En Busca de la Felicidad

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—¡Amane-kun! ¡Mi mamá nos espera en casa!—dijo la albina emocionada mientras volvía a caminar al lado del chico.

Ambos salieron de la academia y se dirigieron a la casa de Nene. La cual está al lado de la de Amane.

Cuando Yashiro abrió la puerta de su hogar y le dió el paso para pasar,su celular sonó. De inmediato contestó.

—¿Mamá?—

—Hija, surgió algo inesperado aquí en el trabajo. Volveré más tarde,dale saludos de mí parte a tu amigo.—

—Está bien, mamá. No te preocupes.—

La llamada finalizó.

—Amane-kun,mi mamá no podrá venir tan temprano,espero que no te moleste.—mencionó entrando a su casa mientras se quitaba los zapatos.—Oh,no debiste sacártelos,estaba bien si entrabas con ellos.—la albina se refería a los zapatos del castaño.

—Así está bien, Yashiro-san.—sonrió un poco.

—Ah,cierto. Comida,eso es lo que necesitas.—dejó su bolso en una de las sillas.—Iré a buscar algo de comer,no tardo. Pon tu bolso en la silla y si quieres ve preparando todo.—

—Yashiro-san,de verdad,no tengo apetito…—

—No acepto un no como respuesta.—la chica se adentró a la cocina.

Amane suspiró pesadamente. ¿Qué tan difícil era de entender? No quería comer,su estómago estaba revuelto y su cansancio era notable en sus ojos rojos e hinchados y sus ojeras. 
Se sentó en aquella mesa y sacó los libros que necesitarían.

—Amane-kun,¿hay algo que quieras comer en especial?—preguntó la chica desde la cocina mirando la alacena para ver qué era lo que tenía.—Puedo hacer curry o algo diferente,lo que tú quieras.—

N/R:Los japoneses suelen comer la cena a las 19:00 o 20:30 hs. Mientras que el almuerzo lo comen entre las 12:00 y las 14:00 hs.

Al no recibir respuesta alguna,la albina salió de la cocina a paso rápido y con algo de preocupación hacia su amigo.

Tan frágil.

Se encontraba con sus brazos estirados sobre la mesa y sobre ellos su cabeza. Sus ojos cerrados suavemente y su cabello levemente revuelto.

Nene sonrió un poco al verlo dormir. Se acercó a él y vió que la silla estaba muy separada de la mesa. En silencio se dirigió al sofá para correr los almohadones y volver con el castaño. Sentó con delicadeza a este y lo cargó en sus brazos.

Si hay que ser sinceros,Amane pesaba casi nada. Nene podría jurar que pesaba menos que ella.

Recostó al castaño en aquel sofá y fue a su habitación en busca de una manta. Parece que esta noche la temperatura bajaría bastante. Volvió y colocó sutilmente aquella manta sobre el castaño. Volvió a sonreír con una mirada llena de cariño y se dirigió otra vez a la cocina para ver qué cocinar.

{…}

…

Todo estaba oscuro.

No había rastro de alguna luz.

Allí estaba Amane en medio de aquella oscuridad.

Por más que mire a todos lados,no puede ver nada.

Delante de él, ahora una luz blanca aparece.

Aquella luz se aleja y proyecta a Nene con un bello vestido lavanda.

Sonriéndole a Amane quién también tenía una sonrisa a pesar de la confusión.

“—Yo siempre querré a Amane-kun. Lo voy a proteger. Amane-kun no merece que lo traten así.—”

La voz tan bella de Nene hizo que el castaño dejara atrás su confusión y camine para alcanzarla.

Pero siempre hay que saber qué,lo que uno quiere alcanzar,siempre tiene un obstáculo por delante.

—¿A dónde vas,Amane?~ ¿Acaso irás con esa chica? Yo te amo más~ Yo te trato mucho mejor que ella~—

Su gemelo apareció como si nada delante de él, tomándolo de los hombros.

—Yo cuido mucho mejor de Amane,¿no es así,A-ma-ne?~—

La mirada del menor se volvió oscura y emanaba un aura aterradora.

—Amane,deja de temblar. Dile que solo me amas a mí.—

La paciencia del menor se estaba acabando.

—¡Amane!—

El mayor no reaccionaba a nada. Temblaba y retrocedía torpemente.

—Oh~ Amane tiene miedo~—

Su gemelo se acercaba otra vez a él.

—Amo que Amane me tenga miedo~ Quiero que Amane llore~—

La imagen de Nene cada vez se iba haciendo más borrosa hasta que luego desapareció. Dejándolo solo con su hermano.

—Me pregunto qué reacción tendrá Amane cuando yo lo mate.—

Portaba en su mano un cuchillo y en su rostro se podía ver perfectamente aquella sonrisa enfermiza.

...

Eso bastó para que el castaño abandonara su sueño y se despierte con la respiración agitada y temblando. 
Se hizo bolita en aquel sillón,dejando que sus lágrimas saladas recorran sus muy pálidas mejillas.

Olvidando completamente que estaba en casa de Nene.

La albina se encontraba tarareando una bella melodía mientras cocinaba Yakisoba.

N/R:Yakisoba, significa "tallarines fritos", son originarios de China pero hoy en día están integrados enteramente en la cocina japonesa, tal como ocurre con el ramen.​

No faltaba mucho para que la comida estuviera servida,por lo que Nene dejó de tararear aquella melodía y se dirigió con una sonrisa hacia aquel sofá.

Pero ver al azabache hecho bolita y temblando hizo que su sonrisa se desvaneciera por completo. A paso rápido se acercó a él y levantó la cara del pelinegro,viendo así aquellas lágrimas saladas.

—Amane-kun,¿qué pasó?—preguntó la albina acariciando la mejilla del contrario con notable preocupación.

El azabache miró a la chica de puntas turquesas y rápidamente comenzó a limpiar sus lágrimas.

—¿Amane-kun…?—

—N-no pasó nada…—

—¿Seguro? No creo que porque no haya pasado nada estés llorando.—llevó ambas manos a las mejillas del contrario y volvió a acariciarlas sutilmente.—Confía en mí, Amane-kun…—dió una leve sonrisa.

El azabache pensó dos veces. No iba a decirlo,ella se espantaría.

—S-solo fue una pesadilla…—musitó a lo bajo.

—Oh,ya veo.—se sentó al lado del chico y lo acurrucó en su pecho.—Quedate así hasta que te sientas mejor,si quieres.—sonrió la albina.

La cara del azabache se volvió totalmente roja.