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El maestro miraba de reojo en el corto trayecto hacia su casa al estudiante que se sostenía de su brazo. Miraba cada faceta del ámbar con detalle,buscando la causa de su estada físico.

Ambos llegaron a la casa del más alto. La casa era bastante pequeña pero tenía un aire bastante acogedor. Tsuchigomori abrió la reja baja que separaba la calle de un pequeño patio frontal con algunas flores y plantas de estación.  
Luego de unos minutos,ambos ya se encontraban dentro de la casa. Paredes crema y piso de madera,un ambiente bastante rústico y típico de las casas japonesas. Techo razo y de madera del mismo color que la del piso. 

Ambos dejaron los zapatos en la entrada para que el maestro dejara de lado a su estudiante y se pusiera a prender aquella estufa a leña,que daba un ambiente aún más acogedor.

—Siéntate en aquel sillón, iré a buscar el alcohol y el algodón.

—…S-Sensei…

—Es una orden,Yugi.—sin poder evitarlo,se sentó en donde Tsuchigomori le ordenó. 
Luego de unos pocos minutos, el mayor estaba de regreso. Se sentó frente a él en otro de los sillones y agarró el alcohol con el algodón. Extendió sus manos para que el menor le diera sus brazos.

En silencio el cooperó con su propia desinfección de heridas.

El maestro continuaba mirando de reojo al castaño, aún seguían sus preguntas en su cabeza. 

—Yugi.

—¿Si?

—¿Qué pasó?

—Nada. 

—¿Nada? ¿¡Nada!?

Le era tan molesto escuchar esa respuesta. Que no pasa nada cuando algo pasó.

—¡Escúchame bien,Yugi! ¡No digas que no te pasó nada porque todo está frente a mis ojos! ¿¡Cuando lo vas a decir!? ¡Yugi,mi paciencia se está yendo!

—Tiene razón,Sensei. No puedo mentir con eso. Papá se fue y mamá quedó sola. ¿Se supone que yo tengo la culpa?—hablaba serenamente pero se podía apreciar el tono de melancolía y dolor en el azabache. El maestro procedió a calmarse y escuchar con atención;si bien era raro que por fin el menor se abriera a hablar, él estaba seguro de que esta sería la única vez.

—Papá el otro día se fue. Mamá se puso mal al saberlo. Ella dijo que quería hablar conmigo y me contó eso,pero luego parecía estar sufriendo y estar enojada. Decidió culparme de que papá se haya ido,dijo que soy un asco y que soy una deshonra para su familia.—sonrió penosamente, mientras una lágrima resbalaba una vez más por su mejilla.—A fin de cuentas,tiene razón. Es mi culpa,Sensei.

—Yugi,no es tu culpa,¿bien? Que tu madre te haya culpado no significa que realmente sea tu culpa. No eres culpable de nada,Yugi. Ten eso en mente. 

—Pero Sensei,le causé problemas a todos,y a usted también.

—A mí no me has causado problemas,al contrario. Debería estar agradecido de que hayas aparecido en vida,yo jamás me preocupé por algún estudiante mío e incluso era más frío de lo que soy ahora. Pero tú me hiciste cambiar de actitud Yugi, comencé a abrir los ojos.

—Sensei…¿p-puedo a-abrazarlo…?

—¿Eh? Adelante, supongo.

El de mayor edad se encontraba confundido por aquella petición,en su vida alguien lo había abrazado. Más al sentir aquella calidez reconfortante para él y para su alumno, decidió corresponder el abrazo.

Un hijo. Para Tsuchigomori,Amane es un hijo suyo. Un hijo al que se lo debe cuidar y proteger,darle amor y apoyo. Si él pudiera, adoptaría a Amane. Pero el ya tiene "familia".

¿Un amor paternal? Podría esta ser una definición a su aprecio y cariño.

(…)

—Toma.—extendió una muda de ropa,un pijama un poco más grande que la contextura física de Amane.—Lo usaba yo cuando tenía unos 17 años,te quedará un poco grande pero es lo único que tengo.

—No sabía que le gustaba usar el color blanco en esa época Sensei.—rió por lo bajo.

—Aún me sigue gustando. Ahora ve al baño,date una ducha y ponte la ropa. Luego vuelve aquí que te terminaré de desinfectar las heridas que hay en tu torso,¿bien?

—Sí,Sensei.

Amane hizo tal cuál acción que el mayor le indicó. 

Aunque quedó estupefacto al entrar al baño y cerrar la puerta detrás de él.

|•|>Cumplí con el actualizar y mi recompensa es dejarlos con el misterio 😌👌
#TsuchigomoriParaPadre2021

En Busca de la FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora