C U A T R O
La verdad
El fin de semana por fin había llegado y podía estar a mi rollo y conocer un poco más de este inusual pueblo. Inusual porque parece salido de alguna novela de fantasía. No solo vive un clan de vampiros vegetarianos, si no que aparte, hay una reserva de licántropos. Tiene que ser muy divertido para ellos compartir territorio con sus enemigos mortales. Después de unos días tan estresantes era agradable poder sentir el aire frío y las pequeñas gotas de agua salada chocar contra mi rostro. Había decidido ir a visitar la reserva de los quileutes por pura curiosidad y al final quedé fascinada con la hermosa playa que tengo ante mi.
- ¡Hey tú! - gire el rostro y me encontré con un hombre alto, fornido y muy moreno para el poco sol que había en Forks.
- Hola - dije cautelosa; ante mi tenía a uno de los licántropos y su manada se encontraba más atrás de él observando atentamente. Era el alfa de la manada. - ¿Me he metido en problemas? ¿Estoy en propiedad privada?
- Oh...disculpa. Creí... - negó con la cabeza y me dedico una sonrisa - Lo lamento me he equivocado de persona.
- ¿Te has equivocado de persona? - reí - ¿Cuántas personas de cabello blanco hay en forks?
- Unos cuantos - respondió divertido
- Que no sean ancianos... - reí
- Entonces solo tú - respondió - Soy Sam Uley. Bienvenida a Forks y a mi reserva.
- Gracias - dije estrechando su enorme mano - Tus amigos creo que están esperando a que les digas que no hace falta que me echen a patadas de la playa - su rostro se dirigió hacia aquellos chicos y con un movimiento de cabeza se dispersaron.
- ¿Qué te trae por Forks? - preguntó Sam
- Hace poco me he emancipado de mi familia y Forks tiene todo lo que estaba buscando. Tranquilidad y paisajes increíbles - dije sin apartar la vista de el océano
- Todo el mundo quiere escapar del pueblo y tu corres hacia él - dijo riendo
- Cuando te pasas casi toda tu vida en el bullicio de la ciudad después lo único que quieres es tranquilidad - dije caminando hacia los troncos que la marea había arrastrado con Sam siguiendo mis pasos.
- Te entiendo. Aunque debe de ser incómodo ser el centro de atención.
- Por normal general con mi cabello y mi tono de piel suelo llamar mucho la atención, es algo de lo que ya me he acostumbrado, aunque este pueblo ha ratos a llegado a hacer que me sienta incomoda. Algún día se cansarán...
- Siento estropearte tu fantasía pero hasta el día que te marches serás el centro de atención - dijo riendo
- Que malvado eres.
A lo lejos divise un chubasquero enorme que cubría el rostro por completo de la chica que lo llevaba. Pero para mi no hacía falta ver su rostro para saber quién era.
- ¡Bella! - la susodicha y el chico que iba con ella giraron sus rostros en nuestra dirección y para mi sorpresa Bella Swan sonrió en mi dirección y se apresuró a caminar en mi dirección.
- ¡Anahera! - dijo dándome un pequeño abrazo - Hola Sa...
- Isabella - saludo con respeto a la chica vampiro pero se notaba a leguas la poca gracia que le hacía tenerla por allí debido con quienes se relacionaba - Un placer Anahera, eres bienvenida a la reserva cuando quieras.
- Gracias Sam - lo salude con otro apretón de manos y me volví hacia Bella y su nuevo y moreno compañero
- Mira Jacob ella es Anahera la chica nueva - por la reacción que había tenido el nombrado ante mi nombre sabía que Bella le había hablado a la perfección de mi y de las suposiciones que tenían de mí los Cullen. Como que soy peligrosa. Si, no puedo negarlo soy una guerrera, una protectora o una vez lo fui pero jamás haría daño a ningún humano.
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El ángel guardián.
FanfictionLas lagrimas caían como cascadas por mi rostro al ver su cuerpo ser consumido por las llamas. Apreté con fuerza entre mis manos aquel colgante. Su cuerpo que poco a poco se convertían en cenizas, se esparcían por la tierra seca. No me arrepentía de...