Baile de medianoche

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[𝙴𝚜𝚌𝚎𝚗𝚊𝚛𝚒𝚘 𝙸𝙸]

La oscuridad se extiende por el horizonte y el manto de estrellas se hacen con su incandescente brillantez.

La noche era gélida. Iluminada con tenues luces que difuminan el ocaso. Lo que más alumbraba eran las parpadeantes luces navideñas.
Dentro de un recinto alejado del Apocalipsis, la muerte y el miedo, había gente de todas las edades y ese infierno se nublaba con el cálido letargo de un pequeño baile de medianoche.
Personas tomadas de la mano daban vueltas en círculos ante la música que los acompañaba fielmente.

La gente del lugar sonreía, festejaban del onceavo aniversario desde que se forjó toda esta comunidad de supervivientes.

Los grillos cantaban bajo el panel de un cielo estrellado. La nieve blanqueó con su quebradiza esencia el verde del césped.

"Feliz cumpleaños Jackson" decía un cartel que cruzaba a lo ancho de las blanquecinas calles donde las almas caminaban en soledad... Ellie Williams transitaba aquella carretera de recuerdos que llegan tras una corriente de silencios que llevan su mente a los inhóspitos yermos del pensamiento.

El viento se arremolinaba en los cercos y junto a su vuelo, hojas apagadas de árboles que quedaron calvos y esperan a que la primavera vuelva así sus hojas se reaviven con aquel verde prisma que los caracteriza.

Ellie; Admirando la belleza blanca se da cuenta en su cabeza que no deja de maquinar, que se halla perdidamente enamorada de alguien quien muy posiblemente no le corresponda aquellos sentimientos que tanto la hacen sentir viva -o al menos, eso creía en su negatividad compulsiva-.

Solía imbuir su mente a un estado tras el cual podía pasar horas y horas viviendo ilusiones con su amada secreta, quien en la lejanía ni idea tenía que su admiradora especial le dedicaba poemas, seguido de dibujos y hasta canciones que las cantaba en soledad; como un lobo solitario que aúlla a la luna. Aunque, Ellie negaba para sí sola que eran para esa chica que la enloquecia... pero, en lo más profundo de su consciencia sabia que su inspiración para dichas actividades cobraba bríos cada que esa mujer morena y de ojos miel cruzaba por la retina oculta de su mente.

Las puertas del recinto eran golpeadas por ventiscas madrugadoras y que ajetrean todas ramas de los abedules.

La castaña se detiene frente a estas inmensas puertas de madera pelada y sin ver lo que hay al otro lado, ya sabe lo que le espera... un tumulto de personas que cabriolean en conjunto. La música de por sí se la escuchaba de hace 2 manzanas. Las calles que se convierten en pasillos donde la melodía ensordecedora recorre libremente en su estrecho pavimento. Como el sordo rumor del viento que aunque no sea protagonista sonoro; hace notar su presencia.

Tras pensarlo brevemente, toma la decisión final de pasar; las puertas barrieron para adentro. No sé sintió sorprendida en lo absoluto, dicho y hecho, entre telarañas de oscuridad y algunas luces parpadeantes bailaban las siluetas, como una obra de teatro a contra luz.

Directamente al bar. Sin golpear miradas con alguien conocido o no. Se posó sobre la barra y pidió específicamente ──Lo que tengas── y el hombre detrás de la mesa de tragos se vistió de malabarista para preparar una mezcla a la que él llamaba "Paseo por la luna", algo que la castaña lo miró extrañada pues le recordó a los ridículos nombres que le ponían a la droga en las pelis noventeras. Aunque, hablando de adicciones, no puede dejar pasar a la del profesor calvo que preparaba metanfetamina con un estudiante en una furgoneta en medio del desierto.
Un pensamiento en singular atravesó el cielo de su absorta imaginación para llevarla a la tierra del "que hubiera pasado si..." en este caso se preguntaba a si misma que hubiera pasado si una cura existiera, a ella le habría encantado que se haya manifestado como los cristales en la serie del profesor calvo que los cocinaba en calzoncillos. Antes, le ajetreaba el tema de la cura puesto los sucesos que transcurrieron en aquel hospital ya hace algunos años... pero se había puesto como meta que cuando se presente esta clase de torturas pensativas en plena divagación, destruirlas con las paredes construidas de la imaginación a cada pensamiento autodestructivo con la divina comedia de la ridiculización de cada situación que le atraviese por su cabeza.

Moral Panic |I The Last Of UsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora