 205 28
                                    

Había dicho la verdad allá abajo, se supone que mañana es mi cumpleaños, hoy era 8 de agosto, se había pasado muy rápido el tiempo desde que llegué aquí y cada vez se acercaba más mi partida. No sabía si decirles a los demás sobre que tengo tiempo limitado con ellos pero iba a tratar de disfrutarlos.

—Oye ______ —entró Diego—. ¿Entonces mañana es tu cumpleaños?

—Se supone —dije levantando los hombros.

—¿Cómo que se supone?

—Pues es que como dije antes, para mí pasaron solo 4 meses desde que cumplí 14 años entonces no sé si en realidad estoy cumpliendo años.

—Bueno, de todos modos hay que festejar —sonrió.

—Sí.

Diego se fue y yo me quedé un rato en mi cuarto hasta que se me ocurrió una maravillosa idea, escaparnos de la academia para ir a Griddy's Donuts, ahora que lo pienso no he ido y realmente quisiera probar una de esas donas. Y digo escaparnos porque claramente Reginald no nos va a dejar ir, pero solo le pediría a Klaus ir, con el me llevo mejor.

—¡Oye Klaus! —grité un poco entrando a su cuarto.

—¡¿Por qué no tocaste la puerta?! —dijo alterado guardando algo en el cajón de su escritorio.

—¿Qué estabas guardando? —inquirí temerosa de que fuero eso.

—Nada —respondió cortante.

Me teletransporté a donde estaba el y lo alejé un poco con mi telequinesis.

—¡______ no lo abras!

Lo abrí y vi...

—Droga —lo miré, Klaus solo mostraba una cara de pena y tristeza, ya había empezado con su adicción —. Klaus por favor no consumas esto... esto te va a arruinar la vida... —bajé la mirada.

—¿Qué dices? ¿En el futuro sigo con la droga?

—Sí Klaus, en serio deberías dejarla —dije seria para que me tomara en serio—. Bueno, pero no venía para eso, ¿quería saber si me acompañas a mi maravilloso plan?

No lo obligaría a dejarla de un segundo a otro, tenía la esperanza de que con lo que le dije, él mismo se diera cuenta que le causará daño en un futuro si no la deja.

—¿Y que plan es ese señorita ______? —sonrío.

—Bueno, desde que vi su serie de verdad se me antojaron esas donas que venden en Griddy's, ¿qué dices?

—Yo digo que... SÍ —se emocionó y dio saltitos en su mismo lugar.

—Bueno, pues vayamos

Nos dirigimos a la ventana que da a las escaleras de emergencia pero alguien nos interrumpió.

—¿A dónde creen que van? —escuché, cuando volteé vi a...

—Cinco —dije con cansancio.

—Oh querido Cinco —empezó a decir Klaus haciendo un movimiento con su mano—. ¿No crees que tienes sueño? —seguía con su movimiento extraño con la mano.

—Klaus, no puedes hipnotizar a la gente, ¡¿de acuerdo?! —se enojó Cinco—. Respóndanme, ¿a donde... creen.... que van? —preguntó haciendo pausas.

Yo seguía riéndome a carcajadas por el intento fallido de Klaus de hipnotizar a Cinco, hasta que vi esa mirada que hace Cinco cuando ya no tiene paciencia.

—¡Agh! Está bien, te diremos pero cállate, ¿ok? Iremos a Griddy's porque quiero probar las donas que venden ahí, ¿feliz? —rodé los ojos.

A veces Cinco podía llegar a ser un poco desesperante.

Realidad Deseada || TUADonde viven las historias. Descúbrelo ahora