En Busca de la Felicidad

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Lunes,1 de marzo.

Primavera,una linda estación del año para iniciar las clases. Las flores florecen,los pájaros cantan,los días son soleados con una leve brisa y las clases pueden empezar con una buena aura. Eso era lo que pensaba Yashiro Nene, quién iría a estudiar a la secundaria Kamome y cursará 2do año.

Hace poco se mudó al vecindario "Kamome" y fue por eso que tuvo que dejar su antigua escuela. A pesar de que a ella le haya dolido dejar a sus amigas,siempre es optimista y nunca se rinde. Una chica que cualquier hombre se enamoraría,si no fuera por sus tobillos gruesos. Pero también tiene otra contra: es muy fantasiosa. Sueña con tener un novio guapo y humilde,que la ame a pesar de sus tobillos parecidos a un rábano.

—Hoy debo terminar de desempacar mis cosas.—se quedó pensando unos minutos en su cama mientras miraba algunas cajas y valijas.—¡Pero primero debo ir a la escuela!—de un salto,se levantó de su cama mientras bostezaba y se estiraba.

⟦…⟧

—Buenos días, mamá, papá.—sonrió Nene.

—Buenos días,Nene.—saludaron sus padres. Nene se sentó en una de las sillas del comedor para esperar a que su madre le diera su desayuno.

—Aquí tienes cariño, disfrútalo.—sonrió Kokeisha Nanami ,madre de Nene, mientras le daba su desayuno.

—Gracias.—

⟦…⟧

Ya eran las 6:30 A.M,por lo tanto,Nene debía colocarse su uniforme. Una vez que se lo colocó,se miró en el único espejo de su ahora habitación.

—Ojalá nadie se burle... Quisiera ser igual de bella que otras,que mí cuerpo no tenga estos tobillos tan feos.—musitó triste,lo único que no ha podido superar en esta vida son sus tobillos.—¡No importa eso ahora! ¡Llegaré tarde si sigo pensando!—

⟦…⟧

—¡Ya me voy!—gritó Nene bajando las escaleras con su bolso en mano.

—Buena suerte,hija.—le dijo Yashiro Akiyama,su padre, quién estaba vestido muy formal.

—Nos vemos en la tarde,cariño.—saludó Nanami quién también estaba vestida formalmente.

Nene se colocó sus zapatos y se fue de la casa en dirección a la secundaria Kamome.

⟦…⟧

—Amane,Amane...¡AMANE!—

—¿¡E-Eh!?—se asustó el pelinegro llamado Amane,Yugi Amane,el gemelo mayor.

—¿Escuchaste lo que te dije?—preguntó Tsukasa,Yugi Tsukasa,el gemelo menor.

—Uh…N-no...—el contrario suspiró.

—Dije que no quiero que te acerques a nadie y que en los recreos vengas conmigo,al igual que el año pasado,¿entiendes?—le ordenó con un tono amenazante.

—S-si, Tsukasa.—musitó.

—¡Bien!—abrazó a su hermano y se retiró de la habitación del mayor.

Lleno de moretones,cortes,marcas de sogas...Yugi Amane, alguien humilde y de buen corazón,pero reservado y le cuesta relacionarse con las personas. No cuenta sus problemas con nadie,se aleja de todos.
No tiene en quién apoyarse,cada vez que lo derrotan no tiene consuelo más que las estrellas;un aficionado a ellas. Se saltea las clases y nadie sabe en donde está. Nadie sabe qué es lo que Amane sufre.

Yugi Tsukasa,un amor tóxico e incestuoso hacia su hermano,no le importa lo que la gente diga de ellos, él solo quiere a su hermano y ya. Demasiado violento cuando no consigue lo que quiere o cuando su hermano lo hace enojar. A consecuencia de eso,castiga a su gemelo de diferentes formas,pero hay una que realiza todos los viernes:abusa de él. No le importa si Amane no quiere,y si este llega a resistirse,doble "castigo" para Amane y mayor "diversión" para Tsukasa.
El mayor se da cuenta de que su gemelo tiene problemas psicológicos,pero no quiere decirle a sus padres,aprecia mucho a Tsukasa a pesar de lo que le hace, después de todo es como si él fuera su única familia.

Salió de la comodidad de su cama para vestirse,no le daba tiempo a darse una pequeña ducha. Se colocó su uniforme y salió de su habitación.
El reloj de la cocina daba las 6:55,sin tiempo para desayunar. Abrió la heladera para ver si por lo menos su madre había preparado dos bentos,pero sólo había uno,uno que se lo daría a Tsukasa.

—¡Tsukasa! ¡Baja! ¡Debemos irnos!—gritó mientras agarraba su bolso y se encaminaba hacia la puerta de la casa. El menor hizo caso al pedido y se colocó sus zapatos,el mayor imitó la acción.

—Guarda esto en tu bolso.—dijo Amane mientras le entregaba el bento.

—¡Gracias,Amane!—abrazó a su hermano de manera algo irritante.

—Ya vamos, Tsukasa.—se safó del abrazo y abrió la puerta.

⟦…⟧

—Toma.—le extendió a Tsukasa lo poco de dinero que tenía.—En algún recreo, cómprate algo. No quiero que quedes en ayunas hasta el almuerzo,¿si?—Amane no lo dejaría sin comer a Tsukasa,a pesar de que su madre haga eso con el mayor.