SENTIMIENTOS

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O C H O

Sentimientos.

Jasper.

Después de la partida de Anahera; Bella y Edward nos explicaron el por qué su marcha tan apresurada. Estaba en peligro. No sé por qué sentía remordimientos y tristeza, ella y yo no éramos nada y aunque exista esa leyenda o lo que sea, no significa nada para mi. Lo que ahora importa es que Alice ha vuelto. Aún así no me puedo sacar de la mente que ahora Anahera, una mujer que parecía ser tan pura y pacífica se una a un clan como ese. Pase las manos por mi cabello estresado por todos los pensamientos que se agolpaban en mi mente. Era como tener dolor de cabeza. Hacía unos meses atrás no tenía ni idea de que Dios y el Diablo fueran reales, y ahora me entero de que en el mundo a parte de existir monstruos como nosotros también los ángeles desterrados se pasean a sus anchas. Y no todos ellos son buenos. Quizás la única buena en su momento fue Anahera, pero ahora ella también iba a ser corrompida. Desearía haber hecho más, haberle pedido que se quedase, pero Alice...Alice, mi mujer, ha vuelto. Y es lo único que importa.

- ¿En qué tanto piensas querido? - Alice me miró sonriente mientras dejaba unas perchas de lado, estaba volviendo a colocar su ropa en nuestro armario y ahora aquello parecía más real que nunca. Entonces la felicidad me envolvió por completo y me hizo olvidar por un momento de aquel ángel que tanto se metía en mi mente.

- De lo contento que estoy de que hayas vuelto.

- Sinceramente, yo también estoy feliz de haber vuelto - su sonrisa era lo que más me importaba ahora mismo. Envolví su pequeño cuerpo entre mis brazos y la alce en el aire mientras daba vueltas en mi propio eje. No podía ser más feliz en ese momento mientras escuchaba su risa. Desde hacía meses era en lo único que proyectaba, y ahora era real. - He pensado que podríamos volver a renovar nuestros votos y empezar desde cero. ¿Qué te parece?

- Una idea estupenda. Todo lo que desees te lo daré por que solo quiero que seas feliz amada mía - su chillido de felicidad me hizo sonreír, rápidamente esta se me escapó entre los brazos para hablar con Rosalie y Esme de la nueva boda. Suspire contento hasta que de nuevo Anahera se mezcló entre mis pensamientos y su mirada lúgubre me volvió a destrozar el corazón.


***

Bella.

Edward me había dejado en casa y prometió volver antes de que me fuera a dormir -como cada noche- pero antes quería saber que me había regalado Anahera, algo dentro de mi me decía que era solo para mi y que no quería que nadie supiera que había dentro. Con suma delicadeza abrí la bolsa de tela y de dentro retire una caja de madera muy hermosa. Esta tenía mis iniciales grabadas y pequeñas flores de decoración. Dentro de la bolsa también había una cadena con una pequeña llave que servía para abrir la cajita de madera, al hacerlo me encontré con una pluma blanca y un sobre. No comprendía qué era aquello, si significaba algo en particular o simplemente era algo que quería que tuviera para qué no me olvidara de ella. Al abrir el sobre me encontré con una hermosa caligrafía que decía:

No quiero alargar esto demasiado,

nunca he tenido una amiga; siempre he vagado sola por el mundo...

por lo tanto no sé cómo comportarme contigo.

Solo quiero que sepas Bella que eres un ser humano extraordinario,

y ha sido un honor para mi ser tu amiga este corto tiempo...

Si estás en peligro coge la pluma y piensa en mi,

El ángel guardián.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora