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LEER HASTA EL FINAL, ANUNCIO IMPORTANTE.

El mundo siempre se dignaba a reencontrar a esas almas que un día se amaron y otro día se perdieron en sus propios lamentos.
Como muchos decían, el mundo era pequeño, a pesar de que es inmenso.

Aunque los años han pasado, aunque la vida siguiera su curso y jamás se haya detenido, hubo un día en el que existió un punto y adiós, y miles de hojas en blanco que ahora dan lugar a una nueva historia.

Las páginas en blanco dejaron de existir cuando sus ojos se conectaron en medio de miles de personas.

Cuando sus ojos miel dijeron: “Intenté suicidarme más de una vez, pero no lo he hecho por tí”.

Cuando sus ojos escarlata dijeron: “atravesé casi una vida sin tí, pero nunca dejé de buscarte”.

Y cuando ambos se abrazaron, sus cuerpos dijeron: “Jamás busqué otra estrella que no fueras tú”.

Se miraron, se miraron por mucho tiempo, ambos sonreían con un deje de nostalgia. Nostalgia a esas tardes de estudio, a las muchas conversaciones que tuvieron, a la primera vez que se conocieron, y a ese momento en el que se alejaron y se perdieron en distintos caminos.

—Yo también te amo —le susurró al oído, volviéndola a abrazar, temblando mientras soltaba inmensas lágrimas que parecían haber sido retenidas durante más de ocho años.

Y esa fue la primera frase que soltó de sus labios pálidos, la primera frase después de tanto tiempo.

—Feliz vigésimo cuarto cumpleaños, Amane —responde ella, mientras corresponde al abrazo y también suelta lágrimas.

La albina había sido capaz de que ese amor que le tenía al chico que anhelaba ir a la luna, perdurara en el tiempo. Y él fue capaz de vivir.

(...)

—Yo sé que estás enojada porque no respondí tu carta, pero…

—No estoy enojada, Amane-kun.

Él sonrió al volver a escuchar su nombre acompañado con el honorífico.

—La realidad es que sí respondí a tu carta, pero no llegó nunca a tus manos —susurró, lamentándose—. Te habías mudado. Y yo respondí muy tarde porque me desesperaba, no sé por qué. Esto es cosa de locos…

Ella sonreía cálidamente, mirando esos brazos delgados que alguna vez tuvieron muchísimas vendas blancas por encima.

-No es fácil leer una carta cuando atravesaste muchas cosas. Y más si estás lejos de esa persona que envió la carta.

—Pero…pero hice otra. En realidad hice muchas, muchísimas. Y quedaron en una caja para dártelas algún día…

Nene sonrió con ternura, bebió un sorbo de café que había ordenado en aquella cafetería y luego extendió su mano para abrazar la de Amane, que se encontraba sobre la mesa.

—Ahora puedes entregarlas, ¿qué te parece?

—Yo pensé… q-que jamás v-volvería a v-verte… —su voz era un ínfimo hilo, que parecía que en algún momento iba a cortarse.

—Estoy aquí, Amane. Siempre lo estuve. Cada noche miré la luna pensando en tí, y también miré esas dos estrellas —ahora la albina acaricia con delicadeza ambas manos del azabache, brindándole un cariño inmenso—. Y tenías razón, éramos nosotros dos.

(...)

—La verdad es que no vivo más en esta ciudad, sólo vine por temas laborales —explicó Nene, entrando a la casa del chico.

—Ah…Con razón no te encontraba.

—Tu casa está linda. Me da un aire a iglesia, o algo así como de que hay neblina pero nada que ver.

—Me parece que estás loca —soltó una carcajada Amane—. Pero aún no viste lo mejor. Vení, vení, subí.

La agarró de la mano, tímidamente, y la guió por toda una escalera de madera hasta llegar a la puerta de una habitación. Y, al abrirla, Nene quedó fascinada.

—¡Mirá el techo! Lo pinté solito —estaba emocionado, tanto que la albina pudo jurar que parecía un nene chiquito irradiando felicidad.

•~•~•~•~•
Juraría que nunca pensé que sería capaz de volver a actualizar esta historia. Y lo cierto es que, el 18 de febrero (cuando publiqué el capítulo 17, un día antes de que toda mi vida se viera afectada, yo pensé que todo seguiría siendo igual.
Ocho meses, ocho meses para que un lunes me entre la nostalgia y pueda continuar esta historia.

No muchos se enteraron, pero el 19 de febrero me operaron de la columna.
Y cuando volví a mi casa sentí que tenía todo perdido. Me llevó MESES volver a tener inspiración para poder escribir. Y aunque he retomado la actualización con otras historias, fue imposible hacerlo con todas.

Una gran disculpa, pero muchísimas gracias a todos los que esperaron por mi regreso ❤️

En Busca de la FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora