Un día común

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Era una mañana tranquila. Los rayos del sol se introducían por la diáfana cortina y terminaban por chocar en los párpados de Dina. Provocando que sus pestañas se levanten lentamente.
Lo primero que visualizó fue el techo de madera blanca, carcomida en la esquina izquierda la cual Dina siempre que la ve, recuerda: —Hay que arreglarla—. Para que durante el resto del día se olvide completamente de esa idea y en la mañana siguiente la recuerde fugazmente al verla.
Giró su somnolienta mirada a la derecha, encontrándose con Ellie profundamente dormida; abrazando a JJ como si se tratase de un osito de peluche.
Ella se levantó minuciosamente. Tomó entre sus manos las botas de trabajo pero no se las puso, pensó que al salir descalza sus pisadas serían más sigilosa y en efecto; lo fueron.
Se dirigió a la puerta, que abrió extremadamente despacio por miedo a que esta rechinara de la manera que siempre lo hacía, afortunadamente se mantuvo taciturna. Al salir se encaminó al baño. Se refrescó la cara con el agua helada, despejando sus párpados de las pegadizas y mucosas legañas.
Mientras se cepillaba los dientes sintió como algo aterciopelado abrazaba su talón, posterior escuchó un suave ronroneo. Desvió la vista hacia abajo y encontró a un gato blanco que la miraba fijamente. Escupió la pasta de dientes y dijo; —Hola Ringo—. Se puso las botas, las ajustó y luego tomó el gato entre sus brazos.
Bajó cuidadosamente por las escaleras. Al llegar a la planta baja de la casa, soltó a Ringo que tras tocar el suelo empezó a maullar.
—¡Ya va! —exclamó Dina dirigiéndose a los estantes que estaban sobre la cocina, sacó dos platos de plástico, uno con gacilas y el otro con agua— Toma y tranquilízate.
Ese gato blanco con pintitas naranjas en la punta de la cola lo adquirieron un mes atrás cuando se quedaron en Jackson por las fiestas de fin de año. Cuando apenas amanecía, una mañana de un 25 de diciembre Dina salió a tomar aire fresco. Debido a que se estaba congelando volvió rápidamente al departamento de Ellie y cuando ingresó al cuachitril, había un gato posado encima de la pelirroja. Ese día Ellie tuvo múltiples rasguños en su rostro, no tan grave como para que dejaran marcas, incluso ella fue quien insistió en llevarlo a la granja cuando Dina quería fusilarlo a plomo.

Lo que más llamaba de dicho gatuno eran los hermosos ojos que portaba, uno ámbar y otro celeste. De ahí el nombre Ringo proviene de una mascota que tenía Joel en tiempos de antaño. En honor a esa mascota y a la memoria de Joel, Ellie quiso ponerle ese nombre. Aparte que combinaba con su apariencia de un gato fino pero que en su interior habita un demonio con sed de sangre humana.
—Eres guapo pero problemático.
Sin más, puso a hervir el agua en la cocina eléctrica. Antes tenían que hacerlo a leña pero ahora ya no hace falta ya que los muchachos de Jackson llevaron la energía hasta la granja.

Colocó café molido en un colador de tela grande y lo puso en una de las dos tazas que estaban sobre la alacena. Luego en la otra taza depositó hojas de té ya que ella odia el café.

De pronto su piel se erizó levemente al sentir el contacto de unos brazos que la rodeaban desde la espalda hasta su pecho—. Hola hermosa... —habló con voz suave; Mientras dejaba un camino de besitos en el cuello de la morena.

—¿Gustas un poco de café? —preguntó volteando hacia su pareja.

—Mi café favorito al despertar siempre será el de tus ojos —dijo posando las yemas de sus dedos en las mejillas de Dina; acercando cada vez más el rostro de ella hasta que le dió un corto beso como hacia en cada mañana. Seguido de eso se separó y le dedicó un: —Te amo.

Dina la miraba de hito en hito. Admirando sus cristalinos ojos verdes, el rosado de sus mejillas y el dulzor de sus labios—. Yo también mi amor.

(...)

Dina coló el café con el agua hervida en una gran taza adornada de unicornios fucsias y brillantina. Le entregó la infantil taza de plástico a Ellie quien esperaba sonriente; Sentada en una banqueta en la esquina de la mesa.
—¿Tienes pensado hacer algo hoy? —Preguntó Dina.

Moral Panic |I The Last Of UsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora